Loco del aire: Ruben Spinolo un piloto de avión que promociona la actividad en la ciudad

Loco del aire: Ruben Spinolo un piloto de avión que promociona la actividad en la ciudad

Son las siete de la tarde de un domingo y el avión piloteado por Ruben Spinolo viaja de aquí para allá en el cielo de la ciudad. Todos los fines d

Son las siete de la tarde de un domingo y el avión piloteado por Ruben Spinolo viaja de aquí para allá en el cielo de la ciudad. Todos los fines de semana cumple con los vuelos de bautismo, como denomina el recorrido turístico desde lo alto que cumple semanalmente con los que concurren al Aeródromo para ese paseo.
Ruben Spinolo es el presidente del Aero Club trenquelauquense y un apasionado de la actividad de vuelo. En una entrevista con FM Tiempo destacó el trabajo de la institución local.
“Es el semillero donde se forman normalmente más del 90% de los pilotos que integran una línea aérea o la aviación militar. Es la cuna de la aviación”, dijo.
En actividad en Trenque Lauquen “debe haber más o menos 25 a 30 personas pero pilotos hay muchos más. Mucha gente sólo hace el curso para saldar una deuda pendiente en su vida y otros para tener su propio avión y hacer viajes de paseo”. El club local “está muy bien posicionado en relación a otras en cuanto a actividad y participantes”.
Además de formar pilotos “también se presta el servicio de taxi aéreo y el vuelo de bautismo que es generalmente el primer eslabón que realiza alguien que luego se hará piloto”.
Spinolo cuenta que nació arriba de un avión. “Mi tío Rubén Toniolo es piloto muy conocido y me crié con él, me siento más seguro volando que andando en auto en la ruta. Hay gente en Trenque Lauquen que tiene su propia aeronave deportiva utilitaria para 4 pasajeros y viaja así. El valor de una unidad es como un auto de alta gama y mantenerlo es más económico que mantener una camioneta”.
Entonces muchas personas tienen el curso “y viajan así. Te sale más barato, vas más seguro y ganas en tiempo”. También dijo que hay “mucho tabú sobre el vuelo, antes los pilotos te hacían pensar que era algo muy difícil. La realidad es que no tenes que ir a la Nasa para volar un avión, lo puede hacer cualquiera”.
La pista del aeroclub “está operable, si bien no está 10 puntos se mantiene con la gente del club. Es una pista provincial de asfalto con 1200 metros de largo por 30 de ancho es una pista que se puede operar nocturnamente como ya lo habrás visto bien muchos vuelos sanitarios que esa la lo que nosotros siempre queremos es tenerla bien por ese motivo. La mantenemos a pulmón y la municipalidad nos presta la barredora”.
-¿Tenés historias de toda la gente que llevas en los vuelos de bautismo?
-Hay varias historias pero dos de ellas son muy fuertes. Una antes de la pandemia el vuelo reservado para la hija de un matrimonio que me contactaron, en el vuelo todos lloraban, y cuando les pregunto si estaban bien me contaron que su hija había nacido no vidente, se había operado en otro país y recién llegada hizo el vuelo para ver la ciudad desde arriba, quería experimentar la sensación del vuelo con visión. Y hace poco una chica no vidente, hizo el vuelo con su padre y ella experimentaba el vuelo así, son cosas fuertes que te pasan y son muy fuertes. También tuve casos que pidieron matrimonio arriba del avión, nunca paso nada malo afortunadamente.