Gabriel Sánchez estudió teología, fue docente y mantuvo hace algunos años estrechos vínculos con el Vaticano a donde fue invitado a trabajar sobre inmigrantes en un par de oportunidades que finalmente no aceptó. Es una voz autorizada para analizar el legado de Jorge Bergoglio, Papa Francisco, al mando de la Iglesia Católica.
Sólo una noticia de naturaleza hace que Gabriel Sánchez abandone su bajísimo perfil y acepte una invitación a reflexionar en voz alta sobre la noticia que ha dejado al mundo en pausa, por la grandeza de la figura de Francisco y la incertidumbre sobre el futuro. En una entrevista con FM Tiempo, Sánchez habló y desarrolló conceptos con una claridad asombrosa.
“La primera sensación es agradecimiento este tipo de personas que trascienden nos muestran lo más profundo de la humanidad y resplandecen y nos quedamos sorprendidos”.
-¿Cómo cree que lo recordarán?
-No tengo redes sociales y sólo veo crónicas en medios periodísticos sobre esta noticia, y me conmueve el impacto que tiene en la gente que no es creyente o que no es habitual de la Iglesia, aquellos que se vieron aceptados y recibidos por la Iglesia con Francisco, he visto comentarios de personas homosexuales muy conmovidas. Lo que Jesús dijo y Francisco repitió es una invitación a ser uno, por esas cuestiones de la historia hemos llegado a discriminar a separar por raza, sexos, creencias, pero si descendemos a un lugar más profundo y sacamos esas cosas que nos separan resplandece lo humano y somos uno, ese es el legado de Francisco. Mucha gente fue discriminada durante años los divorciados, los homosexuales y eso generó dolor; Francisco abrió la puerta para mostrar que esto es para todos.
– La grandeza de su figura se puede ver de la manera que la prensa internacional aborda su fallecimiento, porque no están contaminados de las mezquindades y las disputas nuestras en Argentina.
-Si claro. En el mundo se destaca su labor y preocupación por los inmigrantes no sólo en EEUU sino en todo el mundo también en nuestra región. Visitó cárceles y países de la periferia, tuvo gestos muy importantes en favor de la ecología, el cuidado del ambiente y la justicia social, mostrando las injusticias. Estoy agradecido que Francisco haya puesto en palabras estas cosas y no esconderlo y ponerlo a la vista de todos.
– Era más fácil hacerse el zonzo y no mover esas estructuras.
-Si claro, hablar de los abusos sexuales en la Iglesia que logró abordarlo del mismo modo que las cuestiones económicas que estaban sin resolverse en el Vaticano. Fue un Padre, un hermano, que anduvo por todos lados, como lo hacía en Buenos Aires de muy fácil acceso.
Todos estamos yendo atraídos hacia la humanidad a lo que hemos llamado Dios con distintos nombres, distintas maneras. Somos aprendices de la vida, nosotros no vivimos la vida, la vida vive en nosotros.
– Algunos analistas dicen que hizo mucho en poco tiempo ¿coincide?
-Si es verdad. Hay cosas misteriosas. La renuncia de Benedicto XVI cambia toda la historia, aunque él provenía de otra ala de pensamiento.
-No obstante, parece que la agenda de Francisco no es la del mundo hoy.
-Si, pero la de Jesús tampoco por eso lo crucificaron. Incomodó y molestó, San Francisco de Asis también fue otro incómodo y todos los que van contra el poder lo son. Los cristianos vamos por este lado dejar de ser de una religión por comodidad o poder sino más cerca del pueblo.
-El concepto de puertas abiertas de la Iglesia que él pregonaba ¿puede verse en cómo lo lloran hoy los que no pasan ni por la vereda del Templo?
-Yo me siento hoy más en el templo de la vida, de la sociedad. Jesús nunca habló de la Iglesia habló del reino. Hoy las redes sociales nos hablan de que hay mucha gente en soledad, hay gente dando mensajes diciendo acá estoy. Hemos creado personajes y nos quedamos solos. Francisco con su autenticidad fue el mismo siempre, la invitación es a ser auténticos, transparentes, no perfectos nadie lo es. Una invitación a ser humanos, es la invitación que nos hace Jesús y tradiciones filosóficas que buscan recuperar la humanidad, la naturaleza y a nosotros mismos eso también es Dios.
-Un capítulo sorprendente es el que destina a los homosexuales cuando dice ¿quién soy yo para juzgarlos?
-Estamos mal acostumbrados y dividimos. Quién dijo que es lo normal. Hay gente que lo asusta la diversidad, tendríamos que sentarnos a debatir y entendernos. Ojalá Francisco nos ayude a cerrar esta grieta en la que tenés que cuidarte de qué decis. Estamos demasiado preocupados en clasificarnos. Esas palabras tan claras no se habían dicho nunca, Jesús solamente. Lo que hizo Bergoglio fue vivir el Evangelio, no importa si sos creyentes o no pero no podemos seguir agrediéndonos.
-Algunos destacan que le dio más espacio a la mujer y sus detractores dicen que se quedó a mitad de camino ¿cómo lo ve?
-Cambiar una historia de tantos años no es fácil. No hay algo teológico que diga que tienen que ser varones. También está puesto sobre el tapete toda la estructura eclesiástica, esto no le gusta a mucha gente, pero no hay ningún impedimento para que haya mujeres sacerdotisas. Los cambios van a venir de abajo.
-¿Su legado producirá cambios que veamos en la calle?
-Lo que más va a costar cambiar son los ámbitos católicos, parroquiales. Lo otro ya está en la calle, de a poco comenzó el camino de sacar la idea que ser cristiano tiene que ser ser moralista, legalista, enojoso, etc.
– Se le atribuyen una frase que es mejor ser ateo que un mal cristiano?
-Si es una genialidad esa frase, porque en realidad no existe el ateísmo. Lo que está ocurriendo hoy con Francisco nos tiene que ayudar a cambiar, la eucaristía no es una hostia cuando Jesús dijo tomen mi cuerpo es lo que tenemos que hacer ahora no importa si sos cristiano, budista, ateo o musulmán lo que quieras, pero cómeme si te puedo alimentar. Si esta charla le puede servir a alguien bendito sea Dios. No pasa por los grandes discursos, pasa por los gestos en la calle, en el súper, donde podamos. El legado de Francisco nos vuelve al legado de Jesús. No hay que convertir a nadie, Francisco no quería que se haga proselitismo, hay que aceptarnos no importa de qué religión, sexo, ideología sos, da lo mismo. Resplandece un ser humano siempre y en el fondo hay un secreto que descubrió Jesús, Francisco todas las religiones y la filosofía, resplancede Dios. En el simple hecho de compartir, y buscar el bien. En cualquier lado se transforma en una catedral y el mate se transforma en el sacramento y estamos celebrando la vida, la muerte y la resurrección nuestra, de Francisco y todos y el mundo será un poquito mejor no hace falta ser tantas alaracas.
