Rivadavia, y una oportunidad en la era del conocimiento

Rivadavia, y una oportunidad en la era del conocimiento

Algo está cambiando. Es innegable. La arena se está moviendo debajo de nuestros pies. La era del conocimiento o la revolución tecnológica asociada a l

Algo está cambiando. Es innegable. La arena se está moviendo debajo de nuestros pies. La era del conocimiento o la revolución tecnológica asociada a las nuevas formas de enseñar y aprender va a transformar todo en poco tiempo, y muchos de esos cambios se produjeron hace unos años y los más estructurales se están generando hoy.

Amanece una nueva era del conocimiento con herramientas de la industria 4.0 que vienen a modificar el proceso de enseñanza y aprendizaje, también es posible pensar una transformación del entorno académico, de las aulas tradicionales en las metrópolis ¿es necesario que un ingeniero agrónomo se reciba en Buenos Aires o puede  hacerlo en la llanura bonaerense rodeado de las hectáreas más productivas del país?

El gran mérito de la Municipalidad de Rivadavia es quizás haber entendido el proceso de transformación desde su génesis, cuando hace 10 años comenzaron a entregar computadoras gratis a los chicos de las escuelas, llevaron internet a todos lados cuando recién comenzaba a hablarse de la red de redes, colocaron pizarras digitales en las aulas, capacitaron docentes y formaron generaciones en modo tecnología y conocimiento crítico. Ahora la Universidad de Buenos Aires les dio la posibilidad de dictar la carrera de ingeniero agrónomo en su pueblo, un hecho inédito.

Hoy los profesionales generan valor agregado desde el cuestionamiento y la transformación de realidades rápidas. La era del conocimiento o la futurista” tercera ola” que Alvin Toffler anticipó en 1979 advierte que la salida de la era industrial dejará mejor parados a los que apuesten a la ciencia y el conocimiento. Está claro que esta revolución cultural que vivimos le da además una nueva oportunidad a las pequeñas poblaciones, ya no es necesario como en los 80 tener la mejor infraestructura urbana, servicios y el tren de pasajeros para tener futuro. Hoy, el capital más importante, el potencial más preciado, es el conocimiento.

La visión del futuro

 

Mientas pienso en eso del otro lado del teléfono el intendente de Rivadavia, Javier Reynoso, dice que recién visitó el viejo molino harinero que el municipio acaba de adquirir, en realidad le quedó gratis por plusvalía y equipamiento urbano, de un próximo loteo privado. Es un lugar lleno de historia, pero sobre todo lleno de futuro.

El Molino San Bernardo fue construido por  Bernardo Busso un inmigrante italiano que llegó a América en 1860. Fue inaugurado en 1916 y la familia también tuvo una panadería. Este inmigrante también donó las tierras para la construcción de la Iglesia San Bernardo que se inaugura el 2 de marzo de 1913 y que será el patrono del pueblo, así que se hablamos de un lugar fundacional, este es uno de ellos.

“Lo que nosotros siempre queremos es buscar una economía transversal porque la economía agropecuaria siempre está pendiente de una seca o una sequía. Aquí está la planta más grande del país de una importante cerealera, laboratorios que hacen análisis moleculares, empresas de logística y profesionales reconocidos, por eso queremos todos juntos” dice Reynoso a OESTE BA.

A qué se refiere con eso “vamos a construir el polo universitario pero también habrá oficinas de empresas privadas, de consignatarios, laboratorios, y todo lo que tenga que ver con el agro. La idea es generar un ecosistema”. El mandatario explicó que esta idea la vieron durante su visita en 2017 en Saint Louis, Estado de Misuri, EE.UU. “Allí nacieron empresas rurales importantes pero también otras vinculadas con el desarrollo de software, por ejemplo nació Twitter”.

Para este objetivo formaron una mesa política “porque esto le queda grande sólo al municipio” a la que se sientan representantes de la educación, de las empresas, de las instituciones y todo el que tiene algo para aportar “tiramos líneas de acción que después lo bajamos a la Municipalidad”.

“Para los pueblos como los nuestros que estamos lejos de la capital, que nos falta infraestructura la era del conocimiento es una bendición, si nos quedamos pensado en el tren, en el gasoducto y esas cosas sólo vemos limitaciones de la era industrial, hoy tenemos fibra óptica, conectividad, etc. hoy Rivadavia tiene un enorme desarrollo tecnológico y grandes profesionales, nos reconocen por la ciencia y entonces tenemos que generar este ecosistema. Hay mucho por hacer pero si apostás a la educación sabes que siempre va a salir algo positivo”, concluyó.