Como una uruguaya Mónica Estévez camina de un ambiente a otro con un termo bajo el brazo. Mientras, va y viene con una hoja que acaba de salir de la i
Como una uruguaya Mónica Estévez camina de un ambiente a otro con un termo bajo el brazo. Mientras, va y viene con una hoja que acaba de salir de la impresora de una oficina contigua, y el teléfono que no para de sonar. Es la fiebre pre electoral que la tiene nuevamente como protagonista pero con un estilo mucho más calmo y distendido a las ediciones anteriores, y hasta suelta la palabra madurez.
Ahora sí, la puerta está cerrada y casi listos para empezar a grabar para Oeste BA, pero el concejal y pre candidato a la reelección Pablo Larrosa, irrumpe en búsqueda de un mate que dice le ha sido esquivo en el transcurso de la mañana. Le comenta algo que escuchó en una radio y otra vez el teléfono vuelve a sonar, es de una radio que la quiere entrevistar, es hora de iniciar.
-Tenés una agenda apretada estos días.
-Hay mucha actividad, también tengo mi actividad particular mi profesión, más el HCD, más mi familia, pero no me perjudica ni me cambia porque yo a la gente la escucho y estoy con ellos aún cuando no hay campaña electoral.
-¿Por qué querés ser intendenta?
-Siento que puedo aportar mucho, he podido estar en otros cargos y decidí siempre apostar aquí, yo cuando asumo algo lo hago a 100% dedicarle todas las horas del día y siento que tengo las condiciones y he aprendido mucho. Quizás en otras instancias no tenía la madurez suficiente para entender algunos aspectos de la función municipal y hoy la tengo.
-En política, como en la vida ¿también se madura?
-Si claro, y vas aprendiendo de tus propios errores, yo no dejo de ser apasionada pero sí aprendí que no pertencés a un espacio que tiene todas las verdades, sino que se aprende de todos.
-Estás más conciliadora.
-He decidido dejar de pelear por situacionales banales, desde el inicio de mi trayectoria veo cosas que nunca se resolvieron y hoy entiendo que hay que hacer cambios en ese sentido.
-El intendente pronunció un discurso encendido días pasados y con intención de polarizar, y vos estás conciliadora y dialoguista ¿cambiaron roles?
-(Ríe) Me sorprende el discurso de Fernández, adoptó un libreto nacional y provincial que le dieron, seguramente él sabe que no hay respuestas de este gobierno, me sorprende que compare esta elección con la dictadura y que busque “combatir el populismo”. Cuando sos intendente de tu pueblo y ves que las políticas nacionales están afectando a tus vecinos tenés que salir a romper con el modelo, eso hizo Barracchia esa es la obligación de un líder de un distrito, Fernández no lo hizo. El municipio es co-responsable.
-De todas maneras coincidís que hay dos modelos.
-Claro, sí. Hay dos modelos uno es Macri, Vidal y Fernández, son los que dicen que van a aplicar las mismas medidas y más rápido y otro que somos nosotros que hablamos de inclusión y esperanza.
-¿Cuáles serían las medidas más urgentes en lo local?
-Hay que reactivar el mercado interno, es lo más urgente a la espera de las medidas nacionales que llevarán 6 meses. La gente no puede esperar, hay que hacer una inyección en la obra pública y la vivienda. Eso hace circular los ingresos en el pueblo. También tenemos que pensar en un proyecto clave para mujeres solas.
Tenemos que recuperar el liderazgo regional de Trenque Lauquen, hay municipios de la región que están esperando que el distrito asuma ser la locomotora que fue porque le viene bien a la región. Pero antes de hablar de desarrollo y crecimiento primero tenemos que solucionar los problemas de hoy
-¿Qué te dice la gente en la calle, y qué le decís vos?
-La gente me da mucho amor, los mejores proyectos salen de la gente y me dan mucho afecto.
La desesperanza es una línea transversal en Trenque Lauquen le llegó a todos, incluso a los empresarios. Ante esta realidad trato de transmitir un mensaje de esperanza asumiendo el compromiso que lo vamos a hacer, la gente está triste pero siente que puede cambiar esta realidad con las elecciones y los dirigentes tenemos una enorme responsabilidad aquí porque octubre marca un antes y un después en la historia de los trenquelauquenses.