La Querencia abrió su nuevo local: una cita impostergable en la ruta del alfajor

La Querencia abrió su nuevo local: una cita impostergable en la ruta del alfajor

La Querencia no para de crecer. Ayer el día de San Valentín abrió su nuevo local en calle Monferrand y en un momento de incertidumbre y crisis en el p

La Querencia no para de crecer. Ayer el día de San Valentín abrió su nuevo local en calle Monferrand y en un momento de incertidumbre y crisis en el país, decidió apostar por el futuro, comprar nuevo equipamiento y pensar en metas más altas, para el alfajor artesanal que se ganó un lugar en el muy competitivo mercado local de la producción dulce.
La historia de Romina Nasiff ya la contamos en otra oportunidad. La profesora de biología decidió ocupar su tiempo en pandemia y dejar volar un hobby de la cocina dulce, comenzó elaborando alfajores para familiares y amigos, hasta que el mercado le pidió ampliarse y alquiló su primer local. En ese momento compitió en el mundial del alfajor representando a Trenque Lauquen y desde ese momento todo fueron buenas noticias, al punto tal que muchos de los visitantes eligen su producto como artesanal y autóctono.
Ayer le contó a este diario que decidió cambiar de local porque el nuevo es más espacioso y mudó allí también la fabricación. “La empresa creció mucho porque nos empezamos a hacer conocidos y mucha gente de aquí nos elige para regalar algo característico de la ciudad” dijo la vecina.
En este sentido, destacó el logro alcanzado en poco tiempo y hacerse un lugar en un mercado habitado por empresas muy tradicionales en nuestro distrito.
“Empezamos muy de a poco vendiendo a amigos, hacíamos delivery porque era el aislamiento de pandemia, fuimos creciendo de a poco hasta que decidimos alquilar un local y salir de la cocina de nuestra casa que ya la habíamos tomado totalmente”, ríe cuando recuerda.
Todo ese camino de crecimiento se hizo en muy poco tiempo. Desde el inicio por el hobby hasta el presente pasaron 4 años, dos de ellos en pandemia.
En otro tramo contó que se prepara la temporada alta, tras la Semana Santa, y para ello invirtieron y compraron nuevo equipamiento para intensificar la producción. “Además de nuestro local hay reventa porque en muchos lugares se puede conseguir como confiterías y locales comerciales”.
Cuando se le pregunta por la inversión en este contexto económico tan difícil, respondió que las fuerzas se la dan sus compradores “es lo que te da la gente. Para nosotros que venga un vecino y nos diga que envió una caja a España o que vengan de otras ciudades a buscar el producto nos inspira y motiva para seguir y proyectar hacia adelante”, destacó la importancia de “los comentarios que nos devuelven y algunos hasta nos piden abrir un local en Mar del Plata”.
Hoy ofrece 15 variedades del alfajor artesanal y muy buen precio. Una empresa local que nació casi por casualidad, creció con esfuerzo y empuje, y hoy mira el futuro con optimismo.
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