Hogar de Cristo, el trabajo silencioso para rescatar a los pibes de las drogas

Hogar de Cristo, el trabajo silencioso para rescatar a los pibes de las drogas

Fernando Etchevers y Camila Barreto son la cara visible de un grupo de vecinos que sostiene el Hogar de Cristo “Puertas Esperanza” en Trenque Lauque

Fernando Etchevers y Camila Barreto son la cara visible de un grupo de vecinos que sostiene el Hogar de Cristo “Puertas Esperanza” en Trenque Lauquen, una experiencia que replica el accionar que a nivel nacional conduce el Padre José María Di Paola “Pepe” y que busca acompañar a los pibes que tienen problemas con el consumo de drogas.
La experiencia local se inició hace 5 años y aún está lejos del prototipo de granja comunitaria que el Padre Pepe inició en el CABA y fue sembrando en distintos puntos del país; pero los pasos que se vienen dando acá son firmes. Hace 2 años dejaron una capilla y un centro barrial y se mudaron al ex hogar Granja, un predio en el que hay mucho por hacer pero es la casa propia, con lo que eso implica para todo el grupo.
La tarea que hacen es clave y silenciosa, casi no hacen promoción y las donaciones que llegan son por familias vinculadas, padres desesperados que concurren a ellos y otros vecinos que tienen recursos y saben que no hay mejor dinero invertido que en un pibe limpio y con futuro.
Fernando “el Ruso”, contó el que el objetivo final es crear una granja de internación pero sabe que para eso falta un rato largo aún y entonces acompañan con distintas iniciativas “tratamos de darle un lugar de pertenencia a los chicos, la idea es llegar con una granja con internación pero no tenemos ni los recursos ni la infraestructura, por eso el Padre Juan nos propuso un Hogar de Cristo. Comenzamos hace 5 años en la Capilla San Martín de Porres donde atravesamos la pandemia y hace 2 años estamos en el predio de Lucía B de Pastor”.
UNA HISTORIA PERSONAL
Fernando llegó a ponerse al frente de esta cruzada, que es solidaria y sin remuneración, luego de su propia recuperación. “Sé de lo que hablo porque estuve en el consumo. Estuve en una granja en un tratamiento durante mucho tiempo, no podía solo, me costaba pedir ayuda, me creía omnipotente pero nadie puede solo en esta vida. Como decía la Madre Teresa nadie es tan pobre como para no dar nada ni nadie es tan rico como para no necesitar nada”.
Fernando quiere “devolver todo lo que recibí” y ayudar a que los chicos “aprendan a comunicarse, a canalizar emociones. Tratamos de trabajar el amor, la fe, el por favor y gracias. La adicción es lo no dicho, tapas, no comunicas, no canalizas las emociones y con el consumo lo tapas”.
En su caso personal, contó que Jesús fue clave para salir del infierno de las drogas. “Dios siempre estuvo pero yo tenía una venda en los ojos, en el 2017 estaba muy mal y de última opción fui a un retiro espiritual, y vi ahí a un Jesús vivo a un montón de locos que me abrazaban y lloraban me llené de miedo y eso me sostuvo, creo en el Jesús vivo el que vive en las personas”.
UNA MANO PARA LOS PIBES
Los retiros espirituales son una de las opciones que manejan en la actualidad también talleres para trabajar con los chicos en distintas temáticas. Hacen viajes y actividades diversas. Se encuentran dos veces por semana y comparten una cena, pero además asisten “de manera ambulatoria” es decir tienen el celular encendido todo el día.
“Tenemos personas que nos ayudan, socios y colaboradores. Nosotros trabamos con los pibes y hay gente que se encarga de la parte administrativa”.
Camila dijo que esto “es una gran familia y vienen chicos desde los 14 años. Mi objetivo en esta vida es seguir a Dios y voy donde él me llama y me llamó para estar en el centro barrial para estar con los chicos que buscan ser escuchados y abrazados, nosotros acompañamos a los chicos con talleres y charlas, tenemos trabajos en grupo, personales y distintas actividades”.
En la actualidad asisten una veintena de chicos, la idea es acompañarlos en el inicio hasta que luego comienzan a concurrir solos a los encuentros semanales.
“Queremos acompañarlos gentilmente y no inculcar cosas. Nosotros no queremos hacerles ver que tienen que cubrir nuestra expectativa, abrazamos su vida como un todo, los abrazamos tal como son, cuando el corazón se va abriendo vemos qué es lo que duele para que deje de doler, los chicos todos quieren cumplir sus sueños y buscan que los escuchen” dijo Camila y aclararon que de ningún modo hay restricciones religiosas.
“Las adicciones son multicausales, el tema es cómo lograr salir, la decisión es de uno y hay que dejarse ayudar. Este es un problema de todas las clases sociales, de todas las edades y sexos, y las dependencias pueden ser muchas”.
“El consumo no es un capricho siempre hay algo atrás que no podemos ver, los padres no tenemos tiempo para nuestros hijos porque nos gana la semana, la vorágine laboral”. Trabajan en coordinación con un grupo de Beruti y les gustaría llegar al 30 aunque aclaran que aún no tiene ni estructura ni recursos para llegar a todos lados.
“Hay muchos casos de superación que retoman la escuela, chicos que mejoraron mucho pero siempre es un proceso y la recaída es parte del proceso”. Las adicciones “te hacen vivir en una ilusión si logras dejar las drogas hay sentido en la vida, encontrás tiempo para vos y hacer las cosas que querés. Los miedos siempre están es parte de nuestra vida. Levantarte todos los días y enfrentar la vida limpio habla de tu fortaleza. No estamos para juzgar sino para escuchar y abrazar. No hablamos de la Iglesia, no los hacemos rezar, podes ser de cualquier religión pero si tienes un problema con las adicciones podes contar con nosotros”.
El Hogar de Cristo Puertas Esperanza está en Facebook y en Instagram. Dejaron dos teléfonos 2392671169 y 2392489429. Aceptan donaciones. Ahora quieren hacer los baños nuevos y con palets armar unos bancos porque quieren invitar a tomar el té a los abuelos. “Si hay un padre o una madre preocupada nos puede llamar, nosotros nos podemos acercar. Tranquila, no estás sola” dijeron.