En una nota que lleva el título “Trenque Lauquen: polémica porque no dejan ir a dos nenes a la escuela” el diario nacional se ocupó de los casos del
En una nota que lleva el título “Trenque Lauquen: polémica porque no dejan ir a dos nenes a la escuela” el diario nacional se ocupó de los casos del Colegio Los Médanos en donde a dos chicos que pertenecen al grupo de riesgo y por protocolo Covid no les permiten asistir. El tema fue adelanto exclusivo de OESTE BA el jueves.
Esta es la nota de Clarín: “Pappo tiene 6 años y quería empezar las clases sentado en uno de los pupitres que estrenaba su colegio. Estaba entusiasmado con armar un nuevo grupo de amigos después de un año de clases virtuales, por Zoom, con cuadernillos y desde casa. Pudo conocer o reencontrarse con sus compañeros de burbuja los primeros tres días, pero la emoción se interrumpió en forma abrupta. Este jueves, los directivos no le permitieron continuar con la incipiente presencialidad en el segundo año de primaria del colegio Fundación Los Médanos, de Trenque Lauquen.
Ocurre que Pappo es diabético grado 1. Tiene esa patología desde los 20 meses de vida, cuando la detectaron sus padres. Pero pudo hacer el nivel inicial sin dificultades porque –a criterio de su pediatra- no se trata de una “enfermedad de riesgo”. Y así lo escribió en la declaración jurada su madre, Luz Battilana, cuando se presentó a las reuniones previas al reinicio del ciclo lectivo.
Un exceso de rigurosidad en la interpretación del Plan Jurisdiccional de la Provincia para el Regreso a Clases Seguras hizo que la inspectora solicitara a los directivos del colegio que impidieran la entrada del alumno. El niño no pudo volver a su burbuja. “Es insólita la decisión. A mi hijo lo discriminaron de una manera absurda, porque nosotros sabemos cómo cuidarlo y estamos seguros que en la escuela no corre ningún riesgo”, dijo a Clarín la madre del nene.
“Que ironía: tanta campaña contra el bullying y desde el Ministerio de Educación lo fomentan de esta manera”, escribió Battilana en Instagram, con una foto de su hijo.
“Hasta que no se resuelva el trámite administrativo en la Dirección General de Escuelas no podemos dejarlo ingresar”, les explicaron los representantes legales a los padres. Es que la inspectora del área de educación privada de Trenque Lauquen, Estela Farías, elevó un informe sobre la situación que considera de “incumplimiento” de los protocolos dispuestos por la Provincia para la reanudación de clases en pandemia.
En el mismo establecimiento hay otro caso similar. Salvador, un amigo de “Pappo”, también tuvo que abandonar la nueva normalidad educativa a tres días de iniciado el ciclo lectivo. Igual que Luz Battilana, su familia expuso el episodio en las redes sociales. “Salva estaba contento en su primer día. Pero nos llamaron del colegio para decirnos que por un decreto establecía que no podía volver porque es de riesgo. Sí, él esta inmunodeprimido por problemas renales, pero nosotros como padres, los médicos y la Asociación Argentina de Pediatría recomiendan la presencialidad en estos casos”, se quejaron.
Salvador recibió un trasplante de riñón hace tres años. El equipo de nefrólogos les explicó a los padres que podría retomar la actividad presencial sin inconvenientes ni peligro para él o sus compañeros.
El instructivo que elaboró Escuelas para la vuelta a los colegios tiene puntos grises. La “dispensa” para alumnos con patologías prevalentes es uno de ellos. “La continuidad pedagógica y la participación de estudiantes con condiciones de salud crónicas y/o discapacidad, y de las estudiantes embarazadas será garantizada a través de materiales impresos y/o publicados en la plataforma educativa “Continuemos estudiando”, evaluando en cada caso la importancia del retorno a la escuela, la necesidad de apoyo y acompañamiento y las condiciones sanitarias y de seguridad específicas que se requieran”, detalla el punto 4.4 del extenso protocolo provincial.
Queda liberada a la interpretación de los directivos el permiso para ingresar a los edificios escolares. En un colegio privado platense dijeron a Clarín que “los menores con enfermedades crónicas que previo a la pandemia asistían al aula lo pueden seguir haciendo, si los padres lo autorizan”.
En un establecimiento público de Ignacio Correas, cerca de la capital provincial, dos niños asmáticos continúan con el régimen de virtualidad en una decisión que avalan sus padres. Es decir: quedan abiertas todas las variantes.
En uno de los gremios docentes bonaerenses explicaron que “resulta lógico que con una patología de base, el alumno no integre el programa de presencialidad. Más en medio de la pandemia”. No obstante aclararon que en la declaración jurada que deben firmar los padres se puede incorporar esta información para que lo evalúen los directivos.
“Esta todo mal confeccionado. Por eso vamos a exigir que revisen la decisión”, adelantó Battilana. Hasta tanto, “Pappo” volverá a la virtualidad. Tendrá que ver cómo su hermanita de 4 años se calza todos los días el pintor para asistir al jardín. Deberá volver a esperar una nueva oportunidad para ocupar ese pupitre flamante, en su burbuja de segundo grado.
Nota diario Clarín