Andrea Espíndola practica un arte que sana en Trenque Lauquen. Realiza tatuajes en cicatrices, le permite dar una nueva percepción de su cuerpo a pe
Andrea Espíndola practica un arte que sana en Trenque Lauquen. Realiza tatuajes en cicatrices, le permite dar una nueva percepción de su cuerpo a personas que tienen alguna marca en la piel por cuestiones dolorosas y lo hace de manera solidaria.
Andrea es oriunda de Mercedes pero vive aquí desde hace 10 años donde tiene su familia. De chica estudió dibujo e hizo murales y también en las paredes de Trenque Lauquen dejó su huella en la pintura. Es motera y le gusta viajar en moto. Al tatuaje llegó por casualidad y no es su fuente laboral ya que trabaja en una empresa familiar y cursa el último año de Abogacía.
Pero un día, un llamado telefónica la colocó en un lugar que no imaginó y que cambió todo. Fue cuando una joven la contactó para tatuarse un brazo en el que había sufrido una quemadura cuando chica y esa historia cambió todo.
“Con los tatuajes empecé a probar y lo retomé aquí en Trenque Lauquen muchos años después durante mi segundo embarazo, hice varios cursos para aprender sobre la bioseguridad”, lo practica en el garaje de su casa.
“Todo comenzó con una chica que me contactó, y tenía mucha timidez sobre el trabajo que tenía que hacer hasta que me contó que se había quemado el brazo con fuego en una estufa y era joven esa quemadura le provocaba cierta vergüenza y buscaba un tatuaje para tapar la cicatriz, entonces empezamos a diseñar un dibujo con flores que quedó muy bien, se fue muy contenta porque logró tapar algo que quería tapar desde hacía varios años”.
Tan contenta se fue, que en la última sesión “se fue con una musculosa mía” cuando siempre ante había tapado sus brazos.
Entrevistada en FM Tiempo contó que esta situación “afecta a muchas personal en lo emocional, las marcas que llevan en la piel” y que el tatuaje puede ser reparador.
Esta técnica es muy conocida en el mundo. Transcendió, fundamentalmente, por casos de mujeres operadas de cáncer de mama, situación que ella aún no enfrentó aquí. “Tengo un colega en otra provincia que trabajar directamente en relación con centro oncológico” por estos temas.
“Al ver el resultado te involucrás, no podes entenderlo hasta que no lo vivís porque realmente es otra persona la que se va. Eso me impulsó y me sentí bien, si hay alguien que lo necesite que me mande mensaje por privado y si podemos cubrir los costos de los materiales porque hoy es muy caro pero si no pueden costear eso no hay problema”.