Días pasados Mabel Sosa recibió una distinción muy especial. Sólo dos mujeres por Argentina fueron seleccionadas. Se trata de una premiación por su
Días pasados Mabel Sosa recibió una distinción muy especial. Sólo dos mujeres por Argentina fueron seleccionadas. Se trata de una premiación por su trayectoria en la contribución de la cultura iberoamericana un galardón muy alto y que remarca la calidad y prestigio que tienen sus creaciones: tejidos naturales con simbología que expresa la tradición étnica y ancestral.
El crecimiento de Mabel Sosa y sus creaciones “Mabi Luna”, en este terreno ha sido geométrico en muy poco tiempo y –como generalmente ocurre- tiene mucha más repercusión y reconocimiento afuera que en su propia tierra. Ya se sabe el dicho de los profetas. Sólo el año pasado vendió casi 300 camperas.
Esta historia comenzó para ella cuando se cerró otra. Es decir, la culminación del trámite jubilatorio la empujó a pensar que algo tenía que hacer que no fuera quedarse mirando TV y exploró un costado de su vida que sentía tenía vocación y además tenía algunos mensajes del pasado que la orientaban. Su abuelo, Félix Luna, de La Pampa, fue arriero e inspiró un libro y una película que narran las tradiciones camperas.
“Cuando me jubilé pensé que era el momento para hacer algo que deje una huella, no quería quedarme en la vereda mirando quién pasa” dijo en una entrevista con FM Tiempo.
Entonces “vi que tenía facilidad para la actividad textil y yo quería dejar un mensaje, luego de estudiar y hacer un relevamiento y me metí con la cultura de nuestros ancestros y por eso mis diseños camperos y urbanos tienen signos vinculados con nuestra cultura ancestral. Nuestro país es muy rico en cultura e historia”.
Se define como diseñadora tejendora y enfatiza que “los diseños tienen referencias a la historia y la cultura nuestra misión es decir quiénes somos y qué somos”. Hacen chalecos y camperas con lana hilada desde la esquila, es decir todo natural, no hay procesos industrializados en el camino y la colocación de la simbología no es azarosa sino que todas transmiten un mensaje único.
“Somos un pueblo extraordinario pero muy desorganizado. Como sociedad deberíamos estar todos juntos. Tejer es un acto político porque se defiende la cultura y nuestros orígenes”.
Vendió y expuso en Chile, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay y en todas las provincias argentinas como invitada.
Agradeció a Genap que le donó una maquinaria “por su gesto y reconocimiento”. Señala que la clave es la capacitación permanente y el respeto por la cultura y la identidad de los pueblos originarios. Sobre el movimiento local de los artesanos y expositores sostuvo que el Municipio “podría hacer un poco más” en beneficio de la cantidad de vecinos que se dedican a esta actividad.