Hombre de negro: Jorge Angulo un árbitro de una trayectoria muy destacada

Hombre de negro: Jorge Angulo un árbitro de una trayectoria muy destacada

Durante 30 años Jorge Angulo se vistió de negro para ingresar a las canchas de Trenque Lauquen y la región. Fue un árbitro de una trayectoria muy de

Durante 30 años Jorge Angulo se vistió de negro para ingresar a las canchas de Trenque Lauquen y la región. Fue un árbitro de una trayectoria muy destacada, respetado por propios y extraños y, entre otras cosas, fue el único juez de fútbol local en dirigir un partido internacional.
Hoy a los 70 años y luego de más de 20 de haber dejado la actividad habló con FM Tiempo sobre su trayectoria y reveló un dato que hasta el momento no había contado nunca: su paso por la colimba como granadero en la Quinta de Olivos en 1974 custodiando al mismísimo Juan Perón.
“Es una profesión que a mí me encanta, porque yo estoy mirando un partido de fútbol y no me preguntes cómo forman los equipos, yo observo al árbitro” dijo Jorge Angulo en la entrevista radial.
Llegó al arbitraje de la mano de su suegra que era la esposa de Gabino Martínez el prócer de los árbitros locales. “Me invitó a ser árbitro luego de una lesión cuando atajaba en Argentino y decidí no jugar más” aunque aclara que no tenía condiciones futbolísticas destacadas.
“A los 19 años empecé a ser juez de línea y a los 22 ya dirigía primera era un mocoso al lado de los jugadores y el primer año me costó mucho”.
Pero su carrera sufrió un impás que abre aquí lugar a una anécdota muy particular: “En 1974 hice la colimba como granadero en la quinta de Olivos, eran años difíciles con amenazas de bomba. Lo vi muchas veces al Presidente y la primera vez que lo vi no pude modular por el Handy para avisar que había salido de la casa porque me quedé paralizado al pensar dónde estaba y quién era él. En la quinta había un cine y dos veces el General vino con nosotros a mirar películas una que vimos con él fue Venur. Fui privilegiado de la historia. Me emociona recordarlo por lo que él significó para la historia y para la gente” dijo.
HOMBRES DE NEGRO
“Nunca me pesó ser árbitro en un pueblo donde conoces a todos. Te cuento una historia un amigo me presentó 6 mil pesos para terminar de comprar un auto a la mañana, y a tarde lo expulsé en una cancha. Me pidió disculpas porque sabía que había cometido una falta sin pelota”.
El partido de despedida “fue un día triste, fue en noviembre de 2001 y jugaban Las Guasquitas y Argentino. Tuve la suerte de dirigir Independiente y San Lorenzo con 11 mil personas, y Huracán y Peñarol” fue el único arbitro que dirigió un partido internacional. “Siempre se comenten errores y cuando te equivocas más de una vez pedí disculpas”.
“Me tocó dirigir mucho en la región donde había canchas con 3 o 4 mil personas y muchos profesionales en la cancha. En Carlos Casares tenía 23 o 24 años y un jugador me agredió en la jerga de los arbitrajes se habla que recién sos árbitro cuando te golpean ese día entonces me bautizaron y me hice árbitro”.
En el arbitraje “no hay mucho dinero el mejor pago es que te vaya bien el partido el domingo”.
Dice que el VAR hoy hace fácil el arbitraje y que de los que dirigen hoy en la actualidad le gusta Nicolás Ramirez. Un día en “General Pico me llamaron para ser línea y el árbitro era Horacio Elizondo que estaba haciendo sus primeras armas un gran árbitro con quien continué la relación”.
En sus años de juventud fue convocado para integrar el Consejo Federal y probar suerte en el arbitraje de AFA pero decidió quedarse en Trenque Lauquen.
“Hay que ser educado con todos para ser árbitro, tuve la suerte de tener el apoyo de mi familia. Con las puteadas me llevaba bien porque no las escuchaba. Es importante que la familia de apoye porque no estas ningún domingo en tu casa”.