Hay tareas que se hacen con una dedicación difícil de empardar, y sin embargo no se notan por fuera del pequeño grupo de personas directamente involuc
Hay tareas que se hacen con una dedicación difícil de empardar, y sin embargo no se notan por fuera del pequeño grupo de personas directamente involucrado, hasta que ocurre un hecho que las expone, mostrando una calidad en la realización que parece natural, espontánea, pero que claramente es resultado de un esfuerzo metódico y del siempre difícil equilibrio entre exigencia y amor al prójimo.
El sábado 13 de agosto de 2022, en el Centro Cívico, entre las 21 y las 22 horas, ocurrió uno de esos hechos capaces de iluminar el trabajo silencioso, de cada martes y jueves en los ensayos, de todos esos momentos cotidianos en que siete jóvenes coreutas trenquelauquenses, una también joven directora coral y una experimentada codirectora se aplican a la tarea común. Tuvo lugar, en tal tiempo y espacio, el concierto exclusivo del Coro de Jóvenes de Trenque Lauquen, que le permitió disfrutar a un auditorio repleto de vecinas y vecinos de muy diversas edades aquello que la dedicación, la calidad interpretativa y el respeto por el público asistente son capaces de brindar cuando se amalgaman en un colectivo de artistas amateurs.
Merlina Santanatoglia y Camila Carabelli, sopranos; Neyén Agrazar, Aylin Agrazar y Sol Baldo, contraltos; Dylan Pecochea y Lihuel Carabelli, barítonos-bajos; Laura Inés Carabelli, codirectora; Mariana Luaces, Directora. Tales son los nombres y apellidos que le pusieron carne, hueso y neuronas a la maravilla de un repertorio variado en la propuesta de las obras seleccionadas, muy ajustado en la interpretación, capaz de despertar sucesivos “¡Bravos!” y aplausos calurosos, de esos que no ocurren por mero compromiso sino por puro entusiasmo.
Sucesivamente, el Coro de Jóvenes regaló las siguientes interpretaciones: 1) “Viva tutte le vezzose”, de Felice Giardini; 2) “La Jardinera”, de Violeta Parra (versión coral – v.c. – de Mario Esteban); 3) “La guitarra del joven soldado”, de Silvio Rodríguez (v.c. de Tristán Malbrán); 4) “Pange lingua” (texto de un himno en latín, musicalizado por Zoltán Kódaly, compositor, pedagogo y etnomusicólogo húngaro); 5) “Sábana y mantel”, de María Elena Walsh (v.c. de Jorge Chanal); 6) “Hanacpachap” (anónimo, primer canto encontrado en el Nuevo Mundo, en 1631, cuya estructura musical semeja un himno de entrada a un templo europeo, pero con texto en lengua guaraní); 7) “Here, there and everywhere”, de Los Beatles (escrita por Paul McCartney) en v.c. de Mariana Luaces; 8) “Since Robin Hood”, madrigal del Renacimiento inglés compuesto por Thomas Weelkes (dedicado a la figura del épico Robin Hood); 9) “Chiriguare”, una canción popular venezolana que cuenta la historia de un animal fantástico (v.c. de Virginia Bono); 10) “He lives in you”, canción inserta en la película “El Rey León 2”, obra escrita por Mark Mancina y Jay Rifkin (arreglo de Mark Brymer); 11) “La comparsa silenciosa”, del dúo uruguayo Larbanois-Carrero (v.c. de Jorge Chanal).
Los gritos de “¡Otra!, ¡Otra!” fueron inevitables: nadie quería que ese concierto terminara. Así fue que “Viento”, de Vicentico, irrumpió para prolongar el encanto, los aplausos y el agradecimiento recíproco, desde el Coro de Jóvenes hacia el público por el silencio respetuoso y la calidez con que se premió el nivel de la actuación, y desde lxs asistentes hacia coreutas, directora y codirectora por haber regalado tanta belleza.
Lo único que quedó insatisfecho fue un extemporáneo pedido de segundo “bis”, pero claramente la negativa se asumió como una inteligente manera de convocar al público a renovar el encuentro en la próxima presentación del Coro de Jóvenes, el 22 de octubre en el Templo Menonita de Belgrano y Alsina. Allí estaremos, seguramente, todos y todas quienes tuvimos el privilegio de asistir a una muestra de la excelencia que deriva de una tarea ejercida día tras día con enorme responsabilidad y por un profundo amor comunitario.
Mariana E. Saidón y Pablo E. Carabelli (asistentes al concierto).