Fredy Angulo: cantante de tango, locutor y árbitro de box

Una voz potente con tono firme fue siempre su carta de presentación en cada una de las múltiples actividades que decidió emprender y en las que supo sobresalir con sus propias armas y dejar su sello en esos ámbitos que no son pocos. A los 45 años José  Alfredo “Fredy”…

Una voz potente con tono firme fue siempre su carta de presentación en cada una de las múltiples actividades que decidió emprender y en las que supo sobresalir con sus propias armas y dejar su sello en esos ámbitos que no son pocos. A los 45 años José  Alfredo “Fredy” Angulo es un cantante de tango for export, a punto de abordar un avión con destino a Barcelona para cantar clásicos de la música ciudadana en la madre patria, pero también es locutor de radio y como si fuera poco los fines de semana es árbitro de box.

Su timbre suena inconfundible, tanto para escucharlo leyendo una publicidad en la radio o conduciendo un acto público (es el locutor oficial de la Municipalidad),  pero también por su pronunciación y melodía que le otorga a los tangos que dice más le gustan, esos que hablan de timba, caballos y alcohol. A pesar de ser hoy un referente tanguero local, pocos saben que sus orígenes estuvieron vinculados al rock duro, música que aún disfruta y escucha. No es extraño que en su play list aparezcan canciones de Metállica o Megadeth, pegadas a piezas de Roberto Goyeneche o Rubén Juárez.

Es que su relación con el tango fue casi accidental, y llegó de la mano de su madre Gladys Espeleta de Angulo, una docente jubilada, escritora e inquieta promotora de actividades culturales. La historia cuenta que unas poesías suyas fueron a parar al piano del inolvidable Darío González, que le puso ritmo de 2 x 4, y le faltaba una voz que las cantara. Por aquel entonces “Fredy” era el cantante de “Maruca”, una banda de rock de raíces spinetteanas a la que había llegado luego de ponerle la voz a Habeas Corpus (una agrupación de escuela secundaria) y Mr. Wolfang, una poderosa agrupación de hard rock de los ‘90.

Aunque sólo tenía 25 años, ya era un trota escenarios locales y regionales. La aventura había comenzado en el viejo colegio Comercial con unos compañeros de curso. Ellos eran el recordado y extraordinario músico Eduardo García, a los que se sumaban Hernán Vargas y Gastón Asmler, y más tarde Leo Logotetti. Se hicieron llamar Habeas Corpus, y animaban tertulias y festivales con canciones de Pappo y Attaque 77 entre otros. “Yo no sabía nada, sólo quería cantar, y había escuchado mucho de Elvis, Riff, Deep Purple, y eso me ayudó en el comienzo” dice Fredy hoy a OESTE BA recordando aquel inicio.

Cuando terminaron la escuela, algunos se fueron a estudiar y quedó sin banda. Recibió el llamado de los hermanos Márquez para sumarse a Mr. Wolfang que ya era una banda consagrada del ámbito doméstico.

Locutor

El llamado de los hermanos Márquez fue el segundo que recibió luego de regresar de Buenos Aires, donde había ido tras la ilusión de ingresar a un prestigioso instituto de locución donde no pasó el examen de ingreso. El primero fue el de la vieja FM Omega que tenía sus estudios en la calle San Martín. Lo convocaron para leer publicidades e informar los datos del tiempo, pero con el correr de los días su voz fue ganando protagonismo y ocupando cada vez un segmento más extenso en el horario de transmisión.

La locución no llegó por accidente. En realidad siempre fue su anhelo mayor. Aquí la historia la cuenta él en primera persona. “Era alumno de la Escuela 1, y como mi madre era la directora tenía que pasar más horas que los demás dentro del establecimiento. Un día encendí un parlante y tomé el micrófono, me gustó como sonó, iba a sexto grado y dije quiero ser locutor”.

Aunque no pudo estudiar locución, Fredy inició una larga carrera vinculada en los medios. Después de Omega saltó a FM Concepto, ya como relator de fútbol, básquet y otros deportes, e incursionó en la TV con un programa de boxeo, sobre el que volveremos más tarde. Hoy, conduce de manera frecuente un espacio de tango que la Asociación Amigos del Tango tiene en FM Omega. “Las radios siempre me gustaron, si me llaman de una radio, voy”.

