“Putéenme a mi si quieren, pero a los chicos no. Una más y paro el partido” fue la expresión que el árbitro Lucas Villarreal dirigió a un grupo de pad
“Putéenme a mi si quieren, pero a los chicos no. Una más y paro el partido” fue la expresión que el árbitro Lucas Villarreal dirigió a un grupo de padres que detrás del alambrado dirigía enérgicos insultos a los chicos de la cuarta división que jugaban el partido del fin de semana entre Monumental y Ferro Carril Oeste de Trenque Lauquen. La situación no pasó a mayores y el encuentro continuó.
La escena ocurrió este fin de semana, pero en realidad es una secuencia que se repite en todas las canchas y todas las semanas, y ante una oleada en ascenso los árbitros decidieron parar la pelota y proteger a los chicos de sus propios padres. No se trata de caerle a ningún club en particular, sino poner sobre la mesa un emergente de nuestros tiempos, la violencia de adultos que se traslada a los más chicos.
A Villareal le tocó expulsar dos chicos la semana anterior en un partido entre Atlético Trenque Lauquen y Huracán, cuando dos jugadores de las inferiores tuvieron comportamientos agresivos pero la causa, estima, surgió fuera de la cancha, cuando los gritos y los insultos habían ganado las gradas. Por esto, los hombres de negro ya hablaron en la Liga de Fútbol que le dio el ok para parar los partidos y cuidar a los chicos.
Villlareal tiene 40 años y hace 15 que es árbitro. Atiende el llamado de Oeste BA para hablar del incidente y analiza que la situación social y el malestar de muchas personas los llevan a descargarse en la cancha y contra los pibes.
“Hubo una jugada y los padres estaban gritando y puteando a los chicos, les dije que con los chicos no, que me putearan a mí, que a los chicos no o suspendía el partido. Afortunadamente no siguieron y pudimos terminar el partido”, dijo en la charla telefónica con este medio.
“Son chicos, ellos se conocen, son amigos, van a las mismas escuelas y a veces los roces se generan desde afuera, se provoca una situación en la que los pibes pueden tener una reacción mala dentro del partido. La semana pasada en la cancha de Atlético también pasó y tuve que sacar tarjetas rojas porque reaccionaron ante situaciones planteadas desde afuera”.
El árbitro analiza que es “una edad difícil, con mucha adrenalina, es el cambio de la edad de niño a adolescente y si de afuera le generás una situación es como echarles nafta, y eso provoca una reacción dentro de la cancha”.
“Esto es un tema que ya lo hablamos con la Liga y nos dieron todo el apoyo para suspender el partido si hay violencia hacia los chicos. Entre los árbitros lo venimos hablando, si vienen insultos de afuera el partido se puede suspender, hemos visto cambios de conducta en los chicos y entendemos que vienen generalmente de afuera”.
Villarreal también es padre de un adolescente, y sostiene que en los últimos años la situación se agravó en las canchas por malos ejemplos de los adultos “hay una situación económica y social difícil y la gente va a la cancha a descargarse y no se dan cuenta que son chicos”, dijo.
Fotos Gentileza Andrea Bengochea