En la ciudad de los murales en la que es casi imposible caminar algunas cuadras sin toparte con una obra de arte muralística en el espacio p
En la ciudad de los murales en la que es casi imposible caminar algunas cuadras sin toparte con una obra de arte muralística en el espacio público, existen también tesoros intramuros, dibujados en el ámbito privado que no todos conocen.
El mural de Ford Herfei pintado en la sala de post de venta de la empresa ubicada en el acceso Perón, es uno de esos tesoros escondidos. Las manos del reconocido muralista mexicano Fósil junto a los maestros locales Magui Delfino y Sechu Martín, pintaron allí un mega mural en 360 grados alrededor de un galpón de 20 X 30 con paredes de hasta 5 metros de largo que es una verdadera joya artística y que está a disposición de todos los que concurren a tomarse selfies y visitas que las escuelas acuerdan con la firma.
El arte de los murales se presenta como una expresión dinámica, diversa y creativa, que el espectador siempre cree hallar en el espacio público o en sitios de difusión cultural. Sin embargo, esta postal emerge en un mundo que podríamos imaginar poco conciliable, un taller de chapa y pintura. Lo monumental de la obra genera una interrupción que obliga a parar y contemplar.
La obra de la que hacemos mención fue pintada hace 5 años por los geniales artistas antes mencionados. Un video en youtube https://www.youtube.com/watch?v=CZscX4bs9mU registra el proceso creativo de 10 días, y la obra busca transmitir el mensaje de cuidado del ambiente y el futuro en nuestras manos representado por los pequeños niños hijos de los Herfei (los hermanos Feito).
Manuel Feito es el responsable del área de post venta y un apasionado del arte. El también es artista, es reconocido por su tarea de pintar cascos para famosos automovilistas nacionales y coleccionsitas e invita a una visita guiada por el lugar. Sigue mirando con la misma pasión a los murales como el primer día que se pintaron.
“Buscamos generar conciencia sobre el ambiente y el cuidado de la naturaleza, transmitimos agua, color, niños, unir dos mundos que parecen opuestos pero el arte está también en la mano de un chapista, de un pintor, el arte está en dejar la unidad en iguales condiciones” dice Manuel Feito.
Para él, la obra de arte le quita al espacio esa condición de “taller como un lugar frío, con elementos de riesgo y productos que pueden ser tóxicos” y lo convierte en un espacio de encuentro. “Me gusta el arte y esta es nuestra segunda casa, buscamos eso también generar un buen ambiente laboral que todos se sientan orgulloso, y generar otro clima en el ámbito laboral”.
Según cuenta las escuelas acuerdan visitas y muchos vecinos piden para tomarse fotos. Destacó la calidad de los artistas que hicieron el trabajo.
“El arte me gustó siempre, para mi el casco es un cable a tierra para sacar la cabeza del trabajo diario a veces necesitas un freno y esto de pintar cascos me permitió eso” dice mientras señala dos de sus obras que esperan sobre una mesa. “El soporte elegido es porque me gusta mucho el automovilismo, el casco es sumamente importante para los pilotos, porque los hace sentir únicos, le da personalidad, los sueñan, te genera vínculo impensado he generado amistad con pilotos que miraba por la tele”.
Y recupera el concepto de identidad “de alguna manera Magui, Fósil y Sechu, también lograron sintetizar la identidad de nuestra empresa en los murales”.
En los últimos años Trenque Lauquen no sólo ha llevado a cabo diferentes trabajos muralísticos en espacios públicos impulsado por la Municipalidad, sino que también comenzó a crecer fuerte la pintura en comercios y locales gastronómicos. Herfei fue uno de los primeros que se lanzó en la aventura de valorizar las manifestaciones artísticas a fin de intervenir sus fachadas y sus paredes internas, con sello original y propio, y el resultado sigue siendo extraordinario.