La Semana Santa y la misión pastoral en tiempos de coronavirus

Es la hora 8 de cualquiera de estos últimos días. El teléfono va a sonar e ingresarán mensajes de WhatsApp casi con puntualidad inglesa, y no es una metáfora si decimos que se trata de la palabra de Dios la que llama a nuestro teléfono. Aunque el emisor es el…

Es la hora 8 de cualquiera de estos últimos días. El teléfono va a sonar e ingresarán mensajes de WhatsApp casi con puntualidad inglesa, y no es una metáfora si decimos que se trata de la palabra de Dios la que llama a nuestro teléfono. Aunque el emisor es el padre Juan Pellegrino, el joven cura párroco trenquelauquense. Ahora devenido a predicador a distancia, como impone la emergencia por el coronavirus y como han hecho todas las religiones en este tiempo.

Juan Pellegrino asume esta misión casi epistolar, diaria, de enviar textos con el Evangelio, videos y citas bíblicas para que los fieles de la Iglesia Católica sientan la compañía de la fe, en tiempos de epidemia. Por esta situación, las misas se transmiten en Facebook e Instagram, los vía crucis se postean en Youtube y hay casos excepcionales como nuevos perfiles en las redes sociales de vecinos de más de 80 años que se subieron al tren de las nuevas tecnologías por este motivo y no perderse la palabra de Dios.

El aislamiento para evitar la propagación del coronavirus está cambiando las prácticas de las grandes religiones, y el cambio de la Iglesia Católica no sólo es hacia afuera con la transmisión de sus ceremonias por streaming y a las redes sociales, sino también hacia adentro porque se apeló a la creatividad para sostener la cercanía espiritual con los files, pero también los sacerdotes celebran reuniones por la plataforma Zoom y montaron en los livings de sus casas improvisados estudios de TV para hacer las transmisiones.

“Es increíble, pero yo me siento más sacerdote ahora que no salgo de mi casa, que antes” revela el Padre Juan Pellegrino a OESTE BA, en una entrevista que –obviamente- se realizó por WhatsApp. El religioso respondió a la consulta periodística acerca del desafío de llegar con los oficios solemnes de la Semana Santa​, el tiempo litúrgico más importante de los cristianos, en el que se evoca la pasión, muerte y resurrección de Cristo, en tiempos de aislamiento social.

 “El tiempo que estamos viviendo, lo hacemos con sorpresa en el sentido que nunca pensamos que sería así, de este modo. Todos pensábamos que sería menor el tiempo y gracias a Dios todos nos dimos cuenta que debíamos tomarnos en serio esta medida.  Personalmente entiendo que uno no sabe qué tenía que hacer, porque te sacan el horizonte, uno empieza a ver qué es lo importante y qué es el accesorio” dijo Pellegrino.

Sobre la Semana Santa señaló “como sacerdote para nosotros es importante poder celebrar la palabra de Dios, y de pronto este horizonte había que recrearlo, que estemos en aislamiento no quiere decir que no prediquemos, no quiere decir que no celebremos la misa, o que llamemos por teléfono a ancianos o a personas para contenerlas. De ese modo estamos viviendo este tiempo hasta que después de unos días lo vivimos con tranquilidad y cierta regularidad”.

-¿Cómo fue la experiencias de transmitir misas por streaming o enviar audios diarios?

-Fue algo que tuvimos que armar en poco tiempo, pero vemos los números de gente que interactúa y es altísimo, si a eso uno le suma que creamos un canal de Youtube para poner soportes con música e imágenes. Ha cambiado el modo de la liturgia y los actos piadosos, los medios hoy te piden hacer otras cosas con la misma esencia y eso es un esfuerzo que hemos tenido que hacer y que vamos aprendiendo porque no tengo esa formación pero vamos haciéndolo para estar con la gente. Hay casos de personas de 80 años que para poder participar de la misa se hizo una cuenta de Instagram, es algo inédito.

Para el religioso se trata de una instancia de “tránsito. Sabemos que no podemos salir, que no podemos reunirnos con la familia y sabemos que esto pasará”.

A pesar de la distancia, para el cura párroco en términos de fe algo se renovó en los vecinos. “Hay gente que padece la situación más que otra porque son ancianos o enfermos, pero en lo religioso la gente lo vive con mucho fervor, nunca me sentí tan sacerdote como ahora siendo que no salgo de mi casa, pero realmente la gente que nos escribe, que nos llama, permanentemente reclama una presencia de Dios, una palabra de Dios, una reflexión, en ese sentido la gente lo vive de manera impactante”.

-¿Qué imagina pasará en este tiempo, qué enseñanzas nos dejará esta situación angustiante para la sociedad?

-Las enseñanzas vienen luego de un tiempo de maduración. Esto nos está haciendo distintos, la gente tiene otros tiempos, tiene otras maneras de comunicación en la familia, esto nos ha generado actitudes nuevas.  En estos momentos uno busca lo esencial, en los momentos difíciles la vida te hace percibir otras cosas y esto nos deja una enseñanza, esto nos tiene que enseñar para ser responsables con uno y con otros, de ser solidarios, de enfrentar las cosas juntos, eso es una buena enseñanza.

Si me permitís –continúa su relato- quisiera en el final dejarle una bendición a la comunidad en sta Semana Santa. Poder saludar a la gente en este momento de Pascua, agradecerles como nos hemos sentido unidos a pesar de las distancias y las muestras de afecto que tienen con nosotros, desearles a todos los cristianos que tengan una buena pascua, y el Señor que celebramos su resurrección, nos dé a todos su paz para vivir más unidos, ya que estamos todos juntos en la barca como decía el Papa Francisco para poder todos juntos salir de esta. Que Dios los bendiga.

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