El director de teatro Luis Cabrera está varado en Madrid, España, epicentro del coronavirus. Llegó a ese país invitado para un evento teatral que pre
El director de teatro Luis Cabrera está varado en Madrid, España, epicentro del coronavirus. Llegó a ese país invitado para un evento teatral que presentaría un libro con una de sus obras, pero todo se volvió una pesadilla y ahora no puede volver a la Argentina.
Cabrera respondió la consulta de OESTE BA y respondió en cadena a todos los que se quisieron interiorizar sobre su situación: “Viajamos a España el lunes 9. Invitado por la organización del Certamen internacional de Teatro de Requena para la presentación del libro que incluye mi obra y para presenciar el estreno de la misma, que sería el 28, vinimos a Madrid para conocer esta ciudad y el norte de España”.
“Cuando llegamos nos encontramos un clima casi veraniego y los ecos de una multitudinaria concentración por los derechos de la mujer . Pronto empezaron las malas noticias con la declaración de pandemia por parte de la OMS. Los casos en Madrid se habían multiplicado exponencialmente. Desde Requena me informaban que allí todo era normal y el programa seguía adelante. El jueves se cerraron todos los museos, teatros y espectáculos, por la tarde el presidente y sus ministros se reunieron por siete horas y decretaron el estado de alarma nacional. El viernes desde Requena me avisaron la suspensión definitiva de los actos y nos aconsejaba regresar a Argentina tan pronto como se pudiera”.
“Desde ese momento en que decidimos que debíamos volver fue una odisea de llamados telefónicos. Ni Aerolíneas, ni la embajada, ni la cancillería dan una respuesta que dé certidumbre. Nos han hecho llenar un formulario y nos dicen que tenemos que esperar hasta el 17. Aquí la situación se ha puesto complicada. Ha vuelto el frio del invierno. Es imposible circular por la calle, salvo que sea para comprar alimentos. La policía patrulla y pide explicaciones. El tiempo se hace largo en una habitación de hotel. Sólo se espera que alguien dé una certeza . La incertidumbre es lo que hace insoportable la espera”.