Laubenheimer, un jugador exquisito que a los 76 años dice gracias al fútbol, gracias a la vida

Laubenheimer, un jugador exquisito que a los 76 años dice gracias al fútbol, gracias a la vida

Juan Carlos Laubenheimer fue un jugador de fútbol exquisito. Brilló con luz propia a pesar de jugar en puestos de defensa, a punto tal que aunque hace

Juan Carlos Laubenheimer fue un jugador de fútbol exquisito. Brilló con luz propia a pesar de jugar en puestos de defensa, a punto tal que aunque hace más de 40 años que no juega sigue siendo recordado. Integró la famosa Selección Roja y los planteles de Ferro Carril Oeste durante toda la década del 70. Hoy dice que el fútbol le dio todo, le da gracias al deporte y a la vida.
A los 76 años Laubenheimer sostiene la elegancia del central derecho que custodiaba el área de Ferro en aquellas memorables tardes de fútbol chacarero, y en una entrevista con FM Tiempo 91.5 Mhz repasa parte de su vida, y no se cansa de dar gracias porque, sostiene, que fue la pelota que la que le permitió desde su origen humilde haber formado una familia, facilitar el estudio de sus hijos y disponer de la tranquilidad económica en esta etapa de su vida.
Laubenheimer, a quien aquí todos llaman “Labonamer” nació hace casi 77 años en Juan José Paso, partido de Pehuajó. Hijo de un empleado de la vieja Usina eléctrica, no tiene raíces directas con jugadores de fútbol, sólo una mención un poco extraña para la época de un primo suyo que jugó en Rosario Central y en la Juventus de Italia en la década del 50, Humberto Rosas.
Pero la pelota se iba a cruzar en su vida. Jugó de chico en la liga pehuajense hasta que un tío lo conectó en Independiente de Avellaneda, a donde se mudó para realizar las divisiones inferiores y vivir en una pensión para chicos del interior. Allí jugó varios años pero el salto a primera división no dio, por razones que él mismo aduce fueron errores suyos y entonces una discusión con el entrenador lo puso afuera del radar del Rojo y tuvo que volver a su ciudad natal.
“Me pusieron algunas condiciones que yo no podía cumplir y me vine, en realidad me invitaron elegantemente a venirme. A veces digo lamentablemente no se dio la posibilidad de jugar en Primera y otras digo gracias a Dios porque a mí me fue bien en la vida y estoy muy contento con la vida que tengo”, dijo en la entrevista radial.
Ese día, es uno de los que más recuerda. “Fue una vuelta dramática. Tuve una discusión con el entrenador que elegantemente me rajó y me tuve que volver. No le había dicho a nadie que me volvía, y el colectivo no entraba a la ciudad, así que me dejó en el acceso de Paso a las 3 AM. Caminé como tres horas esa madrugada hasta llegar a mi casa, pensé mucho; se me pasaron muchas cosas por la cabeza porque me estaba volviendo grande, había dejado la escuela, sentía eso como algo dramático, pero luego las cosas fueron mejorando y todo gracias al fútbol”, dice hoy a la distancia con la sabiduría de los hombres mayores.

-Nosotros no te vimos jugar, pero los que sí lo hicieron dicen que te sobraban condiciones.
-Tenía una manera de jugar que era diferente al común de los jugadores que jugaban en el puesto mío, era primer marcador central. Manejaba los tiempos, salía jugando, no la tiraba para arriba. Y tuve la suerte de integrar grandes planteles con grandes jugadores en aquellos años. Yo llegué en 1969 a Trenque Lauquen y jugué durante la década del 70.
-¿Cómo llegaste a Trenque Lauquen?
-En 1968 jugué en Paso, estaba de regreso de Independiente y en 1969 me fueron a buscar de Ferro para que me radicara en Trenque Lauquen. En aquellos años los jugadores cobrábamos por partido pero yo no quería venir aquí en esas condiciones, pedí un trabajo estable y me ofrecieron trabajar en La Primera o Tribunales y elegí lo segundo, no sé por qué porque La Primera era el trabajo más codiciado por todos. 32 años después, me jubilé en el Departamento Judicial.
-Vos llegaste a Trenque Lauquen y enseguida te metiste en la selección Roja, la que hizo historia.
-Tuve la suerte de integrar la selección Roja y llegamos a jugar la final de la provincia y La Pampa, y perdimos la final en Olavarría, un día que había viajado entre 4 ó 5 mil personas de Trenque Lauquen, tuvimos mala suerte y nos faltó experiencia para plantear el partido porque habíamos ganado en la ida. Teníamos un gran equipo, que sobresalía de la media del fútbol de los pueblos del interior.
-¿La Selección fue tu etapa más gloriosa?
-Sí, porque yo recién había llegado acá, no conocía a nadie, era algo nuevo para mí. Entré así por la puerta grande a la ciudad. Tenía un par de partidos en Ferro, nada más.
VIDA DE JUGADOR
Se retiró joven. “Siempre fui poco apegado a los entrenamientos, a correr. En la época que entrenábamos en Ferro corríamos por el acceso Perón que no estaba totalmente pavimentado, y en el camino nos escondíamos con Juan Carlos De María para no hacer todo el trayecto y nos colábamos cuando el resto regresaba” (ríe).
Después de jugar fue entrenador “me di cuenta que no era para mí, no tenía la capacidad para dirigir a los jugadores” admite y tuvo un breve paso por el banco de Ferro y Bario Alegre.
Luego se metió en el periodismo deportivo como comentarista en las transmisiones de LU11, FM Concepto y Canal 12 en distintas etapas junto a Luis García, Alfredo Badino y Roberto Larrubia, entre otros. A Larrubia, contó, lo conoció cuando él jugaba en las inferiores de Independiente y el arquero lo hacía en Ferro de Caballito. “Hicimos una gran amistad” menciona.
Destaca en otro fragmento de la entrevista que le tocó jugar en los años de mejor fútbol local “en aquellos años era muy bueno el futbol local, todos los equipos tenían grandes jugadores. De lo que yo sé, no quiero hablar más atrás porque no lo vi, pero de lo que vi en Trenque Lauquen, la década del 70 fue la mejor en términos deportivos. Porque todos los equipos tenían grandes jugadores” y el delantero más difícil de marcar fue “el Lechuza Campos” de Tres Llantas “no era brillante, pero era bicho, mañero, él me marcaba más a mi y me preocupaba. Una vez que me retiré me lo crucé en otro partido el campeonato Nolo Ferreyra y decía otra vez éste”, recuerda entre risas.
-¿Y qué es para vos el fútbol?
-Todo. Hoy el fútbol para mí, que gracias al fútbol soy lo que soy. Me considero afortunado. Nunca imaginé llegar a una etapa de la vida como he llegado. Soy una persona afortunada. Y eso me la dio el fútbol. Me relacionó, me vinculó, me dio tranquilidad. Me vinculó, me hizo conocido. El fútbol para mí fue fundamental. Yo gracias al fútbol puedo decir que hoy dispongo de una tranquilidad en todos los aspectos, mis hijos pudieron estudiar son profesionales, nosotros con mi señora estamos jubilados y no tenemos problemas.
-¿Te sentís en deuda con el fútbol?
-Claro que estoy en deuda, porque me dio todo.
-Vos también le diste por algo te conocen los jóvenes que no te vieron jugar.
-Hace 52 años que vivo en la ciudad, y nunca tuve un problema en la ciudad, sigo disfrutando a pleno y con salud. Yo siempre me despido con esta frase gracias a la vida que me ha dado tanto.

La foto de la selección Roja fue extraída del Facebook de Diego Angel Parrotta