El Pase tiende puentes a la libertad

El Pase tiende puentes a la libertad

    José tiene 26 años y el entusiasmo casi de un chico porque a la vuelta de la esquina está la libertad, y el reencuentro con su hij

 

 

José tiene 26 años y el entusiasmo casi de un chico porque a la vuelta de la esquina está la libertad, y el reencuentro con su hijo de 5 años, que ya habla, camina y corre, un crecimiento que sólo vio como espectador mientras cumple una condena de 5 años en el Penal Nro. 20 de Las Tunas.

A la espera de la pronta libertad, José atraviesa las rejas de la unidad carcelaria todos los días y viene al centro de la ciudad a trabajar en la fábrica de pelotas de fútbol y vóley El Pase, un emprendimiento cooperativo que busca la reinserción de los presos en la etapa final de su condena. Al frente de este proyecto está Martín Herrero, un vecino de Trenque Lauquen que empujado por su vocación cristiana pone horas y esfuerzos para tender una mano a muchos de estos jóvenes que no encontraron ese apoyo en la calle y hoy purgan condenas en la cárcel de Trenque Lauquen.

José es de Carlos Casares, pronto volverá a su pueblo donde lo espera un trabajo y su familia, listo para darle vuelta a esta página difícil de su vida e iniciar un camino nuevo. Esa es la intención de “El Pase”,  dice Martín Herrero en el taller de la calle Pasteur 542 donde funciona la fábrica “la idea es darles otra oportunidad, a muchos de estos chicos cuando salen se los chupa su mismo entorno por más que tenían la intención de cambio y por eso los vemos nuevamente de regreso en la unidad penal. Hay que acompañarlos en la última etapa, en el trabajo, el tema es que no todo el mundo les daba trabajo”.

Herrero que pertenece a la pastoral carcelaria agradece a la Justicia que le permitió desarrollar este proyecto que comenzó hace dos años y al que no llega todo el mundo. Sólo algunos internos en la etapa final de su condena.

El producto se va mejorando, pero más allá de eso la pelota tiene un gran significado “hay esfuerzo, valores, compañerismo, respeto, transmisión de muchas cosas que los chicos carecían y vamos aprendiendo unos de otros, con la pelota tratamos de derribar prejuicios, es importante  que la gente vea que detrás de una persona que una vez se equivocó hay un ser humano, alguien que si le das una oportunidad está listo para salir adelante como todos nosotros”.

 

Pensar en el otro

Herrero dice que lo motiva su mirada cristiana y que él  no está “para cosechar, sino para sembrar. Por cada uno que decida emprender otro camino al que traía, no se salva uno sino un eslabón generacional porque sus hijos tendrán un referente de padre distinto, y eso para mi es gratificante”.

Rubén tiene 40 años, es de Buenos Aires pero por esas cosas del destino la etapa final de su condena la cumplió en Las Tunas. Fue uno de los primeros en sumarse a El Pase. Ya recuperó la libertad y tiene empleo en una empresa, pero pasa a saludar, comer asados y transmitir todos los valores que aprendió en este lugar.

“El pase es importante porque generé vínculos y amistades, conocí gente espectacular que me sigue dando una mano grande a mí y a mi familia. No es fácil darle una mano a un preso, muchos te miran de reojo. Hemos generado buenas relaciones, comemos asado los viernes ahora estoy saliendo adelante, tengo trabajo”.

Santiago tiene 41 años es oriundo de Pehuajó y también cuenta los días finales para recobrar la libertad. Dice que la pelota “ha evolucionado” y que el nuevo modelo está listo para competir con las marcas reconocidas.

“Acá encontré la contención que no pude encontrar en la calle, o que no supe encontrar. Cometí un error y por eso estoy en la cárcel, yo me di cuenta enseguida que me equivoqué porque me dieron una buena educación, tuve enojo y malestar, pero encontré rápidamente la contención con el padre Germán y todo el grupo que asiste a la unidad penal, al principio me costó mucho pero ahora entiendo que uno puede elegir el camino, si uno está seguro de lo que cree el camino es posible, cambiar es una elección. Mi familia siempre fue buena, yo fui el equivocado, acá encontré mucha gente que me ayudó y eso es importante”.

Historias

Jony tiene 28 años es de Carlos Casares y también en los próximos días recuperará su libertad. Goza del beneficio de salidas transitorias y un régimen que lo coloca casi ya de regreso a su anterior. “Fuimos mejorando el producto y queremos que sea rentable no para nosotros porque nosotros nos vamos sino para los que vienen”.

“A mi me interesa el vínculo de El Pase. Nosotros vemos a los que tienen todo de una manera y ellos nos ven a nosotros de otra manera, entonces un lugar como éste sirve para contribuir a derribar esas banderas”.

Hacer una pelota de fútbol, del modo artesanal como se hace en El Pase implica una serie de etapas, con mucha paciencia. Es trabajo en equipo. José, el más joven, dice que lograron mejorar el modelo tradicional y que mejoraron sustancialmente el producto. “Te llevas muchas cosas buenas,  mi problema era el prejuicio, la mirada del otro porque estoy preso, pero aquí aprendí que hay gente muy buena que te quiere ayudar, aprendí lo que es la contención, me llevo cosas lindas”, dice.

“Quiero volver a mi ciudad, donde ya tengo trabajo, de la misma manera que descubrí cosas buenas acá, también las miro ahora en mi familia, hace 5 años que estoy detenido, cuando ingresé mi bebé tenía meses y ahora es grande, esto me lleva pensar ya está. Cometí un delito, no soy un santo, pero entendí la situación, cumplí la condena y ahora quiero volver a trabajar y reencontrarme con mis cosas”.

Es viernes, cae la tarde y la semana laboral. Nuestros entrevistados vuelven a la cárcel, a cruzar nuevamente las rejas a la espera de la culminación de su condena y con la esperanza de un nuevo día de trabajo en un lugar que les cambió la vida para siempre. Pienso en eso camino a casa mientras sostengo una pelota de fútbol con los colores de River que José me regaló para mi hijo, y aclaró que ésa la hizo él, como quien menciona que te dedicó su amor, tiempo, dedicación y esfuerzo. Alguien que ya saldó su deuda y está dispuesto a transitar el pase, de la oscuridad a la luz, del encierro a la libertad.