En el viejo almacén Zoppiconi pueden encontrarse distintos elementos que refieren a la historia doméstica. El lugar, sobre el que ya hemos escrito en
En el viejo almacén Zoppiconi pueden encontrarse distintos elementos que refieren a la historia doméstica. El lugar, sobre el que ya hemos escrito en otras oportunidades, tiene 108 años de vida y nunca cerró sus puertas. Ahora tiene un nuevo cartel, que reza desde lo alto que ese sitio lleva 40 mil días atendiendo a sus vecinos.
El cartel no sería noticia si no fuera por el contexto en el que se pintó. Daniel Zoppiconi, propietario del lugar contó a este diario, que un día un visitante anónimo le hizo la cuenta al aire la cantidad de días que llevaba abierto y lo invitó a pintarlo en la pared. “Le dije que no tenía tiempo, que aún hay cosas que tengo que acomodar después del incendio” pero el hombre insistió “un amigo me dijo que esto no se tiene que apagar nunca; yo voy a pagar el cartel” y así fue.
De un día para otro la pared en lo alto se limpió y se pintó.
-¿Y quién era este hombre misterioso?
-No lo sé, algunos me comentaron que se trataba de un importante empresario porteño, respondió Zoppiconi. El hombre no volvió más.
Y siguió con la charla: “Desde que vos estuviste acá antes de la pandemia (le dijo al periodista de OESTE BA) tengo cosas nuevas. Por ejemplo una carta escrita por Beruti en 1810 y el hallazgo de la fecha del estaño que recubre el mostrador donde se servían los tragos hace muchos años. Encontramos que dice que es estaño chileno de 1867, ni siquiera estaba fundado Trenque Lauquen” recordó y agradeció a Cambio Rural por la ayuda en la restauración de algunas cosas.
El lugar es una caja de sorpresas, un museo viviente, un portal al pasado. Sobrevivió a la inundación, a un incendio y al paso del tiempo. Es parte de Beruti, y pocos saben la cantidad de visitantes de distintos puntos del país que pasan por la ruta 5, y entran a ver de qué se trata.
Fotos Anlema