Por Lucas Castrillón (*)
Hace un tiempo atrás le preguntaron al actor Diego Capusotto si volvería a hacer una comedia y él respondió que no era necesario, porque solo bastaba con prender el televisor y ver al Presidente con su banda de saqueadores.
El salvataje por parte del Tesoro de los Estados Unidos de 20.000 millones de dólares comprando bonos argentinos + los 14.000 millones del Fondo Monetario Internacional son el reflejo y la reedición de un «neocolonialismo» a través del cual nuestro país pierde todo tipo de soberanía política y económica. Como consecuencia, desde ahora habrá que mirar a Washington.
Si algo caracteriza a la gestión de Javier Milei en sus casi dos años de gobierno es haber sido opresiva con los más débiles.
• Continuo aumento de las tarifas luz y gas, con el agravante de que el nuevo presupuesto propone quitarle a Trenque Lauquen el beneficio de permanecer incluido en la Zona Fría, decisión que significaría una suba en la tarifa de gas en el próximo año de 30% para los sectores más vulnerables y de 50% para la clase media.
• Cero por ciento de inversión en la obra pública. Dos ejemplos: Uno, cualquier vecino sale a una ruta está tirando una moneda al aire para saber si llega a destino; y dos, será recordado como el único Presidente que no hizo una escuela, un jardín, una universidad o un hospital.
• Ajuste a las universidades públicas.
• Congelamiento de los salarios, sin dejar las paritarias libres.
• Destrucción y ajuste del empleado público (50.000 personas quedaron sin trabajo).
• Ajuste a los jubilados. Les quitó los medicamentos y además les pegó en cada marcha que hicieran los miércoles.
• Ajuste al principal Hospital de Niños del país, al hospital Garrahan.
Y a esto debe agregarse que ni siquiera fue débil con los más fuertes: Fue subordinado.
La libertad que plantea el gobierno de Javier Milei deja a 70% de los argentinos afuera.
La libertad es llegar a fin de mes, es poder alquilar sin que se vaya el sueldo entero. La libertad es que con el trabajo te alcance para vivir dignamente, es poder planificar el futuro, es que haya créditos blandos para llegar a una vivienda. La libertad no es elegir entre comer o pagar los medicamentos y/o impuestos.
La verdadera libertad es poder vivir bien.
(*) Dirigente del Frente Renovador. Concejal suplente UXP
