Tienen 60 y 79 años, unieron sus talleres de tornería y hablan de producción y futuro

Tienen 60 y 79 años, unieron sus talleres de tornería y hablan de producción y futuro

Carlos Sartirana y Ernesto Laubenheimer tienen 60 y 79 años. Son torneros de toda la vida, pero en el 2019 un viaje los llevó a fusionar sus talleres

Carlos Sartirana y Ernesto Laubenheimer tienen 60 y 79 años. Son torneros de toda la vida, pero en el 2019 un viaje los llevó a fusionar sus talleres y en plena pandemia levantaron un tinglado en el Sector Industrial Planificado desde donde prestan el servicio para la industria metal mecánica y vinculada al agro. Hablan de apostar al futuro y dejar un germen de enseñanza para las nuevas generaciones. La historia de dos hombres que desafían el tiempo.

El que cuenta la historia para el programa OESTE BA RADIO DE FM OMEGA es Sartirana. Ambos son oriundos de Beruti. El entrevistado, contó, se formó en la Escuela Técnica de Pehuajó y trabajó en los talleres de Giat y Bat como casi todos en Beruti, pero en los 90 cayeron las persianas y hubo que dejar el pueblo.

Emigró a Trenque Lauquen y comenzó a trabajar como empleado de tornerías de la ciudad cabecera. Durante muchos años trabajó para la empresa de Norberto Parra hasta que en el 2010 por el cierre de la empresa saltó a trabajar en soledad, con su propia tornería “tenía 48 años y la experiencia de muchos años en el rubro, decidí tirarme a la pileta y sentí que debí haberlo hecho antes” dijo en la entrevista radial.

A Sartirana le fue bien con su taller de tornería y en el año 2019 la Municipalidad lo invitó a un viaje que hicieron distintos empresarios locales a Vaca Muerta, en búsqueda de negocios y clientes. En ese viaje se reencontró con su colega y también berutense Norberto Laubenheimer. “Tuvimos reuniones con empresarios y recorrimos todo, pero un tornero de allá nos dijo que nos teníamos que asociar y tomamos ese consejo y cuando llegamos a la ciudad iniciamos los trámites con Clarisa Fabris para obtener un terreno en el Parque Industrial y nos va muy bien”.

Durante el recambio de gobierno y con la economía bajo cero los dos hombres decidieron fusionar sus empresas y emprender algo nuevo. En febrero del 2020 comenzaron a levantar el taller en el parque industrial y en marzo llegó la pandemia y la cuarentena pero nada los detuvo, antes de fin de año ya estaba lista la obra.

“Durante el periodo de la pandemia levantamos el galpón y en diciembre de ese mismo año nos trasladamos en plena pandemia logramos tener lo que tenemos” contó y dijo que a muchas personas en el país “les va bien, sobre todo si tenes ganas de trabajar, el secreto es la responsabilidad en lo que uno hace. Si yo tengo que arreglar una máquina, le digo que al otro día a las 10 la venta a buscar, y a esa hora tiene que estar listo el trabajo, no hay muchos secretos en esto” sostuvo.

¿Y cómo marcha la relación de a dos? “Teníamos una amistad previa no tenemos grandes secretos entre nosotros, tenemos una buena relación, él tiene 79 años no tenía necesidad de meterse en un emprendimiento así y yo tengo 60 y estaba bien solo. Lo que nos llevó a hacer esto es porque creemos que el oficio se está perdiendo, queremos formar a un par de chicos y aportar para que no desaparezca esta actividad”.

“El viaje a Vaca Muerta nos abrió la cabeza porque vimos un gran movimiento. No estamos trabajando nada para Vaca Muerta hoy pero fue fundamental porque nos abrió la cabeza, nos mostró el trabajo que se viene en el futuro, está todo por hacer”.

-¿Por qué ustedes a su edad se ponen a invertir y hacer cosas nuevas? ¿Por qué apuestan al país?

-Hay una necesidad imperiosa de cambiar las cosas, nosotros ponemos un granito de arena, hay que formar gente en todos los oficios. La escuela técnica hay que fortalecerla, formar buena mano de obra porque hoy las empresas no consiguen mano de obra. Todos tenemos que jugarnos por el país.