Con 34 años Ezequiel Corea es mucho más que una esperanza para el deporte trenquelauquense. Hoy este profesor de educación física, proveniente de 9 de
Con 34 años Ezequiel Corea es mucho más que una esperanza para el deporte trenquelauquense. Hoy este profesor de educación física, proveniente de 9 de Julio, es el responsable de la puesta a punto de los deportistas de elite más destacados de la ciudad y de un lote de potenciales nuevos valores que brillarán en un corto plazo en distintas disciplinas. Los logros obtenidos en este 2018, lo ubican como uno de los sucesores del recordado profesor Carlos Llera.
Pero a pesar de todas las mieles del éxito que le llegaron en el año que se va, a Ezequiel no le gusta mucho la exposición mediática aunque acepta la charla con Oeste BA para hablar de su vida vinculada al deporte. Para los que no lo conocen, es el responsable de la preparación física de Sergio Alaux, Laura Griffa, Felipe Bernasconi y Jerónimo Butti, entre otros, y entrena además a unos 50 deportistas amateurs.
Corea viene de una familia de deportistas. Fue jugador de fútbol, pero su abuelo fue ciclista y su padre fue un boxeador profesional, y como la mayoría de los nuevejulienses creció en el autódromo mirando carreras del Flaco Traverso y otras leyendas. De ahí su versatilidad con las disciplinas. Su edad y su formación lo ponen a la vanguardia de nuevas tendencias que diagrama en su gimnasio Kinesport, y sostiene que el secreto es conocer al deportista y que en la máxima competencia la diferencia la hace la cuestión anímica y emocional.
-¿Qué balance hacés del 2018?
-Un año demasiado positivo, muy contento porque tuvimos muy buenos resultados. Sergio Alaux obtuvo podios, Laura Griffa retuvo sus títulos argentinos y sudamericanos y tuvo su chance mundalista; Jerónimo Butti (pelota a paleta) estuvo en el mundial de mayores con 17 años; Felipe Bernasconi (karting) fue subcampeón sudamericano y compitió en EE.UU.; Franco Mávolo (atletismo) logró una medalla de bronce en Brasil, y hacemos complementos de otros deportistas como Melina Eloy (taekwondo), Natalia Velàzquez y Paula Griffa a las que les hago sólo la parte de fuerza específica.
Y ahora en esta época nos dedicamos a los jugadores de AFA como Fermín Holgado (Olimpo), Cristian Alvarez (América de Cali), Alexis Vega (Chile), Gianluca Albano (Aldosivi). Además Fernando Sayago obtuvo su licencia profesional de box así que se inicia un capítulo nuevo para él a quien venimos acompañando desde su etapa amateur.
Muy positivo porque pudimos lograr alumnos desde lo local, nacional e internacional y tenemos un grupo de atletas que no son profesionales y que guiamos para que puedan cumplir sus objetivos evitando lesiones y disfrutando.
-Entonces hay dos etapas bien marcadas. Los deportistas de elite y los amateur.
-No fue la intención, se fue dando así. Se fueron dando buenos resultados con distintas disciplinas eso nos marcó que estamos haciendo las cosas bien.
Tratamos que los que hacen el deporte no de manera profesional llevarlos de a poco y sobre los objetivos que ellos se proponen.
-¿Se separa lo anímico de lo deportivo?
-No, hoy no. Nosotros trabamos con kinesiólogos, nutricionistas, deportólogos, psicólogos. En el alto rendimiento muchas veces la diferencia lo hace lo emocional, en el punto de quiebre, cuando hay presión, en ese momento se comete un error importante. Un deportista de elite no tiene problemas físicos, sería muy raro que tenga ese problema. Llegan en su mejor momento, entonces lo emocional es muy importante.
-¿Y dónde entrás vos?
