Romina Benavidez es vicedirectora de la Escuela 46 de Trenque Lauquen. Además es profesora de plástica en varios establecimientos públicos primarios
Romina Benavidez es vicedirectora de la Escuela 46 de Trenque Lauquen. Además es profesora de plástica en varios establecimientos públicos primarios y secundarios. A la hora de analizar la pandemia y la educación, concluye que la “Escuela siempre estuvo, con o sin paredes, pero siempre estuvo ahí”.
La docente, que inició su carrera educativa hace 15 años. Dijo que la pandemia sorprendió a la comunidad educativa en el inicio de un ciclo lectivo, sólo se había dictado una semana de clases y que como todo sismo movió la arena debajo de los pies de la institución pero que rápidamente entendió el tiempo que le tocaba vivir y lo asumió.
“Teníamos una fuerte incertidumbre de cómo iba a continuar la educación. Asumimos desde el primer momento el papel de estar cerca de las familias, llevar tranquilidad, y luego en equipo se empezó a diseñar un plan para la transmisión de contenidos por virtualidad”, dijo y remarcó que “se priorizó el vínculo con la familia, todo el tiempo nos comunicábamos con la comunidad educativa para saber cómo estaban, nos tocó seguir con una escuela sin paredes, desde lo virtual. Hoy 13 meses después podemos decir que la escuela siempre estuvo con o sin paredes, pero estuvo”.
Allí surgieron “nuevos desafíos. Pensemos que hay familias que no tienen conectividad y allí surgieron los kits albafetizadores. Siempre encontramos al manera de llegar a las familias y comunicarnos. Visitamos a muchas familias. Fue un proceso y una experiencia que nos permitió hacer nuevas formas de trabajo, nuevos acuerdos, nuevas estrategias educativas”.
También hay un trabajo social “porque muchas familias tenían dificultades, organizamos la entrega de mercadería que hoy alcanza a 88 familias que reciben la asistencia”. En síntesis “teníamos que enseñar en un momento difícil que nos atravesó a todos, fue un desafío y lo sigue siendo porque hoy tenemos la presencialidad combinada. La escuela estuvo siempre, con paredes o sin paredes. Tuvimos que repensar actividades, la enseñanza, la comunicación, todo y adaptarnos a las circunstancias”.
La pandemia “rediseñó el rol del docente, el valor de la escuela y los alumnos. La pandemia nos puso a todos en otra dimensión y revalorizó el rol de la escuela en la sociedad”.