A Juan Cruz lo conocimos todos en las últimas horas. El pequeño de 7 años que padece una discapacidad de nacimiento necesita que la obra social OSDE le autorice la compra de cannabis medicinal, de una determinada marca. Por el momento todos los intentos fueron infructuosos.
Así lo contó su mamá, Agustina Llera en diálogo con este diario. La vecina, que es ingeniera agrónoma, contó que las dificultades en la salud del pequeño surgieron desde el momento del parto cuando le faltó oxígeno y se produjo, dijo, un daño neurológico que le generó varias consecuencias entre ellas la Epilepsia refrectaria que le ocasiona convulsiones. Además el niño tiene una asistencia para respirar y un botón gástrico.
Es paciente del instituto Fleming a donde viaja de manera frecuente y donde recetaron aceite de cannabis. Sus padres, Agustina y Guillermo Cerenignana, vieron que esta nueva medicación ha generado avances importantes en otros niños con patologías similares pero no pueden comprarla porque la obra social autorizó el genérico de otra marca que aún no fue probada por los neurólogos infantiles argentinos que recomiendan la otra, que es más cara.
“El cannabis siempre fue una alternativa pero también siempre fue un trastorno, recién hace 1 año el Estado reguló este tema y obligó a las obras sociales a cubrirlo, ahora el camino no está totalmente allanado pero es un poco más fácil” dijo Agustina Llera.
“Permite disminuir parte de la medicación de base que generan problemas en el hígado y otras cuestiones y mejora mucho la calidad de vida”. Tampoco el recorrido del cannabis medicinal fue tan fácil, no hace mucho tiempo que los neurólogos lo recetan y cuando lo hacen se fijan en una marca aunque no pueden escribir en las recetas marcas comerciales.
“OSDE conoce a Juan Cruz por todos los tratamientos que hicimos. Siempre estamos negociando y acordando, porque pedimos algo nos dan otra cosa, volvemos a pedir y así; pero en esta oportunidad sentimos que estamos estancados y no podemos avanzar por eso lo publicamos en Facebook” dijo la vecina que es la primera vez que hace público un pedido. La medicación en cuestión tiene un valor de mercado de 70 mil pesos, no es lo más caro que puede cubrir la empresa de medicina prepaga.
“Analizamos el camino legal porque esta medicación mejora la calidad de vida y hemos visto cómo le permite interactuar a algunos niños, generando un efecto muy importante. Lo que más buscamos es la calidad de vida de nuestro hijo por eso hacemos el pedido” dijo la vecina.
