Hace poco más de un mes (17/11/2022), la periodista Luciana Bertoia publicaba en el diario Página 12 una nota titulada: «El juez Rafecas ordenó detener a ocho represores del Regimiento de Patricios». Una buena noticia para quienes luchamos por Verdad y Justicia en relación con el genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar, pero que en principio no parecía tener mayor importancia para Trenque Lauquen. Sin embargo, con el correr de las horas y días sabríamos que un hijo de nuestra ciudad era protagonista de estos crímenes contra la humanidad.
La nota escrita por Luciana decía: «El juez federal Daniel Rafecas ordenó la detención de ocho militares retirados que actuaron en el Regimiento de Infantería “Patricios” durante la última dictadura. El lugar fue la sede del Comando del Primer Cuerpo de Ejército, la cabeza del Área II de Capital Federal y, según distintos testimonios, habría funcionado como un campo de concentración. A los represores se los acusa tanto por liberar la zona para que las distintas fuerzas pudieron llevar a cabo los secuestros que tenían planificados como por los tormentos que sufrieron quienes fueron llevados a ese centro de detención. (…) Los detenidos hasta el momento son Alfonso Agustín Reuther, Héctor Ranfagni, Jorge Rubén Farinella, Héctor Sergio Mónaco, Carlos Washington Urqueta, Ramón Manuel Vega y Hugo López“.
¿Qué conexión tiene esta noticia con Trenque Lauquen? Una vinculación tenebrosa, ya que Héctor Sergio Mónaco es nativo de nuestra ciudad, y también lo son dos de sus víctimas: Riki Frank y Yoyi Martínez. A Mónaco se le acaba de dictar el procesamiento con prisión preventiva por «considerarlo partícipe necesario prima facie responsable del delito de privación ilegal de la libertad, agravada por haber sido cometida mediando violencia o amenazas, reiterado en dieciocho (18) oportunidades (…) en concurso ideal con el delito de aplicación de tormentos, reiterado en dos (2) oportunidades»; el auto firmado por el juez Daniel Rafecas también le impone un embargo sobre bienes o dinero hasta cubrir la suma de cuatro millones cuatrocientos mil pesos. Por el momento permanece con el beneficio de prisión domiciliaria.
Según cuenta Lidia Frank, shockeada por las novedades judiciales de fin de año en esta causa, Mónaco era su amigo cuando transitaban la adolescencia; luego el ahora acusado de terrorismo de Estado se fue a estudiar al Colegio Militar y ya no tuvieron contacto.
Una vez más se llega a la conclusión que la comunidad de Trenque Lauquen jamás podrá sentirse ajena a la tragedia del genocidio argentino ejecutado entre 1976 y 1983: entre sus vecinos hubo numerosas víctimas y, lo que resulta inefable – o casi imposible de poner en palabras – por su atrocidad, al parecer también ha habido verdugos.
Texto de la Comisión por los Derechos Humanos de Trenque Lauquen.
