La prensa especializada en agro destaca a Kovarsky como una gran “oportunidad de oxigenar el gremialismo rural”

La prensa especializada en agro destaca a Kovarsky como una gran “oportunidad de oxigenar el gremialismo rural”

Ignacio “Nacho” Kowarsky es el flamante presidente de Carbap, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, con más de 115 rura

Ignacio “Nacho” Kowarsky es el flamante presidente de Carbap, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, con más de 115 rurales asociadas. Tiene solo 40 años y se impuso en una disputada elección  interna, en la que votaron 95 de esas asociaciones de base. Sin duda, representa una renovación generacional en el gremialismo agropecuario. Y eso se nota con solo hablar con él, por cómo habla.

 

-Nos gustaría que te presentes. ¿Quién sos?- le preguntaron en Colonia Agropecuaria.

“Mi nombre es Ignacio Kowarsky, soy médico veterinario, vivo en Trenque Lauquen, nacido y criado acá en ‘Trenque’. Me fui a estudiar a La Plata, después volví a trabajar en el tambo familiar, por eso después hice una especialización en lechería en la UBA”.

“Tengo un tambo de 130 vacas, más o menos, que en su momento estaba en el campo familiar, y con la inundación del 87 -cuando huimos de ese campo familiar- lo fuimos mudando. Lo fueron mudando mi abuelo y mi padre por distintos lugares. Entonces hoy está sobre campo alquilado”.

“Nos ha costado mucho crecer, con todos los avatares que hemos tenido, más el tema del alquiler y la superficie. Así que es un tambo chico, por lo tanto es un tambo del cual tenía que vivir mi viejo, mi hermano y yo. Mi hermano es agrónomo y yo veterinario. Por lo tanto me abrí, empecé a trabajar también bastante afuera y me dediqué mucho a la carne, a la producción de carne”.

“Después empecé a gerenciar una empresa que tiene campo en Olavarría, casi todo de cría y algo de agricultura, que tiene también campo acá en Trenque Lauquen, y alquilamos desde el 2010 un campo en Toay, en La Pampa. Así que me muevo un poco de eso, y también como veterinario privado haciendo clínica y asesoramiento a clientes de afuera”.

“Mañana, por ejemplo, me voy a revisar toros a un campo de Villegas, de ahí me voy a Timote, después de ahí me voy a Pehuajó. Así que ando un poco por todos lados”.

“En la parte gremial me he formado de los ateneos de la Rural de Trenque. Fui pasando, haciendo de todo”.

-¿Cuándo arrancaste? ¿Después del conflicto de 2008?

-Sí, a principios del 2011. Yo en el conflicto hacía un poco ruta y rendía finales, porque estaba con los finales de la facultad. Me recibí en diciembre del 2008. A los 24 estaba recibido de nuevo en Trenque. Pero hice el Ateneo de Trenque, después me invitaron a formar parte de la comisión directiva y empecé a ir de a poquitito. La Rural de Trenque es muy especial con el tema recambio y participación, así que a medida que vas avanzando un tiempito, ya te vas metiendo en algún lugar.

-De los que empezaron con vos allá después del conflicto, debe haberse muchos productores que dijeron ni loco con seguir haciendo gremialismo. ¿Por qué seguiste vos?

-Empecé a trabajar muy en Trenque Lauquen. Cuando yo ingresé al Ateneo, me recibió un gran dirigente, Osvaldo De La Mata, que dijo: ‘Chicos, usen el Ateneo para formarse como personas, como actores sociales. Ojalá sigan el movimiento nuestro, que para nosotros es espectacular, en la rural y Carbap. El día de mañana, verán, si no es acá, si entran en una cooperadora de una escuela, en un club o algo, pero vayan. No vean la vida pasar sin involucrarse. Eso me pegó en algún lugar, no se me borró nunca más. Y encontré, por supuesto, la Rural de Trenque, que tiene una manera especial de trabajar. Tenemos una comisión directiva muy joven; la secretaria tiene 28 años, es ingeniera. La Rural está muy equilibrada, tiene de todo, gente que está en la parte de venta de insumos, gente que es chacarero, gente que tiene equipo de máquinas, por supuesto, tamberos, productores de carne… Y así aprendí. No aprendí otra cosa más de que lo que mamé en la Rural de Trenque y eso de a poco fui llevándolo a Carbap.

