Fernando Angulo, en el nombre de la música

Fernando Angulo, en el nombre de la música

Fernando Angulo está próximo a convertirse en director orquestal, un título que coronará de alguna manera la búsqueda de su corta pero intensa vid

Fernando Angulo está próximo a convertirse en director orquestal, un título que coronará de alguna manera la búsqueda de su corta pero intensa vida musical que inició aquí en la Escuela de Música y que lo ha llevado por distintos destinos de los laberintos musicales y la exploración constante por la perfección y el sonido.
Con 23 años mantiene la frescura del niño que todos supimos conocer aquí por sus sobresalientes actuaciones en la Escuela de Música y por su impronta en medios de comunicación donde siguió los pasos de su padre el locutor Fredy Angulo, en los primeros años de su juventud.
Pero su presente es otro, y en una entrevista con FM Tiempo repasó los recortes del collage con el compone las notas de su vida aquí, allá y de lo que vendrá.
-Si estarás recibido ya para el próximo año de director orquestal, ¿deberemos llamarte maestro?
-No, no. Es demasiado grande la palabra.
Aunque prefiere ponerle límite temporal al tema de los títulos y los diplomas, Fernando ya trabaja dirigiendo y enseñando en orquestas juveniles e infantiles en el Conurbano bonaerense. “En estos últimos años se desarrolla en el país un programa de orquestas infantiles en todo el país y eso no sólo da trabajo a mucha gente sino que permite a los chicos a formarse en la música, es muy similar a lo que ocurre aquí con la escuela de música” por eso trabaja en ciudades y barrios en los que se vive la realidad, real. “Van chicos de todos los barrios con todas las características y condiciones, allí ves toda la realidad. Te cruzas con gente que viene de otras realidades y que eso enriquece y están todos ahí por un fin común que es la música, que eso es lo más importante”.
-A veces no se reconoce ese fin social de la cultura, ¿no? Sí tiene mucho más énfasis lo que el deporte hace por los chicos.
-Sí, las dos cosas, el deporte y la cultura en los lugares difíciles son espacios de contención para chicos y para grandes también, y es cierto que se reconoce menos a la cultura porque muchas veces en lo relacionado a la música académica o la música clásica, donde los chicos estudian violín por ejemplo, se ve como una cuestión elitista, que solamente la gente que tiene mucha plata o que tiene una posición acomodada puede estudiar ese instrumento, o se cree que un chico de un barrio profundo no puede llegar al Teatro Colón. Pero no es verdad, hay muchos casos desde que este programa existe de chicos que están en las grandes orquestas de Argentina. Desmitificar todos estos mitos es una tarea de nosotros los más jóvenes, sacar esa cuestión elitista que puede llegar a tener la música clásica. Pero al fin y al cabo es música.
-Hay mucho mito sobre la música académica.
-Sí, se cree que es para clases acomodadas o gente muy culta, pero nada de eso es verdad, todo el mundo puede disfrutar la música. Es verdad que hay algunas cuestiones como el silencio o la orquesta vestida de traje, pero la música es música al fin y al cabo y cualquiera lo puede disfrutar, son mitos culturales que están instalados.
-Vos también disfrutas de la música popular.
-Claro, muchos hacen el camino inverso vienen del folclore o el rock y terminan en la música académica, a nosotros los más jóvenes nos toca sacar el mito y acercar la música a la gente.
-También estás trabajando en la orquesta académica de la universidad ¿dónde te imaginás o dónde querés llegar en el futuro?
-Es difícil pensarlo, me imagino y me veo tocando alguna vez en mi vida en el Colón o en el CCK, me veo en esos lugares. Pero requiere obviamente de estudio, de capacitación, de tiempo, no se llega tan fácil como uno cree, pero con esfuerzo y con estudio y trabajo se consigue. Sí creo que me gustaría dedicarme a dirigir orquestas profesionales y también me gusta la docencia.
-Te gusta todo lo que esté vinculado a la música.
-A mí me gusta hacer música, esa es la cuestión. Nunca me quedé en un lugar quieto, encerrado, siempre traté de buscar otros lugares y otras cosas, porque me gusta hacer música y me gusta compartir con gente. Como director estoy todo el tiempo con gente, sabes, tengo a veces 40 chicos o 40 grandes enfrente mío y con ellos estoy permanentemente entablando un vínculo, una relación y comunicando y tratando de hacer música.
RECUERDOS QUE NO VOY A OLVIDAR
Fernando comenzó con la música a los 8 años en la Escuela de Música de Trenque Lauquen y nunca paró. “Estudié violín y cuando terminé el secundario tenía que tomar la decisión y allí fue importante el papel de Daniel Virzi que siempre yo le agradezco realmente todo lo que ha hecho por la cultura, por la escuela de música y también en mi vida personal. Digo, ha sido mi maestro, mi mentor desde que tengo uso de razón en la música. Me hizo ver que tenía que dirección porque era lo que ya estaba haciendo sin darme cuenta”.
“Estaba haciendo en ese momento varias cosas, estaba tomando decisiones, pero yo no lo hacía realmente consciente de lo que estaba pasando. Y me puse a pensar y dije es verdad, esto es lo mío”. En la actualidad dirige música sinfónica con orquesta y también ópera.
El año pasado ganó un concurso en Río Negro “es una gran oportunidad, yo con 22 años tuve la oportunidad de pararme delante de una orquesta profesional, con gente que sabe mucho más que yo”.
Destacó la formación local en orquestas y coros y la “política de Estado de continuar con la Escuela de Música a lo largo de los años, eso debería pasar en el orden nacional que no todo comience nuevamente cada 4 años”.