San Gotardo: una historia de quesos, familia y arraigo en el corazón productivo de Trenque Lauquen

Jorge García, fundador de la empresa, repasó su historia familiar ligada al queso y cómo construyó una firma que hoy emplea a 90 personas y produce hasta 120.000 litros de leche diarios.

En el corazón del oeste bonaerense, donde la tradición agroindustrial se entrelaza con la identidad local, la empresa San Gotardo se ha consolidado como un emblema de la producción quesera regional. Fundada por Jorge García en 1992, la firma no solo elabora quesos de alta calidad, sino que también representa una historia de esfuerzo familiar, visión empresarial y compromiso con la comunidad.
En una entrevista con este diario, Jorge García repasó el origen de la empresa, que se remonta a su abuelo y su padre, quienes comenzaron comercializando quesos en Fortín Olavarría, partido de Rivadavia. “Mi abuelo trabajaba en una fábrica suiza llamada San Gotardo, y con mi padre salían a vender quesos por la región. De ahí viene el nombre y el espíritu de lo que hoy somos”, relató.
TRADICIÓN FAMILIAR
San Gotardo nació formalmente en 1992, cuando Jorge decidió registrar la marca y comenzar la producción en Trenque Lauquen. Con apenas un camión y un terreno que le había concedido en el incipiente Parque Industrial, donde no había nada. Allí puso en marcha una fábrica que hoy emplea a unas 90 personas entre sus plantas de Trenque Lauquen y Charlone (partido de General Villegas).
La empresa procesa entre 80 y 120 mil litros de leche por día, dependiendo de la estacionalidad, y elabora una amplia gama de productos: quesos duros, semiduros, Roquefort, dulce de leche y más de 20 etiquetas propias y para terceros. “Somos una de las pocas fábricas del país que produce Roquefort. Solo seis lo hacen en toda Argentina”, destacó García.

INTEGRACIÓN, LOGÍSTICA Y EXPANSIÓN
San Gotardo opera con logística propia: recolecta la leche, la procesa y distribuye sus productos en Buenos Aires y otras regiones. Además, ha comenzado a exportar a Uruguay y mantiene vínculos con grandes firmas como Saputo, Molfino y La Serenísima, con quienes colabora en procesos específicos como por ejemplo la elaboración de leche en polvo descremada.
La diversificación también ha sido parte del crecimiento. La familia García incursionó en el rubro panadero y mantiene una fuerte presencia en el comercio local, siempre con la premisa de ofrecer productos accesibles y de calidad.

COMPROMISO SOCIAL Y LEGADO
Más allá del negocio, Jorge García sostiene un fuerte compromiso con la comunidad. Colabora con instituciones reconocidas del voluntariado local y con algunos jóvenes deportistas, auqnoe prefirió no dar detalles de eso. “No se trata solo de ganar dinero. Hay que devolverle algo al lugar que te vio crecer”, afirma.
A sus 72 años, García comienza a delegar responsabilidades en sus hijos, pero sigue siendo el alma de una empresa que combina tradición, innovación y arraigo. “Lo único que sabemos es trabajar. Y mientras esto siga en marcha, vamos a seguir apostando por nuestra gente y nuestra tierra”, concluye.
San Gotardo no es solo una fábrica de quesos: es una historia de familia, de resistencia ante las crisis, y de identidad productiva en el interior bonaerense. Un verdadero orgullo local que sigue creciendo con sabor propio.

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