-¿Y cómo llegaste a Carbap?

-Cuando fui presidente de la Rural, al tiempo Matías Cardini, que era un dirigente de Trenque en Carbap, me dijo: “che, yo hace ya cuatro años que voy a Carbap, es hora del cambio. Y me tocó empezar ahí.

-¿Sos consciente que los que estamos afuera el gremialismo, vemos en tu elección un sinónimo de renovación generacional importante en esa entidad?

-Sí. Yo entiendo que es así porque me lo han preguntado muchísimo. Por lo tanto, evidentemente es así. La elección estuvo buena. Tuvimos que proponer para Carbap un proyecto, pensarlo, escribirlo y contárselo a las rurales. Somos 115 rurales, 90 estaban habilitadas a votar y fueron 85. Eso es espectacular. El nivel de participación en el debate fue espectacular. Y posteriormente a las elecciones, no solo darse la mano con la otra lista. Che, se terminó la elección y a trabajar. En realidad éramos dos listas oficialistas con dos improntas distintas y teníamos ganas de contárselo a las rurales y estuvo bueno de verdad.

-¿Y ahora? Dijiste que querías profesionalizar la actividad gremial…

-Sí, sí. Hasta en la facultad me dijeron “vos no tenés que saber todo”. Vos tenés que tener el teléfono del que sabe. Y si puedo tenerlo cerca o dentro de Carbap, mejor. Tenemos que tratar de pegar un salto y tener algunos profesionales que nos den una mano a la hora de evaluar las políticas económicas, en algunos casos, o las políticas legislativas, en otros. Yo no sé de agricultura. Entonces, ¿cómo se llama el que sabe de agricultura? Pablo Ginestet es uno, y hay más. En temas legislativos, el que ha caminado en la legislatura por muchos años es Carlitos Bilbao. En todo lo que tenga asuntos ministeriales y demás está Hernán Silva. En todo el tema sanitario, hay tres “vetes”. Somos muchos veterinarios en esta lista. Un montón de gente me dijo, che, si un día necesitar a una opinión puntual sobre un tema… Hay una chica de Castelli, Angie, que es abogada y fue presidenta de la Rural, a la que le encanta hacer proyectos legislativos. Le digo “¿vos me estás jodiendo? Es lo más aburrido que hay”. Pero para ella es una obsesión e hizo muchas ordenanzas de su pueblo. O sea, hay talentos dando vueltas, hay que ir a buscarlos.

-Estás reconstruyendo la mística de la participación. ¿Para qué?

-Para que debatamos entre más cabezas, más cerebro, la mejor conducción que queremos para Carbap. A ver, en Trenque por lo menos lo he visto así. En algún momento yo tenía 32 años en Trenque y me decían, tenés que ser presidente. Pues no había otro, no había nadie. Yo decía, ¿mirá si la choco? Y me dijeron: “No, vos no la vas a chocar, porque nosotros no te vamos a dejar. Hay una comisión directiva que te va a respaldar”. Bueno, yo necesito que el consejo de Carbap tenga todas las voces posibles y que se vote, ¿entendés? Que sea un consejo donde se debata la idea, donde haya contrapuntos y que salga lo que diga la mayoría. Yo creo que eso va a ser lo más representativo.

 

-¿Y por qué necesita el agro tener un gremialismo de este estilo?

-Porque yo quiero que el tipo que está en la camioneta en este momento, yendo a recorrer el trigo, yendo a cambiar parcelas de los novillos, yo quiero que sepa que le damos una mano. Yo quiero que sepa que hay un grupo de gente que le mete un poquito más de onda, un poquito más de tiempo y está representando en un lugar donde se deciden cosas. Quiero que diga: “¿Ves? Estos tipos conocen, estos tipos son del palo, estos tipos me están representando bien”. Y que seamos cada vez más, yo estoy pidiendo que abarroten las rurales de los pueblos. Necesitamos que en todos los pueblos se genere este movimiento, para que cuando yo me tenga que presentar una disidencia con los gobernadores de las provincias o con quien sea, yo sienta que estoy respaldado por un montón de productores.

-¿Sabés cómo se van a cuidar los políticos cuando suceda eso?

-Por eso, yo entiendo que está bueno. Y la idea es esa.

 

Nota bichos de campo