La camioneta de Sebastián “Corcho” González es como una oficina en movimiento, con carpetas, planos, dibujos y presupuestos a mano. “Mirá, así
La camioneta de Sebastián “Corcho” González es como una oficina en movimiento, con carpetas, planos, dibujos y presupuestos a mano. “Mirá, así va a quedar este edificio”, dice y extiende la mano con una carpeta de tapa transparente que deja ver las fotos a todo color de una imponente torre con diseño exclusivo, mucho verde y confort que se perciben a primera vista.
Pero no deja que el silencio invada el habitáculo y lanza otra frase: “Esta muestra es de las más importantes de América Latina y reúne a lo mejor de lo mejor”, dice. Ya cambió de tema, está hablando de su otra pasión las motos y Autoclásica la cita que lo tiene como visitante cuando esta nota se publique.
Sebastián González es un apasionado de las motos clásicas. Tiene dos decenas de ellas, alemanas, inglesas, portuguesas, argentinas. Desde 1924 en adelante, y sabe de cada una de ellas su historia: de dónde viene, quién la condujo, dónde anduvo, etc. es un procesador de big data de las dos ruedas.
Por eso, una entrevista con él no puede separase. Hablar de motos y edificios es una pasión indisoluble, es la atmósfera del planeta Corcho González.
En la construcción comenzó de abajo, como todos. En el oficio de las obras, hasta armó su cuadrilla y comenzó a tomar obras por su cuenta hace 15 años “para ser un buen patrón primero hay que ser empleado”, señala.
El gran salto lo dio cuando comenzaron a llamarlo para obras en altura, edificios. En La Pampa hizo tres torres y aquí se dio a conocer cuando estuvo a cargo de la obra del Banco Provincia. También hizo el edificio ex Politécnico, otro en Avellaneda y Alem; en Roca y Alem, San Martín al 700; Ugarte y Alberti, y ahora está haciendo dos a la vez en San Martín y Pasteur, y Ugarte y Ameghino.
“Desde el 2010 estamos conformados como constructora se armó una linda estructura y estamos muy bien vistos porque hemos hecho obras en otras ciudades y nos llaman permanentemente” relata y revela que días pasados recibió un llamado de una empresa importante que se radicará en la ciudad para hacer una sucursal.
Destacó el trabajo del sindicato de la Uocra con la que acuarda, dijo, para dar mano de obra local y subrayó la capacitación en el centro de formación laboral 402.
“Compramos equipamiento para trabajar en altura y todo el tiempo hacemos cursos en Buenos Aires, las mismas empresas nos llaman para capacitarnos y tener la mejor mano de obra que es lo más difícil de conseguir”. También destaca que si bien depende de la cantidad de metros hoy la edificación en Trenque Lauquen da mucho empleo directo e indirecto “mueve mucho la economía, porque hasta un fletero que te lleva las cosas vive de las obras, al igual que los corralones, etc.”.
“Los edificios que se están haciendo son muy lindos, la desarrolladora con la que estamos trabajando (Bottini) no escatima en las terminaciones ni precios; quieren hacer las cosas bien con calderas unipersonales, todo porcelanato, sanitarios de primera calidad, parrillas unipersonales, SUM etc.”.
“Agradezco porque si te llaman todo el tiempo quiere decir que las cosas no las estas haciendo mal, y en Trenque Lauquen las grandes construcciones no pararon como ocurrió en otros lados del país se ve todo el tiempo que hay demanda”.
LAS MOTOS
Este fin de semana González estará en Autoclásica en el Hipódromo de San Isidro. Por Tenque Lauquen también asisten Javier Uslacher y Ruben Sivilla. Es una mega muestra en la que se puede encontrar una moto de 100 años y una Ferrari 2024.
El Corcho va con 4 unidades. Una BMW R 60 de 1956; NSU cónsul de 1952 alemana, una Punter 600 inglés de 1936 y un Indian 1928 – 600 “participo con 4 motos lo bueno sería traer un premio pero lo lindo es encontrarnos con gente que ves una vez por año y vienen de gran parte del mundo”.
En su mini museo particular, González camina y señala las motos de a una, cuenta sobre ellas una sinopsis con lujo de detalle. “El próximo objetivo es participar de una categoría que llama 90/500 con motos no menor a 90 años con 500 de cilindrada, la idea es preparar una para ir el año próximo” para ello tiene una de 1924 aún en restauración.
Esa es su pasión. “Llegó a las 17 horas y me encierro con las motos” y disfruta los fines de semana invitar a sus amigos para encenderlas a todas y escuchar el rugir de los viejos motores que siguen bramando.