Los caminos de la vida lo llevaron a Miguel Perionel de Montevideo, Uruguay, a Salliqueló en medio de la pampa húmeda; y del volante de un camión surc
Los caminos de la vida lo llevaron a Miguel Perionel de Montevideo, Uruguay, a Salliqueló en medio de la pampa húmeda; y del volante de un camión surcando rutas, a abrir hoyos en la tierra para la producción agroecológica. Primero con una huerta familiar, que se convirtió en una unidad de negocio y no para de crecer.
Pero este destino que a los 40 años parece abrazar con fuerza, estaba en realidad al alcance de la mano con antelación, aunque no lo había visto. Su señora, Ana María Zabala, de Salliqueló, que es cocinera en la Municipalidad, ya desarrollaba una pequeña huerta familiar en el patio de su casa. En realidad era un rincón de tomates que fue creciendo y pasaron a ser 200 plantas.
“El me decía que yo perdía tiempo” pasa factura Ana María, que sin darse cuenta estaba gestando el único negocio de huerta orgánica en Salliqueló. Por la sucesión de hechos terminó en este presente. Un examen físico bajó a Miguel del camión, que cuando fue a golpear las puertas de la Municipalidad le ofrecieron un microcrédito que tomó y ahora tiene plantaciones en dos terrenos, con dos invernáculos cubiertos, y se preparan para una cosecha récord.
Los caminos de la vida, como dijimos, fueron uniendo los puntos. Esta situación particular, la posibilidad del microemprendimiento y el auge contemporáneo por la producción orgánica y agroecológica que establece un mercado creciente que sólo consume estos productos, y hasta comenzaron a organizarse ferias y mercados en las grandes ciudades, que marcan que este tipo de producción no tiene techo.
Miguel Peironel y Ana Zabala, de 40 años, son padres de tres hijos. Hoy están abocados al desarrollo de este proyecto familiar que en febrero de este año dio el salto de huerta familiar, a proveedor de supermercados y verdulerías del distrito. Que de un terreno ocupado pasó a dos, que de un invernáculo pasó a dos. Hoy cosechan unos 200 kilos de lechuga por semana y 70 kilos de tomates diarios, además de berenjenas, acelga, morrones y otras. Ya les cuesta dar abasto con la demanda y Ana hasta analiza dejar su empleo para dedicarse full time junto a su marido al cultivo de la tierra.
Su historia
Los Peironel son oriundos de Uruguay. Su padre llegó a Buenos Aires porque hacía canchas de tenis, y trabajando en Parque Norte fue visitado por autoridades de un club de Salliqueló para que hiciera un trabajo allí, y no se fue más.
“Es todo orgánico a nosotros nos gusta que la producción quede en el distrito. La ventaja de la producción orgánica es que es fresca, sin agroquímicos y una verdura cosechada en este lugar tiene una duración mucho mayor y es más sana” dicen y destacan todo lo aprendido en el Curso Regional Anual Certificado de Horticultora Agroecológica, que dicta Walter Tejada, y es organizado por la Municipalidad de Tres Lomas.
“En 2018 teníamos la producción para consumo y en febrero lo abrimos para la venta. Desde febrero hicimos tres cosechas, con lo recaudado pagamos todas las plantas, la estructura, y toda la inversión para este nuevo invernáculo”. Destacan en la charla con OESTE BA, también el apoyo de la Municipalidad que no sólo les facilitó el microcrédito, sino que colaboró con parte de la estructura del segundo invernáculo y realiza un monitoreo permanente del proyecto.
“Los costos son menores que en las verdulerías tradicionales y la calidad es mucho mayor porque es orgánica. Hay nuevos supermercados que nos están pidiendo para vender y ahora estamos haciendo la cadena para la acelga, que van a sacar unos 3 mil atados”.
“Apostamos a la producción orgánica y a que se nuestra unidad de negocio familiar, nuestros hijos participan de este proceso, hasta mi hijo de 5 años sabe de plantas. Nosotros nos criamos en casas donde había huertas familiares. Si las familias lo hicieran en sus casas ahorrarían muchos recursos”, aclaran.
Qué es un producto orgánico
Un producto orgánico es aquel que se produce bajo un sistema de procedimientos «ecológicos», evitando el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. Se promueve el cuidado ambiental, la biodiversidad y el suelo.
En términos económicos genera consumo local, evita todo tipo de transporte de alimentos y fomenta el canal corto producción-consumo. Además, dinamiza la economía local a través de ferias y mercados de proximidad. Se crea un contacto directo entre el productor y el consumidor evitando los gastos de intermediación, transporte y logística.