Tanguero

Aunque no había músicos en su familia, recuerda que a su padre le gustaba escuchar tangos entonces no le pareció extraño verse con un saco negro puesto cantando tango. Fue un impulso, cuando Darío González tenía la música sobre las poesías antes mencionadas.

“Nos juntamos con Darío González (piano), Atilio Sid (bandoneón) y Miguel Jaime (bajo) a hacer esas canciones, me terminé enganchando y tuvimos varios años, hasta el 2005, el espectáculo se llamaba Buenas Noches Tango y siempre nos presentábamos en el Teatro Español”.  

Buenas Noches Tango (BNT) pasó de ser un espectáculo ocasional a convertirse en una institución de promoción del tango con clases de guitarra, danza, canto, no había algo así en la ciudad para la música ciudadana. Trenque Lauquen siempre fue un gran proveedor de agrupaciones tradicionalistas pero estaba vacante lo concerniente a la música ciudadana.

“Durante dos años canté tango y rock de manera simultánea”. No es el único caso, son varios los músicos que incursionan en distintos géneros “son géneros urbanos, las temáticas a veces son parecidas, aunque el tango tiene más poesía. Los dos géneros son muy lindos”.

Aunque tomó clases en el  Centro Polivalente de Arte y en la Escuela de Música, se define como un autodidacta “algo me habrá enseñado Darío González esas personas que te enseñan sin enseñarte, si no aprendés al lado de esas personas no vas a aprender más”.

Con BNT se organizaron varios eventos y actividades “organizamos el congreso número 30 de entidades de tango con gente de Santa Fe, Córdoba, La Pampa, etc. trajimos orquestas típicas, y se hicieron muchas cosas pero fue cada vez más difícil por los costos, sostener esas actividades”.

Boxeo

Fredy está casado con María Inés Roldán, y es padre de tres hijos. Fernando, Grisel  y Malena. El primero, es un virtuoso violinista de cámara que ahora estudia en Buenos Aires, pero cada dos por tres se viene al pago para tocar con su padre “tuve la suerte de tocar con mi hijo, es un lujo que me puedo dar. Hay una foto, que él tenía un mes de vida y estaba en un ensayo con Darío González. Ahora ya me superó totalmente” ríe.

-¿Cómo terminaste siendo árbitro de box?

-Siempre me gustó el boxeo, hicimos un programa de box que se llamó Golpe por golpe que se emitió por canal 12, cubrimos festivales en Pehuajó, Tres Lomas, Trenque Lauquen, etc. Más tarde decidí a estudiar para ser árbitro a través a la Comisión Municipal de Box, estudiamos a distancia y rendimos en Buenos Aires.

-¿El día del debut te generó nerviosismo como cuando cantabas por primera vez?

-No, fue más tranquilo. En la música te aplauden más que si sos árbitro (se ríe). A todas las actividades las disfruto por igual, si no me gustaran no las haría. No siento que me faltara hacer nada, todas las cosas que quise hacer las terminé haciendo.

En el final, dice que “nunca imaginó” que a lo largo de su vida artística podría llevar sus tangos al Viejo Continente, donde estará saliendo a escena en los próximos días, cumpliendo un gran sueño cuando se corra el telón, como ese tango que grabó Edmundo Rivero, que habla del box “Ya tiembla el cuadrado/ Se encienden las luces, / Y explota el aplauso / Que es como un clarín”.

Un tango en Barcelona

En estos días, Fredy y el guitarrista Martín Díaz volarán a España donde estarán 20 días con 10 conciertos ya confirmados en Barcelona, Valladolil, Bilbao y Sevilla.

“Esto surge porque un  día hablando con Martin dijimos que queríamos ir a Europa a presentar nuestra música y comenzamos a hacer las gestiones, ya conseguimos 10 lugares para tocar entre teatros, restoranes y centros culturales, lo hicimos nosotros sin sponsors ni promotores”.

“Con Martín hace 10 años que tocamos, él comenzó como profesor de guitarra de BNT así que empezamos a probar y no nos separamos más, nos llevamos bien, tenemos buena relación y un gusto musical que compartimos”.

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