Marcha Ni una Menos: fuerte pedido de justicia por el femicidio de Anita Aristimuño

Marcha Ni una Menos: fuerte pedido de justicia por el femicidio de Anita Aristimuño

A ocho años de la primera marcha de Ni Una Menos, este sábado fue convocada en todo el país una nueva movilización. La consigna resume en pocas pala

A ocho años de la primera marcha de Ni Una Menos, este sábado fue convocada en todo el país una nueva movilización. La consigna resume en pocas palabras las principales demandas: “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este poder judicial no hay ni una menos”. En Trenque Lauquen la concentración ocurrió en Plaza San Martín, y en el documento que se leyó se transmite un fuerte pedido de justicia por el femicidio de Anita Aristimuño.
Este es el texto que se leyó en la Plaza San Martín esta tarde:
“Ni una menos venimos diciendo hace ocho años consecutivos y lo cierto es que en esta ciudad hoy hay una menos. Nos falta Anita.
No es fácil ponerle letra a este documento. Estamos de duelo, aún intentamos ordenar dentro de nuestros cuerpos lo que sucedió afuera, sabiendo que depositamos en un sistema judicial patriarcal, añejo, perezoso y lejos de este, su pueblo, la búsqueda de la verdad de lo que sucedió con nuestra vecina.
El lema a nivel nacional que nos convoca es: «Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este Poder Judicial no hay Ni Una Menos», que indefectiblemente hace eco en todo el territorio. En el nuestro también.
Queremos decirle a los señores doctores –porque así se hacen llamar las autoridades judiciales- que integran la Cámara de Apelación y Garantías en lo penal de Trenque lauquen: Jorge Juan Manuel Gini y Rafael Héctor Paita, que para nosotras –que conocemos poco de leyes pero bastante de compañeras muertas- el pedido de la Fiscal del allanamiento en carácter de urgente de la casa del único sospechoso hasta el momento sí estaba justificado, como así lo ratificó la Jueza de Garantías y por eso procedió a autorizarlo, y decirles que anular ese procedimiento y, de esta manera, las pruebas que podían obtenerse, es no comprender en absoluto la responsabilidad que se les asigna. Y lo decimos con todas las letras. Es – en el mejor de los casos- no comprender en absoluto el tremendo daño que se ocasiona cuando se carece de perspectiva de género y se protege poder revolver una prenda más rápido o más despacio por sobre esclarecer un FEMICIDIO. Sí señores, un femicidio, que ocurre porque vivimos en una sociedad machista en la que se anclaron costumbres como la de que dos doctores, desde algún escritorio, contradigan a la fiscal y jueza de garantías contribuyendo al no esclarecimiento del caso.
Por eso estamos en esta plaza. Porque además de todas las que ya nos faltaban nos falta Anita y porque lamentablemente además de sentir el dolor de una compañera más, esta vez nos toca de cerca ver el dolor de su familia y sus compañeras. De las amigas que resisten y que a nosotras, las feministas, nos están dando cátedra de sororidad y lucha.
Nosotras estamos acá hoy para decirle a la familia, a su comunidad educativa y a sus seres queridos que les vamos a acompañar hasta que sepamos qué pasó con Anita y estaremos en cada momento mirando lo que hace el sistema judicial, para que, en caso que se distraiga, recordarles cuál es el rol que los convoca, el de impartir justicia.
También venimos a decirle a los gremios docentes que su rol es siempre defender a sus trabajadoras, no amedrentarlas ni violentarlas y menos aún en la peor situación que les toca transitar. Pedido en especial al gremio al que pertenecía Anita que no sólo fue inactivo con la presión a las docentes, sino que además, las encauzó y propagó desde la informalidad.
Lo mismo a Jefatura Distrital. Dejen a nuestras docentes hacer lo que mejor saben hacer: educar. No las persigan. No lo vamos a tolerar. Somos las mujeres que no claudicamos. No nos van a hacer retroceder un centímetro. Sepan eso antes de tomar decisiones arbitrarias sin sentido. Tenemos dos objetivos: saber qué pasó con Anita, pero también ir cambiando en el sistema educativo todo enquistamiento patriarcal, autoritario y destructivo.
Párrafo aparte le dedicamos a la apatía de las áreas y personas que trabajan género a nivel local en particular y el arco político en general. Párrafo aparte a la aún muy insuficiente empatía de la sociedad.
Pero acá estamos y estaremos siempre. Como una voz de la conciencia, que venga a decirles en el oído que nos falta una. Que es Anita y que ya ni podemos decir ni una menos. Porque somos una menos. Y se nos quiebra la voz, la garganta y hasta se ha quebrado nuestra vida y nuestras convicciones mirando por una ventana, por la que no se ve más que sombras.
Y por eso, pensamos en vos Anita y en todo lo que nos cuentan las personas que te extrañan. Y te pedimos perdón por haber llegado tarde. Y esperamos, que esta sociedad, de una vez por todas, pueda alojar a las mujeres sin tener que matarlas.
Ni una menos, queremos decir a los gritos, porque ya nos falta Anita. Justicia por ella y por cada compañera que muere cada 24 horas en este país.
Paren de matarnos”.