El intendente de Trenque Lauquen, Francisco Recoulat, sostuvo que el desarrollo de un gobierno recién asumido, y sin mandato previo, ha traído "dificu
El intendente de Trenque Lauquen, Francisco Recoulat, sostuvo que el desarrollo de un gobierno recién asumido, y sin mandato previo, ha traído «dificultades en cuanto al flujo de comunicación». Además, se refirió a la relación del radicalismo con la gestión actual. «Lo que nosotros buscamos es ser una oposición constructiva y responsable, dándole al Gobierno las herramientas con las que estamos de acuerdo y marcando las disidencias», afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
-Alejandro Gomel: ¿Cómo está la relación con el gobierno de Kicillof? ¿Qué está pasando a esta
-En mi caso me tocó asumir el 10 de diciembre. Soy un intendente recientemente asumido, transcurriendo los primeros cinco meses de Gobierno a nivel local. Nosotros trabajamos muy bien como grupo, somos 27 intendentes en el Foro de Intendentes del radicalismo de la provincia de Buenos Aires, y venimos articulando gestiones ante el gobierno provincial y el gobierno nacional.
En el caso del gobierno provincial, es un un gobierno que ya venía en funciones, que fue reelecto y que ya tenía su equipo conformado, más allá de algunos cambios que dio, lo que permitió tener una agilidad en cuanto a un Gobierno que ya tiene sus estructuras definidas. A la hora de ir a tocar la puerta y gestionar, uno se encuentra con eso conformado.
Con el Gobierno Nacional, poco a poco se va avanzando en los casilleros y se va confirmando, pero hay algunas áreas que aún están en desarrollo, con un Gobierno recientemente asumido. Eso ha traído algunas dificultades en cuanto al flujo de comunicación, pero de parte de los intendentes entendemos que a medida que avance la gestión, debería ir fluyendo mejor.
El Gobierno nacional está centrado hoy en lo macro, en la discusión de la Ley Bases, la articulación con los gobernadores, y no tanto con los intendentes. En ese caso, a nosotros como radicales nos tocó integrar una coalición que perdió, salió tercera, entonces nos toca ser oposición tanto en la provincia como en la nación. Lo que nosotros buscamos es ser una oposición constructiva y responsable, dándole las herramientas que entendemos y estamos de acuerdo con el Gobierno nacional y provincial, y marcando las disidencias que tenemos.
– ¿Cómo está repercutiendo en la zona el “no hay plata”? O sea, el ajuste que planteó el Gobierno nacional. ¿Comienza a notarse esta depresión allí?
-Una primera cuestión son los fondos que recibe el municipio. Este año la composición de nuestro presupuesto se constituye por las tasas municipales que abonan los vecinos del distrito, los recursos que llegan por coparticipación provincial y algún otro fondo que se ha creado en la provincia. A nivel nacional no estamos recibiendo fondos.
Es de público conocimiento la decisión de la paralización de la obra pública, eso tiene incidencia. Son menos fondos que llegan a los distritos, son menos obras que se hacen, es menos la reactivación económica que tienen. Entendemos que, en este contexto del Gobierno de frenar la inflación y acomodar la macroeconomía, puede ser una de las opciones. Pero no imagino un gobierno nacional cuatro años sin hacer obra pública, sin pensar en asfaltar rutas, en diseñar un montón de cuestiones que hacen al desarrollo.
Se puede entender por un momento puntual, pero no como un plan de gobierno de largo plazo, no debería ser la postura de todo el mandato.
-Imagino lo complicado que puede ser para Trenque Lauquen, como para muchos lugares de la provincia de Buenos Aires, todo el tema de comunicación y logística si no hay un mantenimiento de las rutas.
-Nosotros teníamos algunos convenios. En el caso puntual nuestro, no nos agarró con obras iniciadas, como si le ha pasado a otros municipios en los que han quedado detenidas. Las que estaban iniciadas, las finalizamos antes del 10 de diciembre. Nos quedaron varios convenios de obras firmados, algunos tripartitos para el área de educación, hay un caso de la construcción de un jardín, un instituto de formación docente, algunas obras direccionadas al área de agua, un plan de vivienda para la localidad.
Esos programas que estaban conveniados entre municipio y nación, convalidados por el concejo deliberante, hoy han quedado frenados en su totalidad, no tenemos novedades de reactivación, así como lo están sufriendo los municipios a lo largo del país.
No nos quedaron obras iniciadas sin terminar, pero sí nos quedaron muchas obras, que para nosotros son muy importantes, sin iniciar. Uno tiene la esperanza de que en algún momento se active, porque en definitiva son grandes obras direccionadas a viviendas, al agua y a la educación, que el municipio solo, con fondos propios, no lo puede hacer. Siempre se ha articulado con distintos gobiernos nacionales para llevar a cabo esas grandes obras.
-AG: ¿Cómo cree que tiene que plantarse el radicalismo ante lo que está haciendo el Gobierno nacional? ¿Le parece bien la posición de Martín Lousteau, presidente del partido? ¿Qué tiene que hacer el radicalismo en esta coyuntura?
-La situación del radicalismo, sin un liderazgo nacional unificado, también con un paquete de leyes y un gobierno nuevo con políticas muy contractantes, algunas que son acompañables y otras que, a nuestro modo de ver, no. Se ve una gran diferencia, lo vemos en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, hoy el radicalismo no tiene una postura totalmente única, está en discusión.
También difieren un poco los legisladores en base a qué provincia pertenecen. No son lo mismo los legisladores de la UCR que tienen cinco gobernadores electos, a los que tienen pocos gobernadores en función, y la coalición de JxC gobierna 10 provincias de las 23.
Es un poco distinta la responsabilidad que tienen aquellos legisladores que tienen que acompañar a un gobernador que necesita herramientas para poder gobernar y cumplir sus propuestas de mandato, con aquellos que responden a una provincia que no tiene esa responsabilidad de gobierno.
Esto dio un marcado debate que se viene viendo. El radicalismo no ha votado en bloques comunes las leyes, hay bastante disidencias, en algunos casos acompañamientos, en otros casos no y en algunos casos abstenciones. Es una situación particular que nos toca atravesar al haber integrado una coalición que perdió las últimas dos elecciones, y que nos encuentra gobernando cinco provincias, más de 500 intendencias en el país, con responsabilidades de gobierno pero también con la necesidad de marcar algunas cosas con las que no estamos de acuerdo.
Es lo que hoy se ve del radicalismo que no está unificado en un mensaje claro y unánime en su totalidad, sino que hay distintas posturas. Que uno también puede analizar que tiene sus ventajas, porque significa que no se aprueba o desaprueba livianamente en un debate, pero que también nos desdibuja en una estrategia nacional como partido.