Juanjo Estévez presenta su libro en el que reconstruye la influencia de la masonería en los primeros años de Trenque Lauquen

Juanjo Estévez presenta su libro en el que reconstruye la influencia de la masonería en los primeros años de Trenque Lauquen

El viernes a las 20 horas en la Biblioteca Rivadavia el reconocido historiador Juan José Estévez presentará su nuevo libro con el que reconstruye la

El viernes a las 20 horas en la Biblioteca Rivadavia el reconocido historiador Juan José Estévez presentará su nuevo libro con el que reconstruye la llegada de la masonería a Trenque Lauquen y la influencia de sus hombres sobre la vida pública de los primeros años del pueblo. La cita es imperdible para correr el velo sobre una actividad que siempre fue tildada como oscura y que sin embargo, tiene una presencia muy marcada en nuestra ciudad.
Estévez contó parte del contenido del libro que expondrá el viernes junto a sus colegas de Memoria en Marcha seguidos la huella, y como parte de las actividades por los 120 años de la Biblioteca. En primer término aclaró que no es promotor de la actividad masónica sino que la curiosidad lo llevó a investigar, indagar y hallar cuestiones clave para entender parte del pasado de nuestro pueblo.
“La masonería es mirada como algo oscuro o malo por parte de un sector de la sociedad cuando muchos próceres y presidentes transitaron por ella” dijo en el comienzo y destacó que la mala prensa viene algunos siglos atrás impulsada por la Iglesia Católica “se demonizó porque muchas figuras de poder incursionaban aquí y la Iglesia sintió que ese era un ataque a su vinculación con el poder, y el sector ortodoxo eclesiástico difundió que la masonería hacia ritos satánicos o sacrificaban chicos, y por tal motivo decidieron ejercer su actividad en silencio casi como clandestino”.
Personalidades como San Martín eran masones y está claro que no sacrifican chicos. En Trenque Lauquen, dijo Juanjo, los masones fueron “personalidades positivas para el pueblo” por su obra.
“En Trenque Lauquen a 10 años de la fundación llega el Dr. Francisco Rodón, español e integrante de una lógica masónica. En esta etapa de la historia, ser masón era un orgullo, lo eran Mitre, Quintana y otros. Rodón creo la Sociedad Cosmopolita que prestaba servicios médicos, sepelios, etc. era una manera de unificar lo que era una división en la sociedad española e italiana. Hay registros de convenios en los que si vos viajabas y queráis ir al médico te atendía el médico de otra sociedad cosmopolita”, eran servicios de avanzada para la época.
Rodón integra la “comisión que crea el hospital de la misericordia, de la biblioteca Rivadavia, del consejo escolar y otras entidades y no puede ser intendente porque era extranjero español nacido en Cuba. En Barcelona se nutre de una alta formación política y había una logia masónica que permitía hablar de política la Avant 149”.
“Rodón –sigue Estévez- pensaba a la logia como una herramienta para la transformación social” y eso fue clave para la sociedad de aquel entonces.
En el cementerio hay dos monumentos funerarios masónicos muy importantes como el de la sociedad cosmopolita de protección mutua y el de Llambías “realizados por el artista Camilo Romairone que había hecho otros monumentos en todos el país y en el Cementerio de la Recoleta los más visitados por los turistas”. Se trata de obras con filosofía masónica de la vertiente Rosacruz de la que era Antonio Llambías.
La masonería “fue muy importante para este periodo de Trenque Lauquen” destaca Estévez y señala nombres propios que hicieron mucho por el pueblo Eloy Baldovino, Chaumeil, Farrington, Llambias, provenientes de este impulso masónico de aquellos años. También dijo hay apellidos ilustres de médicos, escribanos y otras personalidades influyentes que a lo largo de la historia pasada pertenecieron a la logia en nuestro pueblo.
“Este libro empezó cuando estaba escribiendo otro sobre la tentativa de homicidio sobre el juez de Paz donde aparecen una serie de hechos y jóvenes allegados a la logia que motivó mi interés por el estudio” y todo cambió cuando en 2016 “Carlota Sempe del Conicet especialista en masonería dio una charla y la llevé al cementerio y me marcó la simbología de donde estaba, ahí me explotó la cabeza me puse a estudiar mucho y cuando tenía el borrador le pedí que hiciera el prólogo y lo hizo, lamentablemente falleció en febrero de este año y no puede estar presente”.
Cómo se puede realizar e investigar un libro de esta naturaleza con datos tan lejanos y difíciles de encontrar. “Me despierto a la noche con una idea, un dato. Al otro día escribo, es una neurosis que me acompaña de toda la vida” dice y se ríe. La cita es este viernes.