Entraron y robaron en un merendero que le da de comer a los chicos del barrio del Este

Entraron y robaron en un merendero que le da de comer a los chicos del barrio del Este

De no creer.  Ladrones sin códigos se robaron la máquina de cortar fiambre del merendero San José que le da de comer a los pibes del barrio del

De no creer.  Ladrones sin códigos se robaron la máquina de cortar fiambre del merendero San José que le da de comer a los pibes del barrio del Este. Allí sirven la copa de leche, pero además ayudan a las familias, funciona un roperito y están cerca de la barriada.

Al frente del grupo de voluntarios está Alicia “Cata” Gómez quien fue elegida en 2016 como Fortinera Trenquelauquenche. La máquina es muy importante porque tienen donaciones de fiambre y pan y arman sánwichs para los pibes.

Es la tercera vez que los amigos de lo ajeno entran en ese lugar. La primera vez forzaron las puertas, fumaron y tomaron adentro “pero  no nos robaron”. En la segunda oportunidad prendieron fuego en una botella y eso generó peligro porque en ese momento “teníamos ahí los colchones” donde a veces dormían los empleados del geriátrico durante los meses más estrictos de la pandemia para mantener las burbujas “nos arruinaron todo”.

La tercera fue el sábado después de las 18. Saben el horario porque durante la mañana los voluntarios entregaron la merienda a los chicos “nos fuimos a las 12 y después llegó un grupo de la Iglesia que estuvo hasta las 18 horas”.

“Creemos que entraron de noche por una ventana y nos llevaron una máquina de cortar fiambre que nos habían donado el Club de Polo”.

“Para nosotros es importante porque nos donan fiambre y vamos todas las semanas a buscarlo y lo tenemos que cortar para hacer el spandwich a los nenes”, dijo la mujer.

El comedor antes de la pandemia albergaba a más de 100 pibes, luego con la emergencia sanitaria cerraron las puertas pero no dejaron de ayudar. “Cata” se llevó el comedor a su casa, allí hacían las viandas eran unas 40 familias a las que asistían “preparábamos la bolsa y se la dábamos a los chicos. También ahí festejábamos el día del niño y los reyes magos”.

Además tienen un roperito “durante la pandemia fue difícil muchas familias no podían trabajar. Algunos chicos nos decían que no cenaban y salimos a armar bolsones de mercadería, además entregamos ropa y lo que más nos cuesta es juntar zapatillas porque son muy caras” dice la vecina.

Si bien la ayuda está centrada en el sector Este de la ciudad “también vienen chicos de atrás de la vía y otros lugares. Si necesitan les conseguimos colchones, sábanas y lo que podemos” .

“Cata” es una vieja militante del voluntariado o tercer sector. Siempre cerca de los que necesitan. En el año 2016 la Municipalidad la eligió como Fortinera por ese espíritu solidario. Conoce como nadie la barriada y los pibes, tiene un hablar pausado y bonachón y hasta cuenta entusiasmada que éste fin de semana, tras levantarse casi toda las medidas restrictivas iban a organizar una merienda en el patio del merendero al aire libre, era el reencuentro tras 1 año y medio de pandemia, pero sin la máquina no hay sándwich y decidieron postergar el reencuentro hasta nuevo aviso.