Su identidad profesional está marcada por la arquitectura como protagonista en el paisaje, su conexión con lo natural. En un tramo de la entrevista se
Su identidad profesional está marcada por la arquitectura como protagonista en el paisaje, su conexión con lo natural. En un tramo de la entrevista señala alguna frase como “de donde venimos y hacia donde vamos” entonces quizás la búsqueda sea la huella de sus diseños, de su trabajo.
Oriunda de Rosario, llegó a Trenque Lauquen con una fuerte decisión familiar de criar a sus hijos en un entorno más saludable y lejos de la vorágine, aunque tampoco la ciudad era un planeta lejano: por familiares conocía las anchas avenidas donde pasaba algunos veranos en su adolescencia, y cuando conformó su familia no dudó. Siempre había estado cerca.
A pesar que lleva menos de 10 años en el hábitat de la arquitectura doméstica, ya tiene un extenso recorrido con obras muy reconocidas como edificios en zona céntrica, locales comerciales innovadores y los carteles con su nombre se ven colgados en distintos puntos de la ciudad, ahora en sociedad con Amparo Simoni desde hace 2 años (Estudio Lares).
“Siempre dije que quería ser arquitecta, de chica dibujaba casas, fachadas, siempre me gustó la arquitectura y nunca dudé de la carrera que iba a estudiar”. En aquellos vacacionaba en Trenque Lauquen.
“Como familia estamos enamorados de la ciudad porque tiene la calidad que nosotros buscábamos, mis hijos andan en bicicleta, van al club y a la escuela, la gente te dice buen día y caminas por la calle sin miedo. Rosario es una gran ciudad con una gran arquitectura, pero yo siento que aquí se me abrieron las puertas. No esperaba este recorrido en poco tiempo”.
Entre los datos destacados de su desembarco en la ciudad, señaló la camaradería de arquitectos consagrados que ayudan a los más nuevos como Pellegrini y Llamedo “son como los padrinos de los jóvenes profesionales”.
CONTACTO NATURAL
Como se dijo, la arquitecta tiene una marca que se puede ver en sus obras. Las características distintivas que los hacen destacar residen en la combinación entre lo natural y la construcción moderna.
“Me gusta mucho conectar el verde, que la naturaleza se meta en el proyecto aquí en Trenque Lauquen es una buena oportunidad, también se busca la materialidad trabajar con materiales nobles y duraderos” y por qué lo natural “es la conexión que el ser humano tiene con su ser, es la paz que uno tiene con uno mismo, cuando estas en la naturaleza conectas con vos mismo venimos de ahí, si bien somos urbanos, la naturaleza siempre te vuelve a vos”.
También aclara que la profesión “es muy amplia” y que en muchas oportunidades “trabajas en un interiorismo con un detalle de algún material o luego intervenís una esquina que tendrá impacto sobre la ciudad, me gusta también analizar el código urbano y buscar una vuelta”. Todo “depende del cliente porque siempre tienes que interpretar lo que te piden” y cuando le preguntaron cómo se define respondió: “Me gustan los espacios iluminados, la conexión con la ciudad, soy exigente y detallista”.
Destacó el nivel de la arquitectura de Trenque Lauquen y habló del “corredor de las vías” como un lugar “clave” para el futuro de la ciudad donde, sostuvo, debería mirarse más para la construcción en altura y no tanto en Roca y San Martín. “Si me tocara redactar un plan estratégico centraría más ahí, en parques y plazas porque la naturaleza es clave”.
Además de la arquitectura, Agustina pinta cuadros, acuarela y óleos y juega tenis. Ahora anuncia que se iniciará con la cerámica. Su tercer hijo nació en Trenque Lauquen, su lugar en el mundo.