El diario Clarín destacó una cabaña ganadera de Trenque Lauquen. En una nota publicada hoy refieren a los reproductores de una cabaña Shorthorn d
El diario Clarín destacó una cabaña ganadera de Trenque Lauquen. En una nota publicada hoy refieren a los reproductores de una cabaña Shorthorn de Trenque Lauquen que llegaron hasta los potreros de Michigan y California en un escenario en el que crece la demanda de genética ganadera pastoril para el segmento premium.
Esta es la nota: “Hay gente que sabe saltar tranqueras. Hace cinco años, unos criadores ganaderos de Michigan (EE.UU.) se enamoraron de la genética Shorthorn de una cabaña de Trenque Lauquen para producir carne criada a pasto, un nicho premium que viene creciendo en el país del feedlot. La querían comprar pero Estados Unidos no permite la importación de semen y embriones argentinos.
A Héctor Mario Eyherabide se le ocurrió una idea: exportar los embriones a Canadá, que está al lado, hacer la transferencia embrionaria ahí y que las vacas preñadas crucen la frontera hacia Michigan. Los embriones se convirtieron en reproductores argentinos con ciudadanía norteamericana y la genética que se crió en Trenque Lauquen ya llegó hasta el estado de California.
Los reproductores los compró el presidente de la Asociación Shorthorn de Estados Unidos, es un hombre de apellido Bennet que se especializó en producir carne a pasto, con trazabilidad y un precio en góndola que es entre un 15% y un 20% más alto que la carne de feedlot”, le contó a Clarín Rural Eyherabide, un cabañero que creció en los potreros de Navarro en la década del 40’ y 50’ -cuando la raza era doble propósito y la mayoría de los tambos eran Shorthorn- y que aprendió mucho de lo que sabe de ganadería de su tío Francisco Gurruchaga y de toda su familia. Su padre le regaló su primera vaca cuando era un adolescente.
En noviembre de 2018, Eyherabide estuvo en la exposición ganadera de Louisville (Kentucky) y vio de cerca uno de sus toros. Los “farmers” le pusieron de nombre Héctor para homenajearlo y son los hijos de su vaca “Potranca”, que fue Gran Campeona en la edición 2017 de Palermo y Campeona Mundial de la raza ese mismo año.
En los últimos 50 años, Eyherabide tuvo que ver en primera fila la película de cómo los descendientes de Tarquino, el primer toro de raza británica que llegó la Argentina en 1826 y que era Shorthorn, perdían potreros contra los herederos de Niagara (Hereford) y Virtuoso (Angus).
Pero él siempre creyó en la raza. “Tiene una calidad de carne espectacular, con muy buen marmoleado y terneza. Son todas fortalezas que se investigaron en el centro de investigación de carne del USDA de Clay Center, en Nebraska”, destacó.
nota y fotos diario Clarín