Una pellegrinense en la prensa nacional por su iniciativa de publicar libros de literatura angloamericana a través de una editorial independiente

Una pellegrinense en la prensa nacional por su iniciativa de publicar libros de literatura angloamericana a través de una editorial independiente

El mundo de la edición independiente argentina es una constelación en movimiento. Una nueva “estrella” surge en este horizonte, una casa editora

El mundo de la edición independiente argentina es una constelación en movimiento. Una nueva “estrella” surge en este horizonte, una casa editora cuyo nombre es un guiño a una de las obras del “santo patrono” de la literatura norteamericana, William Faulkner. La editorial Palmeras salvajes, dedicada a textos de ficción y no ficción de impronta angloamericana e inglesa, sale al ruedo recuperando un libro inhallable en Argentina. Se trata de Risa negra, de Sherwood Anderson (1876-1941), con traducción de la escritora Márgara Averbach y texto de contraportada del escritor argentino-estadounidense Mike Wilson, en el que define la novela como “una historia sobre la huida y la búsqueda incansable de la autenticidad en un mundo arrollado por los escombros de la modernidad”.
Aimé Olguín, profesora de Literatura Norteamericana en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y Dana Najlis, editora, crítica de cine y productora de audiolibros en Penguin Random House, son las editoras responsables de Palmeras salvajes. “Estamos al acecho de recuperar textos que trabajan sobre temas que nos interesan y que piensan las relaciones entre pasado y presente desde el punto de vista de la construcción de un lenguaje -plantea Najlis a Página/12-. La literatura norteamericana, sobre todo la de principios del siglo XX, se construye en una tensión constante entre la consciencia del hombre y lo que Pavese describe como ‘la sensualidad pagana y la poesía’. Es una literatura que plasma una humanidad atravesada por la guerra, por sujetos confeccionados con pedazos y piezas de distintos materiales que apenas encajan unos con otros. Son textos que, en general, reflejan una nación deserotizada que arde por dentro, y eso es algo muy actual, una base que nos sirve para pensar también nuestra propia literatura”.
Olguín cuenta que siempre se sintió “muy interpelada” por los textos de ficción y no ficción de impronta angloamericana e inglesa, algo que se acrecienta con el paso de los años. “Leo a norteamericanos y británicos desde chica, pero el interés también responde a mi cercanía con la disciplina y a mi formación. Enseño desde hace varios años literatura norteamericana en la carrera de Letras de la UBA, y en la carrera de traductores literarios; es un lugar donde me siento a gusto; es mi métier. Y el de Dana, que se acerca desde la lectura, pero también desde la escritura crítica y el ensayo sobre el cine clásico norteamericano. Así es que nos fuimos internando de manera muy natural en ese territorio”, revela una de las editoras de Palmeras salvajes, nombre que tomaron de la traducción del título de la novela de Faulkner (The Wild Palms) y de un ciclo de lecturas de novelas norteamericanas que organizaron entre 2021 y 2024. “Faulkner es uno de nuestros escritores favoritos y un gran organizador de la literatura estadounidense del siglo XX. Es un contrapunto productivo para pensar la relación que tienen las literaturas regionales con el resto de América. Pero además, es un título bastante hermoso y contundente”, agrega Olguín.
La inauguración del catálogo editorial con Risa negra, mediante una tirada inicial de 500 ejemplares, es “una apuesta fuerte para nosotras”, reconoce Najlis. “Comenzamos este proyecto con una idea muy clara acerca de nuestra tarea como editoras; es un trabajo artesanal que requiere de mucho tiempo y también de una concentración que hoy en día –ante la multiplicidad de tareas– no es tan fácil de hallar. En ese sentido, nos manejamos con mucha prudencia”. Olguín revela las razones por las que eligieron empezar con la novela de Anderson, un autor que “desaparece prácticamente de la escena crítica con el trabajo posterior de los escritores a los que influenció”, como Hemingway. “Anderson tiene un estilo ligero, vernáculo, que parece no terminar de dar un cuerpo sólido a los temas que toca. Te pasea por cuestiones de raza, de nación, de guerra, de amor, género y alienación social, con una liviandad estilística que resulta, por momentos, rayana en lo pueril. Pero nada más alejado de la realidad. Algunos lectores lo hallarán en una primera lectura, otros en la segunda, otros quizá nunca. Pero Risa negra es fundamental para entender cómo esos mismos tópicos se actualizan cien años más tarde, y no sólo en relación con los mitos básicos estadounidenses, sino en su renacimiento global, en la manera en que se están configurando hoy y acá mismo, en América Latina, en Argentina”.
En 2025 publicarán Tres vidas, de Gertrude Stein (1874-1946), con traducción de Gabriela Raya, otro título difícil de conseguir (en saldo, tal vez aparezca algún viejo ejemplar de la edición de Troquel), y Pálido caballo, pálido jinete, de Katherine Anne Porter (1890-1980), con traducción de Matías Battistón. ¿Cómo seguirá el catálogo en 2026? “Es una información que preferimos mantener en secreto por dos razones -dice Najlis-. Una de ellas tiene que ver con que estamos en permanente discusión acerca del camino que queremos ir abriendo; de pronto estamos totalmente convencidas con un título, e inmediatamente aparece otro que le hace sombra y nos vemos en una disyuntiva. El nuestro es un camino lento a paso firme. La segunda de las razones se relaciona con nuestra estrategia editorial, con la intención de mantener algo de misterio sobre lo que vendrá e ir sujetando la atención de la comunidad lectora momento a momento”.
Los principales desafíos que enfrenta una nueva editorial independiente tienen que ver con el tiempo y el dinero. “Nuestra editorial se autofinancia en su totalidad, por lo que tenemos que buscar un equilibrio sensato entre nuestras tareas fuera y dentro del proyecto. Probablemente sea el momento más inadecuado para iniciar un proyecto cultural pero, a la vez, resulta oportuno para abordar los alcances o los límites del lenguaje literario”, explica Najlis. Las dos editoras se sienten cercanas al trabajo que hizo el escritor y editor Luis Chitarroni (1958-2023) en la editorial La Bestia Equilátera. “Fue un gran editor, un curador muy intuitivo; su partida supone una enorme pérdida para el mundo editorial -admite Olguín-. También nos interesa mucho el trabajo que llevan adelante Fiordo, Entropía y Eterna Cadencia. La calidad de sus ediciones y el compromiso que asumen respecto de los textos que publican se asemeja mucho a la forma en la que nos gusta trabajar”.
Nota y foto Página 12