-Yo hice terapia para poder acompañar a deportistas. El secreto es conocer la persona que entreno; sé cómo llegar a cada uno, intervenir en el momento justo cuando se bajonean, cuando se perdió el objetivo y devolverle la confianza, deben tener la mejor autoestima para lograr sus metas.
-Con este 2018, ¿qué te propones para el año próximo?
-Sostener lo alcanzado no es fácil. Nosotros tenemos bien marcado el trabajo para los deportistas profesionales, para los amateurs y para aquellos que tienen que realizar una rehabilitación. Tenemos distintos objetivos para cada uno.
Esto lo sostiene la gente, los amateur, la población general como le decimos nosotros. Porque entienden que uno tiene que viajar, que el grupo está solido, y participan y son parte.
-¿Qué cantidad de alumnos tenés en Kinesport?
-Nosotros trabajos a largo plazo pero muchos vienen en búsqueda de un plan a corto plazo y entonces fluctúan los que participan, pero somos más de 50 personas.
-¿Cómo te vinculás al deporte? ¿Cuál es tu historia?
-Soy de 9 de Julio, y siempre jugué al fútbol. Después me fui a estudiar. Mi abuelo fue ciclista, mi tío jugador de fútbol, mi viejo boxeador profesional y Néstor Ferrario fue su técnico que hoy es el entrenador de Laura, y mi abuelo me llevaba siempre a las carreras de automovilismo de 9 de julio.
El resto de las disciplinas las fuimos aprendiendo. Cada deportista tiene su entrenador, yo soy como el motorista del auto, apunto al motor, que lo físico responda. Mi familia siempre estuvo vinculado al deporte por eso estudié educación físico.
-Por la cantidad de deportistas y los logros de alguna manera sos el sucesor de Carlos Llera.
-El fue un gran referente y pude estar en contacto con él en la última etapa. Lo conocí en Argentino, era un profe práctico y él me decía que tenía que entender al deportista para poder entrenarlo. Hoy pongo en práctica esas cosas que me enseñó y me fue puliendo con su experiencia en distintas charlas en su casa.
-¿Trenque Lauquen sabe la calidad de deportistas que tiene? ¿Los reconoce?
-Es difícil porque hay un deportista destacado por cada disciplina. Y además no siempre el resultado llega. Hay deportistas que entrenan todo el año, no hacen ningún desarreglo y están siempre compitiendo pero el resultado no se da y la gente quizás eso no lo ve.
Me tocó ver cómo la gente sigue a Laura o Sergio, son referentes. A veces creo que a los deportistas les falta más acompañamiento de la comunidad. Te doy un ejemplo, el diario Olé publicó que el jugador de Lanús (Pedro Pepo De la Vega) no viajó a Bariloche para jugar en Lanús, y Jerónimo Butti hizo lo mismo, se fue a competir con la selección de mayores y no fue con su escuela de viaje de egresado. Eso la gente no lo sabe.
-Y no salió en Olé.
-Claro, lo que pasa es que a veces no hay una información especializada en esta materia entonces muchas cosas no se saben.
-¿Cuál es tu lugar cuando tus deportistas se cuelgan una medalla o levantan una copa?
-Soy parte del equipo. Yo me estreso, me pongo nervioso y me pongo mal cuando mis deportistas compiten. Obviamente lo tengo que disimular para no transmitirles, pero se vive así. Yo soy una parte de sus equipos, todos tienen entrenadores afuera, pero todos estamos conectados y comunicados para obtener los mejores resultados. Si alguien del equipo no cumple su papel se nota. Y no siempre con resultado porque a veces hacés las cosas bien y te va mal.
-Sé que te han propuesto integrar la política y sumar para el deporte. ¿Te imaginás en ese lugar?
-Hoy siento que no estoy en esa etapa. Hoy estoy para poner el cuerpo en este lugar. Sé que no está fuera de mis posibilidades el día de mañana. En el futuro me gustaría transmitir lo que pueda alcanzar y lograr en la carrera. Sé que en algún momento eso sucederá, pero no es hoy.