Hace dos años, una ruidosa manifestación céntrica puso sobre la mesa una herida abierta en la sociedad sobre la que no se hablaba: los abusos sexuales a menores de edad. Un grupo de mujeres salió a la calle, cargó carteles con fotos de los hombres procesados por este delito y se cargó al hombro una lucha que a pesar del camino transitado deja aún la sensación que la justicia no termina de llegar.
Lorena Campelo y Patricia Larrosa hablaron anoche en el programa ENFOQUE POLÍTICO DE CANAL 12 LA TV PÚBLICA REGIONAL del camino transitado. En este tiempo, acompañaron el proceso de 70 causas en las que se dictaron 19 sentencias, aunque la mayoría de ellas están “en suspenso” o apeladas por lo que muy pocos cumplen condena tras las rejas.
“Se cumplen 2 años recorriendo las calles y pidiendo justicia, hemos hecho un largo recorrido y con mucho apoyo pero sigue faltando las condenas reales, a veces hay condenas sociales y otras veces no, pero para nosotros todos los abusos todos son iguales” dijo Larrosa anoche en la TV.
“Hay condenados, hay familiares de víctimas que caminan las calles, estas personas son terriblemente malas para nuestros hijos, en algún momento nos sentimos solas pero ahora estamos nuevamente sintiéndonos más fuertes cada día aprendemos más de las cosas, de las leyes que no son tan malas, a veces es la interpretación de los jueces o camaristas que no tienen perspectiva” agregó.
Por su parte, Lorena Campelo dijo: “Sostenerse 2 años no es fácil, fue una irrupción desesperada, con nuestras historias y despertares porque fuimos educados con una cultura o familias que implicaban no hablar de determinadas cosas, como ocurre en las ciudades chicas que pensamos que los problemas son de los demás. Nos despertamos abruptamente cuando alguien de nuestra familia habla de lo que le hicieron”.
“Yo antes miraba para otro lado, para mi también fue un despertar, hasta que en mi familia no me dijeron ‘mamá pasó esto, mamá fue esta persona la que me hizo mal’, no podes entender la situación. Todas las víctimas tienen sus tiempos y sus formas, independientemente de la edad, sexo, clase social o su historia, cuando se acercan les decimos yo te creo”.
CONDENA SOCIAL
Larrosa aclaró por qué publican los rostros de las personas condenadas “no todas las caras gustan en la sociedad, a veces cuando publicamos un rostro de un abusador algunos nos critican. Podemos decir que hay abusadores que caminan las mismas calles que sus víctimas, que tienen condenas en suspenso o condenas apeladas”.
No toda la sociedad termina de entender la lucha de estas familias. “A veces leemos críticas en las redes sociales, a veces nos agarran mejor paradas que otras, pero entendemos que cuesta ver la situación, a nosotros nos costó ver hasta que una hija nos dijo quien le había hecho daño y era alguien muy cercano”, dijo Campelo.
Y siguió: “Nosotros visibilizamos los rostros cuando son imputados o condenados, nosotros nos resolvemos las condenas. En estos 2 años fueron 70 familias, 70 causas las que estamos siguiendo. La mayoría son abusos hacia menores y la mayoría niñas; la mayor parte son abusadores hombres y la mayor parte son relaciones familiares o del entorno familiar”. También dijo “se nos juzga, algunos dicen que queremos plata. Son juicios penales no se recibe plata, lo hacemos por un compromiso que al principio fue personal y ahora es colectivo”.
“Tampoco promovemos la condena social, solo pedimos respeto y empatía. Muchas madres nos piden perdón por no haberse sumado antes; hasta que no le toca a muchas personas no se dan cuenta de esta lucha. Yo también estuve del otro lado, también juzgué, también decía pobre gente y me quedaba, ahora sé que 1 de cada 5 niñas puede ser víctima y 1 de 10 niños, y casi siempre es intrafamiliar, esto nos puede pasar a todos”.
De las 70 causas “la mitad está en etapa de instrucción, se aplicaron 19 condenas, la mayor parte en suspenso es decir están en libertad condicional ¿Cómo puede sentirse la familia? no nos queda otra que publicar su rostro”, indicó.
Agregaron: “La justicia está en falta, los abusadores tienen más beneficios que las víctimas. Existe la condena social porque la justicia no es plena, los abusadores no pueden andar en la calle con nosotros”. No se pueden “poner más excusas el Estado tiene que dar respuesta, hemos logrado vínculo con algunos sectores de la Justicia como víctimas eso no nos da privilegios, lo digo porque algunos abogados defensores apelan a cualquier cosa con tal de lograr condenas más bajas, no se puede entender cómo recurren a dañar a las familias de las víctimas”.
“Nosotros elegimos estar acá, no tenemos vergüenza ni culpa, no somos las responsables de la situación, hemos escuchado algunos que dicen que las madres de los abusadores sufren porque son juzgados”.
“Recuperar la víctima es difícil pero no imposible, lo más difícil es que las familias no acompañen, el descreimiento del entorno familiar es lo peor que le puede pasar a los chicos. El que se les dé vuelta la cara, se las estigmatice eso daña más que los hechos a los que fueron vulnerados”.









