El mundo mágico del Zoo de América

El mundo mágico del Zoo de América

  Entre Jack y Titán pasaron 28 años. En ese tiempo Rivadavia pasó de ser un pequeño pueblito casi tapado por el agua a ser un distrito en cre

 

Entre Jack y Titán pasaron 28 años. En ese tiempo Rivadavia pasó de ser un pequeño pueblito casi tapado por el agua a ser un distrito en crecimiento y referente en temas como educación o ecología. En ese tiempo, el enorme vivero municipal pasó de ser una mancha verde a un pulmón ecológico que aporta sustentabilidad al hábitat y recursos económicos que se desprenden del turismo. En ese tiempo, la ciudad aprendió a convivir con hipopótamos, leones y tigres. En ese tiempo, un sueño; el de Adelmar Funk se convirtió en realidad.

Se trata del Complejo Ecológico América, ubicado en esa ciudad del distrito de Rivadavia. Su denominación más popular es el Zoológico de América, una cita obligada para los chicos de una amplia región.  Emplazado en un bosque de 354 hectáreas el CEA ofrece un paseo donde se recrean los ambientes naturales de diferentes especies, generando la sensación de ser parte de la naturaleza. La diferencia con los zoológicos tradicionales es que las actividades de conservación son el objetivo fundamental y las que justifican el mantenimiento de un refugio de animales y plantas. Para el cumplimiento de este fin, se realizan actividades educativas, así como también para grupos con capacidades diferentes y jubilados.

Adelmar Funk es el director del CEA. Este espacio surgió por un sueño propio. Es profesor en biología y tiene pasión por estudiar la naturaleza. De joven realizó experiencias de contacto con la naturaleza. Comenzó con pocos animales y hoy es un mundo de 40 hectáreas, 300 animales de diversas especies y 20 empleados.

Pero todo nació con Jack, un  pequeño puma. Cuenta la historia que Funk vendía camionetas y tractores hace 30 años, y que un cliente de General Villegas le pidió una camioneta difícil de conseguir. Cada visita que realizaba a América lo hacía con un puma al que pretendían domesticar y hacer comportar como un perro. “Les dije que si les conseguía la camioneta, me entregaran el puma, porque no lo estaban cuidando”.

Así comenzó a tomar forma el sueño. Se trata de un proyecto ambicioso que no se reduce sólo a mirar animales en términos recreativos. Su misión, es casi reescribir la historia porque buscan conservar especies en vías de extinción.

Es la tarde. Cae el sol en América. Dentro de las 354 hectáreas del vivero se vive un microclima. De fondo se escucha el rugido estremecedor de Titán, un león macho de gran porte que mete miedo, y es la última incorporación del Zoo. Adelmar hablará no menos de 30 minutos ininterrumpidos con la pasión que sólo él puede ponerle a estos temas y a pesar de todo el camino recorrido habla como si el trabajo estuviera a mitad de hacer. Ahora va por el zafari, por las piletas, y varios proyectos más.

El origen

“Para hacer conservación de especies hay que hacer investigación científica y educación. Está la parte recreativa que es la que nos permite recaudar fondos para hacer conservación”, explica en el comienzo.

La destrucción de los hábitat naturales, bosques, selvas, lagos, hace que los seres vivos se vayan extinguiendo y entonces el rol de las instituciones “como las nuestras se hace muy necesario. Ahora estamos haciendo un banco genético del yaguareté que es argentino y se está extinguiendo en algún momento acá habrá ejemplares para liberar y estamos intentando hacer lo mismo con el tapir, jote real y el guacamayo rojo. Empezamos con un sueño hace 28 años y hoy estamos acá”.

El CEA es una ONG pero sostiene una estructura muy onerosa que tiene como condicionante la región de pocos habitantes del noroeste bonaerense. Actualmente firmaron un convenio con la Universidad de La Pampa que señala que los estudiantes de veterinarias para recibirse tienen que hacer prácticas de 3 semanas en América.

Cuando se le preguntó por la mala prensa de los zoológicos y los animales encerrados, Funk responde: “No me gustan los animales encerrados, pero para conservar los genes o lo hacés con los seres vivos o en nitrógeno líquido que nadie se hace cargo de eso. Nosotros sostenemos el animal vivo, y esos genes que puede ser imprescindible el día que recuperemos los bosques y las selvas y los podamos soltar”. También hay mala prensa “porque mucha gente hizo cosas mal, no se hizo conservación, no se hizo investigación científica ni educación. Antes nadie se culpaba por tener un león detrás de las rejas, los paradigmas cambiaron”.

Educación

El CEA tiene un gran trabajo educativo y la mayoría de las escuelas de la región visitan sus instalaciones. “Los chicos son los que más conciencia tienen sobre la extinción de especies y tala de bosques. Nosotros trabajamos mucho con las escuelas y las líneas son conservación, para eso hay que hacer investigación científica, educación y recreación. Es muy difícil que uno por sí solo salve una especie animal pero un granito de arena podemos aportar y en ese camino estamos nosotros”.

El gran valor agregado del Zoo de América es que se trata de una caminata de no menos de 4 kilómetros en la que los ambientes se van abriendo y los animales están en hábitat lo más parecido posible a su condición natural. No hay leones en una jaula de 4 metros, sino en una hectárea y media.

Otro dato que sobresale es el aporte que le hizo al turismo. Hablar de América hoy es hablar del CEA o Zoo, el buscador de internet lo devuelve como datos asociados. “Rivadavia se relaciona con el complejo, con el bosque que tiene 354 hectáreas es el más grande de Argentina cultivado por el hombre y que más especies tiene”.

El recorrido turístico por la parte del Zoo es muy grande y se pueden ver más de 300 animales entre monos, hipopótamos, leones, pumas, tigres, ciervos, cóndores, buitres, reptiles, y ahora están por llegar los alligators, que son una especie parecida al cocodrilo.

El sol ya no se ve. Entra la noche y en la inmensidad del CEA sólo se escucha el rugido de Titán, que nos acompaña hasta la salida. Se cierra otro día de una historia de 28 años, de animales, leones y sueños. De gente dispuesta a conservar la naturaleza y convertir una pequeña idea en un mundo mágico donde todo es posible.

 

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