Un gran debate instalado a escala nacional sobre la Educación Sexual Integral (ESI) cobró vigencia en los últimos días luego de conocerse algunas modi
Un gran debate instalado a escala nacional sobre la Educación Sexual Integral (ESI) cobró vigencia en los últimos días luego de conocerse algunas modificaciones que se intentan introducir al plan de estudios que desde el 2006 se dicta en las escuelas por la ley nacional 26.150. Sin embargo, los profesionales de la salud hablan de evitar las grietas porque subyacen problemáticas como embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual que sólo se pueden “atacar” con más educación.
No es una tarea fácil en nuestro país gambetear la rivalidad histórica y ponernos a trabajar en serio en problemas de fondo. Por eso fuimos a visitar al Hospital Municipal de Salliqueló a un grupo de mujeres que trabajan fuerte en este tema y se compromete con los jóvenes. Se trata de Juliana Romano, Rosalba Vargas y Andrea Vidaurre, Ginecóloga, obstétrica y pediatra respectivamente.
“Venimos trabajando desde el equipo de salud comunitaria con la realización de talleres a nivel de distintos niveles educativos y lo venimos haciendo de manera sostenida y planificada desde el 2012 trabajamos en equipo con médicos, obstétricos, enfermeros, pediatras y todo el personal de los CAPS”, dijeron las profesionales.
Rescataron la letra de la ley que dijeron es buena y que los resultados en Salliqueló son positivos porque “no sólo se habla del aparato reproductor y las relaciones, sino del respeto, los valores, cosas importantes en comunidad”. Dijeron que las escuelas y los docentes “produjeron un gran cambio”.
“No hay que pelear tanto, tenemos que salir del River – Boca porque tenemos problemas como el embarazo adolescente, no tenemos que poner energía en esos debates sino en trabajar y tener acciones todos los días. Ningún sector puede decir que es algo bueno que una nena de 15 años sea madre, así que tenemos que ponernos a trabajar. Nos gusta ponernos la camiseta para pelear y creer que somos parte, la verdad es que la transformación es en los hechos, no hay que dividir”, dijeron con firmeza.
Señalaron que en esa comunidad “está en marcha un proceso en el que nosotros fuimos punta de lanza y lo sostenemos en el tiempo. El rol de la familia es fundamental, no se puede delegar en el otro estas cosas. Como padres podemos colaborar en esto y si algo no lo sé vemos a un ginecólogo. Este era un tema tabú y ahora hay que abordarlo. Hay también cuestiones de tipo generacional con las que tenemos que seguir trabajando”.