Cómo reaccionarías si de pronto te enteras que todo lo que conoces sobre tu vida no es real. Que no sos quien crees ser, ni venis de donde crees veni
Cómo reaccionarías si de pronto te enteras que todo lo que conoces sobre tu vida no es real. Que no sos quien crees ser, ni venis de donde crees venir. ¿Es esa una sensación similar a la de caer al vacío sin nada de que sujetarse? Cómo responder a esa pregunta sin tener la menor idea de lo que significa que toda la arena bajo tus pies se evapore y quedes flotando. ¿Alguien puede responderlo?
Sí, la docente trenquelauquense Malva kuhlmann que a sus 57 años abrió las puertas de su vida de par en par, ventiló lo –poco- que sabe en búsqueda de verdad y certidumbres tras una vida plagada de datos inciertos y verdades no reveladas.
A través de las redes sociales comenzó a contar su historia y pide ayuda para trascender lo local. Hoy atendió el teléfono para hablar con OESTE BA sobre su historia. Fue criada por una familia adoptiva en Trenque Lauquen, hace 20 años supo que no era hija natural, ahora conoció que nació en una clínica platense donde se vendían bebés. Mañana se hará un ADN ancestral la búsqueda inagotable la mantiene en vilo para saber quién es y de dónde viene.
“Durante toda la vida inconscientemente supe que era adoptada” dijo la vecina “a los 7 años me paré en la puerta del baño y le dije a mi madre si ella me había llamado, cuando me respondió que no, entonces le dije habrá sido la otra mamá”.
El primer indicio que no todas las piezas encajaban en su lugar llegó a los 20 años de edad. “Un abuelo que estaba muy enfermo y perdido me dijo que era adoptada, entonces volví a La Plata donde estudiaba y trabajaba fui al Registro de las Personas y pregunto y estaba registrada a nombre de mis padres adoptivos”.
“Cuando tuve mi cuarto hijo mi mamá me hizo preguntas que me hicieron dar cuenta que ella nunca había tenido un hijo, en ese momento yo tenía 36 años y en ese momento ella me confirmó que era adoptada, 2 años después falleció”.
El fallecimiento de su madre terminó de oscurecer más el panorama. Sólo tenía datos sueltos. “Mi madre me dijo que mis padres eran médicos de Bahía Blanca que su hija de 16 años quedó embarazada y la mandaron a La Plata para tenga su bebé y lo regale, ella me dijo que mi madre biológica murió pero entiendo que fue un mecanismo de defensa creo que vive y creo que tengo hermanos”.
Durante mucho tiempo esa búsqueda y el vacío interior se apagó pero ahora volvió con más fuerza. “Este año empecé con esta inquietud y mi búsqueda. Uno de mis hijos hablando con una hermana de mi madre adoptiva, le confió que mi madre biológica era de Oberá, Misiones”.
Mañana se hará un análisis que se denomina ADN ancestral que se envía a Rosario, luego a EEUU “y luego por mail te informan quién comparte ADN con vos y de ahí podes ir armando el árbol genealógico”.
Por otro lado, “analicé mi partida de nacimiento y me encuentro con que es trucha. Se lee que constata mi nacimiento Luisa Giuliano luego de investigar me informan que esta señora tenía una Clínica privada en La Plata desde donde se vendían bebés eso fue otro impacto más. Me contactó una señora que tenemos una historia similar junto a los del grupo Estoy Buscándote, descubrieron que existía una red con mucha impunidad entre ciudades del gran Buenos Aires donde se derivaban chicas parturientas que tenían familia y vendían sus hijos”.
Malva tiene hoy 57 años. Cómo afectó esta situación a lo largo de su vida: “Sufrí un vacío genético importante. A los chicos hay que decirles la verdad, porque uno tiene memoria genética porque aunque te pongan en brazos de otras personas, la carga genética no te la podés desprender y trabaja de manera inconsciente en vos”.
“Me vi envuelta en una mentira, mis padres fueron excelentes y si tuviera que pedir una familia los elegiría pero es algo que te traba mucho, y si vuelvo hacia atrás veo que en relaciones de pareja yo no daba con pie con bola porque siempre estaba flotando en el universo, hasta que no entiendes de dónde salís, cuál es tu familia no podés resolver algunas cosas en tu vida”.
La mujer además pide tener acceso acta de nacimiento original “para saber mi nombre real” porque descubrió que la documentación suya fue adulterada en 1976 cuando ya tenía 12 años.