El presidente del Comité de Contingencia de la UCR bonaerense Miguel Fernández, conversó con Juani Guarino en El Ágora 2025 al aire de Taboo Radio sobre la situación interna del radicalismo, su posicionamiento político y el desafío de cara al cierre de alianzas del 9 de julio.
“Hace mucho tiempo que el radicalismo no le habla a la sociedad”, sostuvo el ex intendente de Trenque Lauquen.
El radicalismo bonaerense atraviesa un momento de indefinición tras la judicialización de sus elecciones internas. Ante esta situación, se conformó un comité de contingencia presidido por Miguel Fernández para conducir el partido durante este período transitorio.
“Entramos en una situación de indefinición absoluta donde los tiempos de la justicia, las idas y vueltas, las apelaciones hacen que el proceso se lentifique mucho. Y llegamos a una instancia no deseada de indefinición frente a un escenario muy complejo, muy rápido con un adelantamiento de las elecciones que nos obligó a ser prácticos”, explica Fernández.
El ex intendente de Trenque Lauquen destaca que esta solución podría haberse alcanzado antes:
“Esto que al final se logró lo podríamos haber logrado hace seis meses. Pero no importa porque eso es también un aprendizaje. Tuvimos la inteligencia personal y política de sentarnos, conversar, buscar una alternativa que nos dé garantías a todos”.
“Es establecer, recrear el vínculo con la dirigencia local, con lo seccional, con la política que no ejerce cargos. Que no son legisladores, no son intendentes. Pero que tienen historia, que tienen idea, que tienen ganas de participar, que no se sintieron muchas veces representados”, señala.
Fernández tiene una postura clara respecto al posicionamiento político del radicalismo en el actual escenario nacional:
“Mi opinión es que nosotros tenemos que construir claramente una alternativa a estos dos modelos antagónicos, antagónicos en la superficie. Porque más allá de que hay diferencias en lo económico, la praxis política, la construcción del discurso, la forma de construcción de política son exactamente iguales entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza”.
“La necesidad de construir el enemigo, de cómo no hay adversarios, hay enemigos, cómo lo escarmentas con las redes sociales, el ejército de trolls… Antes era el abuso del poder para domesticar a los demás. Entonces para mí no hay mucha diferencia, no es solamente cosmética la diferencia”.
Sobre la posibilidad de aliarse con La Libertad Avanza, es contundente:
“A título personalísimo, no me imagino en una entente con los libertarios. No me imaginoen un entendimiento con los libertarios que además no nos quieren. Nos tildan de comunistas. Vos no te podés juntar con alguien que no te quiere, que te insulta, que te quiere eliminar si pudiera”.
Pero tampoco es indulgente con el peronismo:
“El peronismo es el gran responsable de la aparición de un fenómeno como el de Milei y no es un actor inocente. Han jugueteado tanto con todo esto y con el poder, y lo han usado muy mal el poder en muchísimo sentido, que también merece una autocrítica pública que el peronismo hasta ahora no ha hecho”.
El radicalismo bonaerense enfrenta el reto de definir su estrategia electoral para las próximas elecciones legislativas en un contexto de alta fragmentación política.
“Para mí nunca es una buena estrategia juntarnos para ganarle al otro. Porque ese efecto societario no existe. Hay un objetivo, pero no hay afecto. El objetivo es, ‘che, vamos a ganarle a fulano’. Pero no hay afecto. Entonces vos, una vez que ganaste, te dieron el kilo de helado, después te matás para repartirlo”, explica gráficamente.
“Para mí es mucho más importante la construcción desde el afecto de ideales o de proyecto, no para ganarle al otro. Todavía hoy en la política existe, todavía subyace ahora esto de ‘juntémonos para ganarle al otro‘”.
“Juntos por el Cambio como tal, tendría cero posibilidades. La conversación de Ritondo y Santilli ayer en Casa Rosada y las declaraciones a la salida de ese encuentro, me parece que ya te digo que no, no hay Juntos por el Cambio dos”.
El radicalismo y su relación con el gobierno provincial
La relación entre los intendentes radicales y el gobierno de Axel Kicillof es otro de los temas que divide aguas en el radicalismo bonaerense.
“Yo creo que hay dos gobernadores distintos. El gobernador del primer año de la primera gestión de Kicillof que trató bien al radicalismo. Me tocó mucha comunicación con Axel porque era presidente del foro de intendentes. Todas las negociaciones de presupuesto, de fondos, de reparto equitativo de obras, me tocó hacerlas a mí muchas veces. Teníamos un diálogo fluido”, señala Fernández.
Sin embargo, observa que con la Presidencia de Milei la situación ha cambiado:
“Ahora, la provincia está padeciendo el problema que yo te mencioné antes, ahora tiene un gobierno en contra que lo castiga. Y hay una tensión en una provincia que está en el límite justo, justo, justo con los números. Las relaciones con el gobernador se han tensado por algunas cuestiones que se acordaron y no se cumplieron, pero hay que mantener el diálogo”.
En relación a los concejos deliberantes locales, Fernández marca una diferencia con La Libertad Avanza:
“En general los pocos concejales que tienen La Libertad Avanza en los municipios nuestros son opositores y son bastante picantes. No son tipos que te dicen ‘bueno yo te entiendo, yo te acompaño’, no, en general son más bien lo contrario”.
El futuro del radicalismo bonaerense
Ante el panorama de incertidumbre, Fernández llama a los afiliados y militantes radicales a confiar en el proceso de renovación que impulsa.
“El mensaje que le daría es que tenga fe, que nos tenga fe, que venimos a trabajar un grupo de personas con mucho cariño por el partido, con grandeza y a construir una alternativa. Que va a ser parte de este proceso cada afiliado que se quiera sumar a la discusión para encontrar ese camino en común”, sostiene.
El dirigente cree que el radicalismo necesita volver a conectar con la sociedad:
“Volvamos a tener un partido de pie con una identidad propia con proyecto, algo que decirle a la sociedad. Hace mucho tiempo que el radicalismo no le dice o no le habla a la sociedad. Hablarle significa cómo va a aportar soluciones para estar mejor”.
Y concluye con un mensaje directo:
“No versos, no discursos, no retóricas. Soluciones concretas para una provincia que está muy castigada y que hay debates que tenemos que dar, que el radicalismo está preparado para darlos para que estemos mejor, como bonaerenses, no como radicales”.
Nota elagoradigital
