Alberto Vía: una vida emprendedora repleta de historias

Alberto Vía: una vida emprendedora repleta de historias

Nota: David Ibáñez Atento y curioso me esperaba, como le recuerdo desde que lo conozco. He sabido de sus historias por voz de algún conocido citando

Nota: David Ibáñez
Atento y curioso me esperaba, como le recuerdo desde que lo conozco. He sabido de sus historias por voz de algún conocido citando anécdotas. “…Algunas cosas he vivido, otras he visto pasar…” reza Larralde en sus letras, algo así me pasó.
Alberto fue siempre un emprendedor incansable que entre otras cosas modernizó e innovó la gastronomía trenquelauquenche.
Se casó en 1971, y por ese entonces trabajaba como vendedor y viajante de Terrabusi y posteriormente Noel. No fue hasta que la actividad sufrió cambios estructurales que decidió emprender su camino. Camino que fue marcando a otros tantos.
Junto a un grupo de amigos, allá por 1979, deciden comprarle al por entonces dueño “Coco Vitale”, el café Roma. Muchos recordarán seguramente “el Roma”, allí en la galería Trenque Lauquen. Un punto importantísimo en plena arteria principal.
“En ese momento remodelamos todo, le pusimos el cuerpo, lo modernizamos y trajimos la primera hamburguesa a Trenque Lauquen”. Eso se lee así, sencillo, porque hoy convivimos con centenar de ofertas de hamburguesas, pero lo destacable desde el hoy, es la apuesta visionaria que emprendieron.
“Luego traje los primeros videojuegos y “los flippers”, a “Fatima 2”, un video bar. Yo viajaba a Buenos Aires a buscar las películas que se estrenaban”.
Al tiempo nomás, con la llegada de la democracia llegarían nuevos horizontes. El buffet de la terminal, y como lectura de lo actual, aparece en escena el “parador de la ruta 5”. ¿Qué fue? Una especie de sucursal de la Terminal de ómnibus destinada a los micros que pasaban rumbo a destinos turísticos distantes y a ocasionales viajeros. Estaba allí, frente a La Serenísima. Construido entonces por Domingo Cuatraro, reconocido y recordado constructor de la localidad.
“Era increíble, se llenaba de gente, autos, micros, una locura. No dábamos abasto. Años increíbles”.
Entre sonrisas y recuerdos, las miradas memoriosas buscando el próximo capítulo. Del silencio cómplice y consecuente, tal como sonaba por entonces en las radios de aquel tiempo, relata:
“…Desde Buenos Aires al corazón de trenque Lauquen, la pizza a la piedra está en Don Corlione…” se ríe en el recuerdo que llega hasta el presente. La primera pizza a la piedra en la ciudad estaba en el comercio que Alberto emplazaba frente a Galeria Suyai.
Sin dudas un lector de los momentos y oportunidades que se le presentaron, un emprendedor nato. Alberto Vía. Una vida emprendedora repleta de historias.
(Su participación en la recapitulación de “Confitería Las familias”, “Mr. Frog”, “la Vaca loca”, quedaran para un próximo capítulo).