A 50 años del primer campeonato oficial de Barrio Alegre

A 50 años del primer campeonato oficial de Barrio Alegre

Un 15 de diciembre de 1973 el equipo celeste daba su primera vuelta olímpica Hoy se cumplen 50 años del primer campeonato oficial del Club D

Un 15 de diciembre de 1973 el equipo celeste daba su primera vuelta olímpica

Hoy se cumplen 50 años del primer campeonato oficial del Club Deportivo Barrio Alegre. Por tal motivo a las 20:30hs se descubrirá una placa conmemorativa en el sector de vestuarios del Estadio Omar Pedretti.

Invitamos al plantel que integró esa campaña y sus respectivos familiares.

JUGADORES

AHUMADA, Omar Osvaldo

ANDRADES, Néstor Mario

BAILÓN, Néstor Hugo

BARELLA, Jorge Luís

CALVO, Alberto Oscar

CIKORA, Jorge Marcos

D’AMICO, Carlos Alberto

GUERRERO, Héctor Luis

LARROQUE, Oscar Antonio

LUGONES, Norberto Ruben

MÁS, Raúl Oscar

MUÑIZ, Pedro Ciriaco

NEIRA, Jorge Omar

PEREIRA, Hugo Nicolás

PROVENZANO, Roberto José

URBANEJA, Cesar René

PEREIRA, Hugo

FIORELLINI, Jorge

ZANOLLO, Daniel

MARTIN, Sergio

CIKORA, Juan

MAIZA, Ricardo

CUERPO TECNICO

IRRAZABAL, Tincho

PEDRETTI, Omar

VILLARREAL, Marcos

FOGTMAN, Julio

TODO FUE CELESTE

Texto Revista 40 aniversario del Club

Fue un sábado cuando el sol acariciaba los umbrales del verano en la cancha de Ferro, donde la ansiedad y la emoción se escapaban de adentro para afuera como se escapan las cosas hondamente sentidas. Como el sol, un grupo de hombres esperaba en los vestuarios para trasponer los umbrales de la gloria, para inscribir sus nombres y el de su divisa entre los grandes nombres del fútbol trenquelauquense. ¿Cómo decirlo? Era casi un estado de vigilia, la mirada fija contra el piso, el corazón golpeado fuerte el pecho y toda la fe y la esperanza apostadas a una concreción. Un barrio grande, populoso, humilde, acariciaba la alegría de ser campeones. Ellos también estaban pisando los umbrales de esa instancia que los hacía sentir mucho más protagonistas que espectadores.

Ya no cabía lugar a las especulaciones, el equipo pisaba la raya blanca que marcaba el costado de la cancha, ya el movimiento de la pelota separaba los sueños de una estimulada realidad. Solo quedaba el grito, el incentivo para aquellos pibes que posibilitaron está presente alegría de alcanzar lo tantas veces postergado.

El poste negó la necesidad del desahogo para quebrar el obstinado cero cuando Lugones pateó el penal a los 31 minutos del tiempo complementario; igual faltaba poco para dejar correr las lágrimas del triunfo, para meter en el recuerdo como cosa propia un anhelo que estaba ahí, al alcance de la mano entre las cuatro esquinas de cal y los cuatro costados del corazón.

El estridente sonido del silbato autorizó todo júbilo contenido, ya se cristalizaron los sueños, ya nadie sentía la ansiedad, ya ¡Barrio Alegre era CAMPEON!

Era la compensación al mérito de un esfuerzo fecundo de un calificado núcleo, de una simbiosis de jugadores, dirigentes e hinchas, era el máximo resarcimiento a un Club que creía fervientemente que lo verdadero e importante nace del paulatino desarrollo de sus propias fuerzas, originadas en el permanente apoyo al progreso de sus divisiones inferiores, crisol forjador donde nacieron y crecieron futbolísticamente la totalidad de los integrantes del plantel.

“Al grito de Campeón la tarde se vistió de celeste”

(Texto publicado por La Opinión)

Las calles céntricas fueron testigos de una caravana interminable, con todo tipo de vehículos, que atronó el espacio con cánticos y bocinas, en cálida y emotiva demostración de alegría interpretada por quienes desde las veredas premiaban al Campeón con aplausos, pese a pertenecer a otra divisa.

El júbilo se multiplica en el Barrio Norte, la cuna del nuevo Campeón, en las calles y las casas que lo vieron nacer al influjo de un anhelo de progreso, hoy concretado en una magnificencia institucional de proporciones.

Las nuevas instalaciones del club, en creciente proceso de construcción y hasta el Barrio Parque Norte, creación de sus directivos, para vitalizar el progreso y el desarrollo del sector, fueron testigos de ese júbilo inenarrable, enajenante y lindo que siempre nos depara el fútbol.

Hasta la noche siguieron los festejos, localizados luego en la sede social del Campeón y las primeras horas del alba, fueron también escenarios de júbilo de los simpatizantes de Barrio.

Imágenes extraídas de la Revista 40 aniversario