Cuando Abel “El Principito” Adriel atiende el llamado de OESTE BA en el lujoso hotel Internacional de Miami apenas puede contar un puñado de horas de sueño. La noche se hizo larga, porque el combate empezó muy tarde y luego se conectó al celular para mandar mensajes y fotos a su familia y amigos.
Saborea aún sensaciones agridulces de la pelea de anoche porque admite y entiende que fue superado por su rival y no pone excusas ni atenuantes, pero por otro lado sabe que hizo historia por pisar un ring muy codiciado al que llegan muy pocos y estuvo a la altura porque dio batalla hasta el final y perdió en las tarjetas y no por nockout, un dato que no se puede soslayar en este deporte.
En algunos minutos, dice, lo llevarán a conocer algunos sitios turísticos y las famosas playas que se ven en series y películas de EE.UU. el itinerario será rápido porque esta misma noche está volando a la Argentina y el martes estará en Trenque Lauquen.
Lamentablemente el combate no fue seguido por mucha gente de Trenque Lauquen porque los sitios que anunciaban la transmisión no lo hicieron para este lado del mundo, y algunos pudimos verla a través de la cuenta de Instagram de Kozimbek Mardonov, el campeón asiático, que reside en EEUU, el dueño de casa. Pero esa transmisión fue un hallazgo al que muy pocos accedimos, porque nunca pasó de los 30 usuarios conectados.
Kozimbek Mardonov es de Uzbekistán, zurdo y de una pegada durísima. Parece muy fuerte físicamente y desde su cuenta de Instagram muestra fotos con Gervonta Davis, entrenamientos en gimnasios que visitan los pesos pesados; además de copas, títulos y medallas. Es decir, está en el primer mundo.
El combate comenzó pasada la 1 AM mucho más tarde de las 21 horas anunciado inicialmente.
Adriel sabía del potencial del rival al que vino a enfrentar y de la abismal diferencia en la preparación con la que llegó cada uno al combate. “Fue una pelea realmente dura. Sufrí dos cortes que me condicionaron mucho pero a pesar de todo pude seguir de pie y terminar la pelea. En estas circunstancias en las que se dio el combate, haber terminado de pie me hace sentir ganador”.
No son muchos los argentinos que visitan EEUU en la búsqueda de la ilusión del box. “Terminé de pie con una preparación muy distinta a la que tenía mi rival, le di batalla los 6 rounds”, señala el trenquelauquense en diálogo con OESTE BA.
“Este es el primer mundo –sigue- está claro que yo regalo mucho terreno por mis tiempos de entrenamiento que son muy distintos a los de ellos”. Su trabajo de recolector de residuos le impide entrenar todo el día como sí hacen los boxeadores profesionales.
“Es un gran boxeador, estaba muy preparado te das cuenta de su fortaleza. Es un tractor. Me conectó en algunas oportunidades y sentí su pegada con contundencia. Me voy feliz de tener esta experiencia. Voy a seguir luchando, aunque sé que a mí me cuesta el doble. El día después siento que logré mi objetivo y superé las marcas; terminé de pie. No muchos boxeadores del interior tienen peleas en EE.UU.”.