“Llevamos la Bombonera al Hard Rock”: la experiencia inolvidable de Valeria Zucardi en el Mundial de Clubes

Desde Trenque Lauquen hasta Miami, la pasión xeneize que hizo historia. La emoción, la organización y el rugido de los hinchas que sorprendió al mundo del fútbol.

Valeria Zucardi todavía tiene la voz quebrada. No sólo por los cánticos interminables o los bombos que marcaron el ritmo de la pasión azul y oro durante el Mundial de Clubes en Estados Unidos, sino porque, al recordar lo vivido, la emoción es inevitable.
“Es difícil encontrar las palabras, fue algo inolvidable para todos los que estuvimos allá”, resume desde Trenque Lauquen, ya de regreso, aunque con el alma todavía en las tribunas del Hard Rock Stadium. Representante de la peña boquense local, Valeria fue parte activa de una movilización que asombró no solo por su número, sino por su intensidad y organización.
Una familia de miles, un solo corazón
Boca no fue solo un equipo argentino en competencia: fue un fenómeno social en tierras estadounidenses. “Los bosteros somos familia y en este viaje se vio reflejado. Nos tratábamos como si nos conociéramos de toda la vida”, cuenta Valeria en una entrevista con la FM 96.5.
Desde días antes del primer partido, los hinchas autoconvocados comenzaron a organizar banderazos, encuentros y fiestas que reunieron a fanáticos de todos los rincones del mundo. El entrevistada no fue una espectadora más. Junto a otros tres hinchas, fue una de las organizadoras de los banderazos oficiales, incluso coordinando con el Consulado argentino para obtener los permisos necesarios. “Queríamos hacer todo en regla. La policía, incluso el grupo SWAT, estuvo presente, pero salió todo perfecto”, relata.
A través de un grupo de WhatsApp que llegó a tener más de 1000 personas, se organizaron traslados, alojamientos y puntos de encuentro. “Fue una locura hermosa. Cada detalle lo decidíamos por votación popular”.
Cuando la pasión se impone
“La policía al principio no lo podía creer. Nos pedían que nos sentáramos en la cancha, pero no parábamos de cantar. Perdimos… y salimos cantando como si hubiésemos ganado 34 a 0”, recuerda entre risas. Los hinchas de Boca coparon Miami, y más tarde Nashville, con su liturgia tan única como contagiosa.
Jugadores rivales y periodistas internacionales se mostraron impactados. “Jugadores del Bayern y Benfica decían que nunca habían visto algo igual. Ellos están acostumbrados a estadios enormes, pero lo que vivimos allá fue distinto. Fue llevar la Bombonera al Hard Rock”.
Entre cánticos, organización y fervor, Valeria fue bautizada con humor por sus compañeros de viaje: “La Raulito de Miami”. Y no es para menos: gestionó, coordinó, alentó y emocionó a cientos.
“Esto es Boca. Y lo vieron todos”, cierra con orgullo.

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