La Ampliación Urbana es como un barrio de la ciudad a principios de los 80, un lugar donde está todo por hacer. A diferencia de otros conglomerados urbanos, ese espacio no para de crecer, siempre hay vecinos nuevos que construyen su casa o que habitan las que ejecuta la Municipalidad.
El presidente de la comisión barrial es Cristian Aleman. Describe que el principal problema es que “los tiempos de la Municipalidad no son los mismos que los de los vecinos” y describió la complejidad de la AU donde conviven 4 sectores bien diferenciados: el sector de loteos particulares; vecinos del Procrear; vecinos de créditos UBA y los que viven en las casas de Círculo Cerrado de la Municipalidad. Cada uno de ellos tiene problemáticas propias, pero comparten muchas otras.
“Hace 3 años estamos reclamando los carteles de las calles y no los colocan. Las calles se hacen intransitables los días de lluvia, en algún momento el intendente había prometido un entoscado de prueba pero hasta ahora no se hizo nada, hoy está lloviendo y se hace difícil entrar y salir. Los remiseros no entran, los delivery tampoco”, indicó el vecino.
Siguió: perros, hechos de vandalismo aislado, fiestas clandestinas en pandemia, falta de una salita de primeros auxilios, problemas con el agua y el doble circuito y un episodio de fumigación cerca de viviendas, terminan de completar el cuadro de situación. “Lo de la fumigación hicimos una denuncia penal, eso nos pasa a nosotros nada más, no hay otros sectores de la ciudad tan comprometidos con el límite de la zona de fumigación” sostuvo.
Dijo que la participación comunitaria “no es fácil y que cuesta que la gente participe” pero a diferencia de otros lugares, el suyo es un barrio que no para de crecer entonces “siempre hay gente nueva”.
