El restorán Lo de Pedro nunca se promocionó como una experiencia sensorial inédita, ni la meca de la innovación. Por el contrario, en su salón se respira lo tradicional de la gastronomía de nuestro pueblo y su carta ofrece platos con sabores que nos abrazan como si estuviéramos en casa.
El gran secreto de esta identidad, que convierte a Lo de Pedro en una cita ineludible del circuito gastronómico trenquelauquense, es el recorrido de su propietario Pedro Carninchich por las cocinas, pasillos y salones de distintos establecimientos locales. Se inició como lavacopas, luego fue mozo y cocinero formándose junto a los mejores de nuestra historia contemporánea como Tronco Maya, el “Negro” Barrios, La Rodada, el Club Progreso, Kalo`s y el Chanchito Rengo, entre otros.
La pintoresca esquina de San Martín y 9 de Julio propone una nutrida carta donde las carnes a las brasas son protagonistas, acompañadas por una impronta de cocina casera donde se destacan las milanesas, las pastas y el pollo a la Suiza (made in Rodada). En los últimos años, anexó la rotisería con Delivery en la que sobresalen las empanadas de carne.
Pedro es trenquelauquense por adopción. Llegó aquí hace 35 años cuando sólo tenía 15 desde su Arrecifes natal. Su familia se mudó por una oportunidad laboral en un campo de Fortín Olavarría donde trabajó de peón de tambo y tractorista. Su acercamiento a la cocina llegó por su madre, quien “trabajaba como ayudante de cocina” en varios restaurantes de la ciudad, incluida la tradicional “La Rodada”.
“Desde chico me gustaba el ambiente. A los 13 años empecé a trabajar en un parador de micros en Carmen de Areco. De la madrugada a la mañana atendía viajeros y aprendí lo que era el ritmo intenso de la gastronomía” cuenta en una entrevista con FM Tiempo.
En Trenque Lauquen inició su carrera en lugares emblemáticos como La Rodada, junto a el Tronco Maya, el Club Progreso y El Chanchito Rengo, hasta que en 1996 decidió abrir su propio restaurante por necesidad, ya que Jorge Toniolo -el propietario de la casa de comidas- le comunicó que “cerraban”.
EL NACIMIENTO DE LO DE PEDRO
Con pocos recursos y mucha determinación, abrió su primer local en calle Sarmiento 23, con “nueve mesas y una parrilla móvil”. Con el tiempo, el restaurante se trasladó a su ubicación actual en calle 9 de Julio.
“Arranqué con lo justo y con dinero prestado. Empecé con menos 20, pero con ganas de salir adelante. Hoy, después de tanto tiempo, seguimos en pie y con una clientela fiel” cuenta. “Mi único capital era una moto Honda CG y hablé con el Beto Tiberti que me dio una mano, me prestó 2500 mil pesos de aquellos años, le firmé documento para dejar la moto y no me la quiso tomar, la seguí usando y le pagué”. También recuerda a Nelson Carreño “me salió de garantía para un crédito bancario” dice y se emociona.
Su negocio ha evolucionado, pero la “parrilla sigue siendo la esencia del restorán”, acompañada de platos tradicionales y un servicio reconocido por la comunidad. Pedro destaca que la ciudad “siempre le abrió las puertas”, permitiéndole formar un vínculo con generaciones de familias que han pasado por su comercio.
«Hoy atiendo a los nietos de quienes serví en el Club Progreso. Es hermoso ver cómo los clientes se han convertido en parte de nuestra historia» dice con orgullo.
Con un equipo de trabajo consolidado, incluyendo a “sus hijos Fernando y Fabiana”, Pedro se permite “tomar algunas libertades”, pero sigue presente en cada detalle. «El secreto está en cuidar cada plato, cada servicio, en mantener la calidad y escuchar a los clientes. Ese compromiso es lo que nos ha hecho llegar hasta acá» concluye.
Lo de Pedro sigue siendo un punto de encuentro para la comunidad, con un ambiente cálido y sabores que han marcado la historia gastronómica de Trenque Lauquen.
Lo de Pedro cumple 29 años: una marca que reúne los sabores tradicionales de nuestro pueblo
El gran secreto de esta identidad, que convierte a Lo de Pedro en una cita ineludible del circuito gastronómico trenquelauquense, es el recorrido de su propietario Pedro Carninchich.

Otras noticias



