La vecina Marta Bargas compartió en FM Tiempo la historia detrás de su emprendimiento “Alma Vede”, con el que elabora pasteles, tortas fritas, buñuelos y rosquitas para costear el tratamiento médico de su hijo Franco, quien padece lupus eritematoso sistémico y púrpura trombocitopénica, dos enfermedades autoinmunes que afectan gravemente sus órganos.
“Por fuera parece un roble, pero por dentro es un cristal”, dijo Marta, describiendo a Franco, de 33 años, que desde los 14 convive con diagnósticos complejos, internaciones, operaciones y tratamientos que requieren viajes frecuentes a La Plata. “Mientras Dios me dé vida, voy a estar al lado de él”, expresó con firmeza.
El emprendimiento nació por necesidad, pero se sostiene por amor. Marta produce desde su casa y vende en ferias locales, especialmente en el predio ferroviario y la plaza San Martín, donde encuentra el mayor apoyo de vecinos y clientes. “Cada pastel que vendo es un paso más para que Franco pueda seguir su tratamiento”, contó. También destacó el rol de la feria TL y la solidaridad entre emprendedores: “Somos una gran familia que se ayuda entre sí”.
Franco, que vive en Beruti con su pareja y sus tres hijas, también elabora facturas y bizcochitos para sostener a su familia. “Él no puede hacer fuerza, pero trabaja con lo que puede. Sus hijas lo ayudan a repartir en bicicleta”, relató Marta, emocionada.
Marta tiene 60 años y acompaña en los viajes a su hijo. Señala que una dificultad más se suma por los días de atención de los médicos que no coincide con los días de viaje del micro municipal. También contó que duerme en los hospitales durante las internaciones. Nada que un amor de madre no pueda resolver.
La historia de Marta y Franco es la de muchos vecinos que enfrentan la adversidad con trabajo, ternura y resiliencia. “Esta mochila es pesada, pero la puedo cargar”, dijo Marta. Y en cada pastel que amasa, hay una esperanza que se cocina a fuego lento.
Para hacer pedidos y colaborar con la vecina: 2392 62 97 21
Hace pasteles para costear el tratamiento médico de su hijo
Marta Bargas y el amor que amasa. “Esta es una mochila pesada pero que puedo llevar” dice la vecina de 60 años.

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