El gremio docente Udocba salió ayer a pedir por la exención de la presencialidad en las escuelas de la provincia de Buenos Aires en el marco del crecimiento de casos de coronavirus y luego de que el Gobierno dispusiera el teletrabajo para la administración pública nacional.
“Es momento de cerrar por lo menos en Semana Santa y después ver”, le dijo a DIB Miguel Díaz, el titular de Udocba, la organización alineada a la CGT que desde un inicio del ciclo lectivo se mostró reacia al respecto de la vuelta a la presencialidad.
El sindicalista consideró que “no tiene ningún sentido” la presencialidad ya que “es una revinculación nada más” y “en lo pedagógico no da ningún fruto”.
Díaz pidió “dejar de arriesgar la vida de los pibes y de los docentes”. “Es altamente grave la situación de los compañeros docentes que también tienen familia”, subrayó.
Asimismo, coincidió con lo informado con Nación sobre que las situaciones más alarmantes en la provincia se viven en los distritos de Avellaneda, Berazategui, Campana, Cañuelas, Chivilcoy, Ensenada, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General Alvarado, General San Martín, Hurlingham, José C. Paz, La Plata, Lanús, Malvinas Argentinas, Morón, Necochea, Olavarría, Pilar, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Trenque Lauquen y Vicente López.
“Esos distritos son paralelos, se da la misma situación en las escuelas”, explicó el gremialista.
La idea de suspender las clases presenciales en vísperas de Semana Santa también fue planteada hoy por el diputado oficialista Leopoldo Moreau. “No es dramático y es una pausa de siete días importante para frenar la alta circulación del virus”, indicó.
DIB